Historia de Martín Peña


Con mucho entusiasmo voy a compartir a través de estas líneas un poco acerca de cómo me vi involucrado, así como la forma tan extraordinaria en que las cosas sucedieron, para crear finalmente lo que desde hace décadas he dado en llamar como “bioquantum”.

Y es que para poder hablar acerca de lo que verdaderamente es “bioquantum” necesito empezar desde el principio… ya que te tengo que contar cómo pasó todo a detalle.

Lo primero que viene a mi memoria es el gran acontecimiento o la extraordinaria experiencia que marcó en un ‘antes y un después’ mi vida misma.

Entrando de lleno en materia, todo comenzó cuando era muy pequeño de edad todavía…

Verás, yo nací en el seno de una hermosa familia en pleno verano del año 1964. Soy originario de un pintoresco pueblito de agricultores y ganaderos enclavado en la sierra de Jalisco, México.

Los que vivíamos allí, en aquel tiempo, no pasábamos de trescientos habitantes distribuidos todos en poco más de sesenta casas.

Nuestros padres tuvieron a bien darnos todo lo necesario y siempre nos prodigaron amor sin distinción alguna, por eso mis hermanos y yo fuimos muy felices.

Por supuesto que desde pequeños se nos enseñó a ocuparnos de las labores propias del campo, mismas que desempeñábamos con bastante diligencia y entusiasmo.

Y ahora viene lo bueno… Estaría yo rondando los cinco años de edad aproximadamente, cuando me hice consciente de algo que había estado sucediéndome de manera recurrente… y es que una inolvidable noche, después que mi madre nos ofreció de cenar, recuerdo que nos fuimos todos a acostar arrullados por el habitual canto de los grillos…

Y resulta que a los pocos minutos de haber puesto la cabeza en la almohada y quedarme profundamente dormido, ¡me veo a mí mismo de pie fuera de la cama!, completamente consciente y despierto mirando un bulto o a alguien más que ocupaba mi lugar, el cual se encontraba acurrucado bajo las sábanas descansando plácidamente.

¿Te dije que estaba levantado y despierto viendo hacia la cama tratando de entender lo que pasaba? Así era, en efecto…

Y en mi interior saltó la pregunta obligada: ¿Quién será ese que está dormido como un bendito en mi lecho?

Por un momento pensé que quien estaba acostado era yo mismo, si usaba la lógica, por supuesto, porque hacía poco tiempo me acababa de meter a la cama, ¿no es cierto?

Me acordaba muy bien de eso; y quien fuera que estuviese ocupando mi lugar hasta se hallaba en la misma posición que yo tomé para dormir. ¡Madre mía! ¿Qué es lo que estaría sucediendo?

Déjame intentar explicarte lo que pasaba dentro de mí. Pues resulta que de ninguna manera sentía nada extraño ni reparé en que algo raro estuviese sucediendo porque para mí todo estaba dentro de lo conocido y me parecía algo normal.

Debo decirte que no me vi en un gran dilema ni me confundí a ese respecto. ¿Por qué? Porque para mí eso ya formaba parte de lo cotidiano, ya que seguido me descubría a mí mismo levitando con mi cuerpo o volando por doquier…

En otras palabras, en casos como ese tipo me sentía un experto porque según yo varias veces antes ya lo había experimentado.

Y digo que le resté importancia al fenómeno en que me vi envuelto porque para mí era natural verme volar (soñar que lo hacía), desde mucho tiempo atrás, al momento de escuchar, fuerte y claro por supuesto, el canto de los grillos dentro de mi cerebro.

Entonces, volviendo al meollo del asunto… como que daba por hecho que aquel otro personaje y yo formábamos parte de lo mismo o que éramos parte integrante de un “todo”.

No me preguntes por qué me daba esa impresión, pero parece que me resultaba simple y natural y como que siempre me había quedado claro.

Yo sólo sabía que quien era el “verdadero yo”, precisamente, era el que estaba de pie cavilando. Y ese era mi único y verdadero sentir en ese momento.

¿Qué habrías hecho tú si te percataras o te vieras en medio de un extraño acontecimiento como el que yo estaba viviendo? Muy buena pregunta.

Siempre he dicho que qué bueno que no me asusté al darme cuenta que  estaba formando parte de aquel fantástico escenario.

¿A qué le atribuyes tú que no me haya espantado? ¿Qué habrías hecho tú ante una situación semejante? ¿Por qué no grité? ¿Por qué no se me ocurrió pensar que estaba muerto siquiera?...

¿O es que estaría soñando? ¿O alucinaba, acaso? ¿Me encontraría quizá bajo los efectos de un brebaje maligno? ¿No sería toda esa “visión” mero producto o parte de una terrible pesadilla?

¿Estaría mi subconsciente burlándose de mí y me jugaba una broma de mal gusto? ¿Estaba paranoico? ¿Sufriría en ese momento de la terrible enfermedad de esquizofrenia?

¡No, no y no! Nada tan lejos como eso. Todo estaba en su justo lugar… ¡Todo!

Aquí te lo vuelvo a decir con todo conocimiento de causa: Nunca me espanté, ni grité, ni pensé que estaba muerto, ni tuve deseos de correr ni nada por el estilo… Jamás hice nada de eso.

Yo estaba completamente seguro que no se trataba de un sueño y tampoco alucinaba, puesto que no había ingerido ningún tipo de medicamento o droga, ni estaba teniendo una pesadilla, ni mi subconsciente me estaba gastando una broma pesada, ni estaba paranoico y mucho menos esquizofrénico o loco de atar…

Nada de eso; nada. Entonces, ¿qué pasó?

Pues simplemente pasó que nunca cruzó, ni por asomo siquiera, un solo pensamiento por mi tranquila y muy receptiva mentecita.

Y tú tienes todo el derecho a replicar: «¡Que qué!, pero, ¿por qué no pasó nada por tu mente?» No pasó nada, precisamente, porque yo no sabía nada respecto a esa larga lista de boberías que enumeré párrafos atrás.

Has de recordar que yo era un niño que apenas tenía cinco años de edad; y un crío tan pequeño, el cual todavía no asiste a la escuela, no ha visto televisión, ni está influenciado por lo que le cuenten terceras personas, es verdad que no piensa en nada… y ese era mi caso, por supuesto.

Así de sencillo y así de clara estaba la cosa.

Abundando un poco en el tema, el “disco duro” de mi computadora, o sea, mi mente ─si me permites planteártelo de esta manera─, todavía se encontraba limpio de ideas extrañas y no tenía almacenado datos equivocados en torno a esa otra realidad.

No había en mi interior información de ningún tipo que pudiera servirme como base de la cual partir o que figurara como un antecedente. Esa fue la razón por la que no pensé en nada. Todo me pareció natural… todo estaba bien, así que no había por qué preocuparme.

¿Preocu… qué? ¡Vaya!, por fortuna ni siquiera sabía en aquel tiempo lo que significaba esa enredosa palabra. Yo sólo sabía que era el niño más feliz de la Tierra porque nada me hacía falta.

Además, las imágenes que aún conservo, y bien claras, es que a diario corría y saltaba por las serpenteantes veredas del campo o me veo entre las cristalinas aguas del río chapoteando y jugueteando con mis amigos hasta que el cansancio y el hambre nos vencían.

Ni más ni menos así era mi vida. ¡Bendita inocencia la mía!, creo que esa inigualable libertad, y el haber crecido en pleno contacto con la naturaleza fue lo que me salvó de llevarme un buen susto al descubrirme a mí mismo al pie de la cama dentro de mi habitación…


Hay que tomar en cuenta que yo no tenía en qué basarme ni nada con qué medir la situación.

No podía sujetarme a cualquier cosa o conocimiento que me dijera que aquello que estaba viviendo estaba bien, mal, o que fuera bueno o malo para mi persona, etc. ¿Cómo iba yo a saberlo?

Después de ese increíble suceso siempre he creído que a veces es mejor no “saber” nada… Pero nada de nada, ¿eh?, porque mientras más conocimiento se tiene acumulado en la cabeza uno empieza a contrastar las cosas con sus creencias y paradigmas mentales y se terminan sacando conclusiones muy equivocadas.

Pero bueno, a esa edad tan corta yo era ingenuo e inocente. No había acumulado siquiera algo de malicia, a Dios gracias. ¿Por qué digo esto? Porque afortunadamente todavía no asistía a la escuela primaria y tampoco había tenido la oportunidad de ver ningún programa de televisión que ensuciara mi mente.

Recuerdo que unos meses después del bello acontecimiento que te estoy compartiendo, y que marcó mi vida por completo, pusieron los postes de luz y tendieron los cables de energía eléctrica para suministrar de ese vital fluido a aquel apartado puñado de casas ubicado en la serranía, ¿puedes creerlo?

Así que, hacia 1969 en mi querido “Rancho Paraíso” nosotros todavía vivíamos de la forma más pura, silvestre y natural que puedas imaginarte.

Haciendo un pequeño paréntesis, en ese mismo año también casi toda la familia nos mudamos a una gran ciudad con playa donde tuvimos la oportunidad de crecer, de relacionarnos con mucha más gente y de poder estudiar para un día llegar a ser personas de bien.

Volviendo al caso que me atañe, por todo lo que sucedió en aquella portentosa noche fue y será una de las más hermosas de toda mi vida.

Y repito algo que antes dije: No sentí miedo de ver que me encontraba fuera de mi cuerpo físico. Más bien yo estaba feliz y contento porque en esta ocasión sí era totalmente consciente de mis movimientos, ya que podía pensar y actuar con una claridad meridiana.

Y en ese mismo instante escuché ladrar un perro afuera en la calle y unas ganas enormes se apoderaron de mi ser, por lo que tomé la firme decisión de ir a ver qué estaba pasando más allá de mi pequeña habitación.

El hecho de ir a explorar para poder hacer conocido lo desconocido era algo que por nada del mundo me lo iba yo a perder.

Y aunque una cantidad de veces antes había soñado que volaba libremente por los cielos, en esa ocasión en particular todo era mucho más nítido y real, así que debía aprovechar la bendita oportunidad que el universo estaba poniendo a mi alcance y que yo disfrutaba a rabiar.

Acto seguido me acerqué a unos centímetros de su cara (la faz de mi vehículo físico) para estar seguro que aquel hermoso cuerpecito respirara. Me llenó de alegría ver una sonrisa dibujada en sus labios… luego lo dejé y caminé muy resuelto hacia la puerta.

Ya frente a ese obstáculo material que impedía mi salida, una sensación muy extraña recorrió todo mi ser al momento que mi manecita literalmente se ‘hundió’ en la agarradera de la puerta cuando quise asirla para abrir…

Eso me indicó que yo no era un ente tan sólido como creía. Me quedó claro que no tenía piel ni huesos como el sujeto que se había quedado dormido en la cama, sino que más bien yo estaba compuesto de pura energía.

Después de tres intentos fallidos y de ver que no podía abrir como se debe, me di cuenta que sólo atravesando con todo mi cuerpo era como iba a poder salir de mi cuarto.

¡Qué gran prueba se me presentaba! Y por ningún motivo iba a permitir que una simple puerta truncara mis más fervientes deseos de averiguar lo que estaba pasando allá afuera.

Así que me armé con todo el valor con que contaba, porque temí que al ir cruzando la puerta mi cabeza podía quedarse atorada; ¡qué horror!

En verdad no pensé en el resto del cuerpo, pero sí creí que los huesos del cráneo quizá eran muy duros como para pasar de esa manera tan poco ortodoxa.

Y decididamente para el primer ensayo me coloqué en posición de ‘firmes’, creí respirar profundo y luego contuve el aliento… y acto seguido con los ojos cerrados y las manos temblorosas por delante empecé a atravesar la madera lentamente todo trémulo de emoción…

Cuando mis oídos penetraron escuché un crujir muy largo y profundo, yo creo que por la fricción de mis átomos con las partículas de la celulosa que componían seguramente la puerta. ¿Estamos de acuerdo?

Y al cruzar ese obstáculo de una manera completa, y sin que sufriera daño alguno, la acción me gustó tanto que me di el lujo de volver a entrar al cuarto pero esta vez echándome de reversa.

Y ya sin temor alguno, una vez adentro de nuevo volví a enfilarme hacia la puerta muy rápido porque me interesaba sobremanera ir a jugar con el citado perro, nada más que en esta ocasión el impulso fue tan instintivo y descontrolado que por poco me voy de bruces y termino pegándome en la mera bocota contra el suelo.

¿Dije ‘golpear contra el piso’? ¡Jajaja! Cómo se nota que no tenía ni la más mínima noción de lo que en realidad estaba ocurriendo.

Es cierto, pensé que iba a caer pesadamente como un fardo, pero sólo fue eso: un simple pensamiento, ya que después de trastabillar, perder el equilibrio y pasar atropelladamente a través de la puerta sin que esta pusiera la menor resistencia, quedé suspendido horizontalmente en medio de la nada.

Te repito, resulta que me quedé flotando suavemente cual pluma en el aire a escasos 20 o 30 centímetros del suelo.

¡Wow! ¡Qué noche, Dios mío, qué grandiosa noche! Y nada que, el destino me tenía reservadas muchas más sorpresas todavía…


El que me haya tropezado al cruzar la puerta, y haber creído que caería estrepitosamente al suelo sin lograrlo, por supuesto, ya que quedé balanceándome de forma horizontal, me hizo pensar que podía volar y sin tener que tocar la superficie para nada.

Y no hubiera tenido ese pequeñísimo pensamiento porque enseguida, como si me tiraran unos hilos invisibles provenientes de un gran titiritero, y cual si fuera yo un simple títere, me elevó esa fuerza desconocida poniéndome primeramente de forma erguida y luego comencé a flotar yendo a muy buena velocidad hacia arriba y atravesé sin miramiento el techo del corredor de la casa hasta quedar como a unos diez o doce metros del nivel del suelo…

La impresión que me causaba el maravilloso acto de volar era enorme; mi alegría aún mayor y la desbordaba por doquier. Mi corazón empezó a latir fuerte a causa de la tremenda emoción; lo escuchaba retumbar acelerado en mi interior.

Suspendido en el aire empecé a girar de forma lenta sobre mi propio eje para así observar el bello paisaje que se mostraba desbordante a mi alrededor.

Podía ver los tejados tanto de mi casa como de las casas vecinas, las copas de los árboles, el valle, las colinas lejanas, además de la brillante luna… sin olvidar el resplandor de las luces nocturnas de un pequeño pueblo que se encontraba a cierta distancia de mi espacio visual.

Y vi allá abajo a mi perro muy inquieto, tal vez porque no sabía lo que estaba sucediendo. Él a mí no me podía ver, pero el inteligente cachorro presentía algo porque ladraba y corría en círculos todo desconcertado sin dejar de voltear hacia el punto del cielo donde me encontraba.

Luego concentré mi energía en el asunto ese de aprender a volar conscientemente. Así que comencé a ir para adelante varios metros, luego me fui para atrás volando de reversa. También me desplacé al lado derecho y después al izquierdo…

Yo decidía si iba rápido o lento, y lo medía según las circunstancias. Me eché varias marometas en el aire y cada vez imprimiendo más y más velocidad hasta que desaparecía de un lado para aparecer en otro de manera vertiginosa.

Sobrevolé varias veces alrededor de la casa así como el pequeño poblado…

Después de hacer múltiples despegues con sus respectivos aterrizajes y desplazamientos veloces, regrese al punto donde comenzó todo: junto al corredor de la casa y allí me posé con suavidad.

La extenuante faena pudo haberme tomado alrededor de quince minutos aproximadamente.

Sentía mucha fatiga por el supremo esfuerzo realizado. Hasta jadeaba un poco. Por eso decidí detenerme para descansar.

Una vez en el suelo aproveché para hacer un recuento de todo aquello tan hermoso que acababa de experimentar.

Me sentía muy alegre y contento porque, para empezar, había atravesado la puerta, lo cual era un gran logro y ahora sabía que podía volar ¡y no se trataba de un simple sueño!

¡Qué emoción tan grande sentía en todo mi ser! Oh, oh, parecía que mi corazón de un momento a otro iba a explotar. ¡Qué indescriptible sensación! Estaba lleno de júbilo porque podía atravesar las cosas sólidas sin que nada me detuviera.

Mientras cavilaba recapitulando lo vivido, sentí la presencia de alguien más en los alrededores, al mismo tiempo que una gruesa gota de sudor surcaba mi frente.

Con el dedo índice de la mano derecha me estaba retirando el sudor y buscando incisivamente con la mirada cuando me topé con algo ¡nunca antes visto!

Mis sentidos se pusieron alerta y sentí que se me erizaba la piel. Con la boca abierta y los ojos casi a punto de salírseme de su lugar pude distinguir una silueta de alguien que se encontraba de pie junto a un frondoso árbol a unos cuantos metros de distancia y el cual brillaba con mucha intensidad…


Se trababa de un personaje muy espectacular, mismo que parecía estar esperando pacientemente a que yo terminara de hacer mis malabares para poder acercarse.

Al mirarnos cara a cara, el ser sonrió muy alegre y se enfiló hacia mi persona con paso seguro. Esa figura brillante estaba llena de luz blanca y dorada. Parecía estar envuelto en una esfera de fuego crepitante y aquella energía viva emitía un cierto zumbido muy agradable al oído.

De todo su cuerpo salían destellos de luz como rayos o lumbre, aunque esas supuestas llamas no le quemaban.

Su estatura era como de 1.80 metros. Luego ese hermoso personaje detuvo su andar, me saludó inclinando un poco la cabeza, y enseguida me dijo que estaba esperándome para llevarme a dar un paseo…

Por un instante me sentí confundido… porque no supe en realidad si me lo dijo o lo pensé. Ah, sí, ¡me lo dijo! El problema es que nunca vi que sus labios se movieran un poco siquiera para comunicármelo.

Y aunque aquel ángel desprovisto de alas no usó la boca para “hablar”, de todos modos escuché fuerte y claro dentro de mi cabeza el saludo y la cordial invitación: «¡Hola, ¿cómo estás?! Vengo por ti, ¿quieres dar un paseo?».

Como si fuera un niño insolente reaccioné de inmediato poniendo mis manitas en jarras de cintura y le contesté tal y como él acababa de comunicarse conmigo. Eso quiere decir que sin abrir la boca me limité sólo a pensar muy fuerte la frase hacia mis adentros.

Las palabras que emití, pero sin hacer ningún ruido o sonido gutural, fueron las siguientes: «Sí, es lo que más deseo».

La mera verdad no supe por qué dije eso. Yo tenía cinco años de edad y estaba frente a un completo extraño… ¿Me cautivaría su presencia acaso, o qué fue lo que pasó?

Yo no sé qué pasó… sólo sé que desde que lo vi sentí una atracción muy grande hacia ese bendito ser.

De hecho, tengo que decir que hay cosas que no se pueden explicar por medio de palabras; es algo que se siente muy adentro y debe uno vivir la experiencia en carne propia para poder comprender realmente un suceso.

Y resultó que no me costó nada de trabajo comunicarme con el sublime visitante de la misma manera que él lo hacía, o sea, por medio de los pensamientos.

Esto es: lo que yo pensaba, él lo entendía y de inmediato me contestaba; y lo que él pensaba, yo lo ‘escuchaba’ dentro de mí y era como platicábamos. Esa forma de comunicación en realidad me pareció muy extraordinaria.

Después de aceptar su invitación a dar el famoso paseo, el radiante ser se acercó, se agachó un poco y me tomó cálidamente entre sus brazos. Me levantó sin el menor esfuerzo hasta que sus hermosos ojos con su profunda mirada quedaron a unos cuantos centímetros de los míos.

Enseguida un torrente de energía fluyó hacia mi interior y sentí que entendí muchas, pero muchas cosas. Era como si en ese instante hubiera traspasado archivos que contenían valiosa información y quedaron grabados en forma indeleble en mi conciencia.

Una vez que me abrazó como si yo fuera su bebé, tocó suavemente con sus dedos mi carita y sentí el agradable roce de su piel con la mía. Leí en sus ojos que no podía contener más la alegría que le causaba aquel divino encuentro y luego me dio un tierno beso en la mejilla.

Sentí un amor muy profundo hacia ese divino ser. Su presencia y su cariño era lo más sublime que me había pasado en toda mi vida.

Acto seguido, arropándome con su cuerpo, sólo dijo: «Pues entonces ¡vá-mo-nos!». Inmediatamente después estábamos viajando a través de una luz muy fuerte hasta que llegamos al final de algo que parecía la salida de un túnel.

Durante el recorrido, el cual apenas duró unas fracciones de segundo, sentí pequeñas olas de aire que rosaban suavemente mis mejillas y pude apreciar luces de colores que cambiaban en forma de espiral.

Y no supe cómo sucedió todo en realidad, pero el caso concreto es que nos encontrábamos caminando a través de un largo pasillo al interior de un grandioso hospital.

Aquella clínica estaba llena de pacientes, enfermeras, médicos vestidos con uniformes de distintos colores y a todos se les veía sonrientes y ocupados cada uno en su labor.

Mi amigo me explicó que nos encontrábamos en la novena dimensión, que los habitantes de ese inmenso planeta se llaman los maestros de la faz resplandeciente, y que se dedican, entre muchas otras cosas, a innovar tecnología y conocimientos aplicables en el campo de la salud de todos los seres que habitan el vasto universo.

También me dijo que ese es el lugar donde llevan a todas las criaturas que necesitan tratamientos de regeneración o curación, y que podían recibirlos ya sea en sus cuerpos físicos o de manera etérica o energética para sanarlos.

En el recorrido que me hizo me presentó con varios científicos y me mostró también una gran cantidad de aparatos muy sofisticados.

La tecnología que tienen en su poder, y que ellos mismos han diseñado, es realmente increíble.

Pude ver, por ejemplo, ciertas camillas donde recostaban a los pacientes y con un sólo recorrido de un aparato que hacía girar un componente en forma cilíndrica, podían rejuvenecer a aquellas personas con mucho desgaste físico debido a la edad tan avanzada que tenían. El caso es que unos instantes después de ser intervenidos, quedaban con una piel fresca y lozana y se veían de nuevo muy joviales.

Ese tratamiento en particular llamó poderosamente mi atención.

Cabe destacar que todos los aparatos que usan son muy inteligentes. Hasta pareciera que tienen vida propia. ¿Por qué digo esto? Porque los vi interactuar con los pacientes, y por un momento llegué a pensar que se trataba de personas en cuerpos de metal o viceversa.

Me faltan palabras para poder explicar lo avanzado de esa tecnología que han desarrollado los maestros de la novena dimensión y que aplican en los seres vivos que habitan en una infinidad de mundos.

Lo cierto es que me quedó muy claro que en aquel bello hospital de la novena dimensión solucionan, y muy rápido, cualquier tipo de afección o daño sufrido en las personas ya sea por envejecimiento, por enfermedad, o por algún tipo de accidente.

Todo eso ellos lo reparan de una manera pronta y directa. Sensacional, ¿cierto?

Y cuando terminó el hermoso recorrido, el cual duró aproximadamente dos horas, el regreso a mi realidad lo hicimos exactamente de la misma manera como fuimos allá.

Mi maestro guía me tomó entre sus amorosos y fuertes brazos y volvió a decir: ¡Vá-mo-nos!...

Y de nuevo vi la centelleante luz… y volví a sentir el aire en mis mejillas… y en breves instantes ya estábamos al interior de la habitación donde unas horas antes tuve la agradable sorpresa de ser invitado a conocer un mundo lleno de portentosa tecnología.

Y no sé por qué motivo o circunstancia, pero es que yo podía percibir desde todos los ángulos del cuarto donde dormía, esto es, desde el techo, desde el piso, desde la pared de adelante, de atrás, de la izquierda y de la derecha, toda la acción como si fuera un espectador que está mirando una película.

Podía ver todo el espacio circundante como si estuvieran dispuestas cámaras en todas las direcciones mencionadas…

Y vi cuando el maravilloso ser me acomodó con suavidad sobre aquel bulto que estaba en la cama. Y yo sentí cómo me metí a él. Sentí como cuando se mete uno a un carro para echarlo andar y este prende rápido, se activa, y funciona…

Enseguida desperté. Mi cuerpo físico y yo éramos Uno. Me sentía inmensamente feliz y radiante por la experiencia vivida en un mundo paralelo muy distinto a la Tierra.

Y vi al ser flotando a unos cuantos centímetros del suelo.

Me incorporé un poco y entablamos la comunicación telepática. Varios minutos duró la conversación, por cierto muy amena.

Entre otras cosas el maestro de la novena dimensión me dijo que allá me esperaban… que tenía que ir a aprender la forma en que ellos aplican la medicina para que yo pudiera compartir ese precioso conocimiento con mi hermana la humanidad.

Luego se despidió diciendo: «Hasta pronto. Que descanses».

Por supuesto que yo me volví a cubrir con las cobijas, estaba feliz, muy contento, y me entregué pronto al sueño…


Y amaneció… y me levanté como todos los días. Y empezaron a transcurrir las horas como siempre. Y en mi realidad física no había ninguna novedad; todo seguía exactamente igual… Al menos eso era lo que yo creía…

Resulta que como a eso del mediodía, mi madre me llama para hacerme el encargo de ir a llevar de comer a mis hermanos mayores que se encontraban trabajando en las labores del campo a unos kilómetros de distancia de la casa.

Y cuando iba a mitad del camino aproximadamente, como de costumbre, tres ardillas y dos pequeños venados, así como algunos pájaros y varias mariposas se acercaron a mí para acompañarme en mi recorrido.

Cabe recordar que muchos de los animalitos del bosque eran mis amigos y era muy común que charláramos ellos y yo de manera amistosa.

Esa vez en particular noté que las ardillas estaban más ansiosas que en otras ocasiones, a tal grado que tuve que increparlas y preguntarles qué era lo que les pasaba o qué tenían.

Una de ellas, la más valiente del grupo, me dijo lo siguiente: «Sabemos que alguien vino por ti y te llevó a algún lado pero no entendemos adónde, ¿nos puedes platicar lo que sucedió, por favor?»

Yo me quedé estupefacto. No podía creer lo que estaba pasando. Enseguida me pregunté a mí mismo: ¿Cómo se enteraron las ardillas del bosque que hice un viaje fuera de este mundo? ¡Dios mío! ¿Cómo le hacen para saber lo que los humanos ni siquiera podrían entender que lo que yo viví esa noche es una posibilidad?

Y no me quedó más remedio que contarles a grandes rasgos la historia del viaje que hice a la novena dimensión donde me mostraron el interior de un gran hospital en el que se cura a todo tipo de seres o criaturas provenientes de todo el universo…

La lección que aprendí al conversar con las ardillas, es que los animales tienen más contacto con la naturaleza o tienen más agudos sus sentidos y pueden captar o presentir muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor mientras que las personas parece que carecen de ese bendito don o habilidad.

Y digo lo anterior porque ni los ocupantes de mi propia casa, ni los otros familiares o amigos vecinos me preguntaron nada acerca del tema en cuestión.

¿Por qué no lo hicieron? Pues porque estaban bien dormidos cuando pasó todo aquello de mi encuentro con el ser que me invitó a dar el increíble paseo que resultó ser un viaje ilustrativo interdimensional.

Y bueno, así pasaron las horas hasta que el sol se puso y luego vino la noche.

En cierto momento mi madre nos convocó a todos a cenar y yo ya me estaba poniendo un poco nervioso por lo que fuera a suceder enseguida…

Cuando nos levantamos de la mesa a uno de mis hermanos se le ocurrió que fuésemos a la sala para platicar cosas de terror que nos infundiesen miedo antes de ir a la cama a descansar.

Por supuesto que yo agradecí la invitación justificando que esa vez me encontraba sumamente cansado y luego me fui corriendo directo al cuarto donde me correspondía irme a acostar.

A mí me urgía meterme bajo las cobijas para ver qué pasaba en torno al maravilloso suceso acaecido la noche anterior.

¡Y otra vez me sucedió!… Te cuento que nada más poniendo la cabeza en la almohada, y si es que tuviera que contar: uno, dos, tres a lo máximo, sin saber cómo pasó, un instante después de haber cerrado los ojos, me vi a mí mismo al interior de un espacioso salón de aquellos que había visitado la noche anterior en compañía del maestro guía superior…

El hermoso lugar adonde llegué se encontraba lleno de seres de diferente tamaño, forma y color. El catedrático en turno me dio la bienvenida y me presentó con los demás estudiantes de la clase. Me explicó que sólo aguardaban mi llegada para poder empezar con los trabajos de ese día.

Resultó que tomamos una clase de anatomía general. ¡Wow!, ¡pero qué clase de anatomía!... Hermosa como ninguna.

Pues ahí tienes que entre otras muchas cosas se nos mostró cómo funciona el vehículo celular y todos los sistemas y órganos internos que lo caracterizan.

De la misma manera se nos enseñó todo lo que concierne al origen y composición energética del alma, el ser, espíritu, esencia o conciencia que es lo que habita al interior de cada vehículo.

Lo que llamó poderosamente mi atención es que hizo mucho énfasis el profesor en que es el Ser, y únicamente el Ser, quien le da vida y movimiento al cuerpo físico… ¡Wow!

Esa valiosísima lección me gustó tanto que la grabé y guardé celosamente en lo más profundo de mi Ser. Algo me decía que aquello iba a formar parte del bagaje de conocimientos que un día tenía que compartir con todos los que tuvieran a bien leerme u oírme.

Entendí con toda claridad que los seres humanos no somos el cuerpo físico. Al menos no únicamente el cuerpo, puesto que somos algo mucho más que eso…

Que hablar del cuerpo es sólo hablar del cascarón, de un traje hecho a la medida, y que es la materia densa que necesitamos para poder movernos y vivir en un planeta físico como el nuestro.

Comprendí que el cuerpo celular que ocupamos es exclusivamente eso: un vehículo; y que fue diseñado para cumplir con ese objetivo, ya que es el que se encarga de llevarnos y traernos adondequiera que se nos antoje ir…

Pero que en realidad de verdad lo que lo mueve, quien se encarga de pensar, y quien es quien toma las decisiones a final de cuentas, es el Ser, el alma, el espíritu, etc.

Se nos dijo una y otra vez que el Ser o espíritu ocupa la materia como una prenda de vestir que se pone y que se quita a voluntad; que así ha sido siempre y que así será por los siglos de los siglos tanto en la Tierra como en muchísimos otros lugares del gran multiverso (muchos universos).

Y así, de una forma muy amena transcurrió el tiempo hasta que el maestro puso fin a mi primer día de clases en aquella mágica dimensión.

Luego me llevaron hasta una sala donde había muchas camas con un domo o cápsula transparente las cuales flotaban fijas en el medio ambiente.

Al acercarme a una de ellas, de manera inteligente bajó hasta quedar muy fácil o cómodo mi ingreso y la compuerta se abrió. Al recostarme en aquel mullido colchón esta se cerró. En el interior se sentía de lo más agradable que te puedas imaginar.

Se trataba de un increíble cubículo donde se tenía acceso a cualesquier tipo de información que uno deseara consultar y se presentaba a manera de realidad virtual. Y en esa primera ocasión yo me dediqué a investigar mucho acerca del pasado remoto, de la creación, del origen del hombre, etc…

Te comparto que al interior de esas maravillosas cápsulas del conocimiento entendí la forma en que aquellos seres podían sustraer mi conciencia desde mi humanidad física al irme a acostar a dormir.

Y precisamente a través de esas mismas cápsulas fue que me hice un experto en ir allá y regresar a mi entera voluntad porque también pueden usarse para realizar los exquisitos viajes interdimensionales.

Y bien, ya para terminar con el presente escrito, quiero decirte que desde aquellas primeras veces que empecé a viajar a la dimensión desconocida a tan temprana edad, no he dejado de ir y venir aunque sea por un ratito cada una de las noches de toda mi vida.

Si traducimos lo que te acabo de decir, ya te imaginarás la cantidad tan enorme de información que he podido conseguir en esos maravillosos viajes…

Aquí la propuesta que te hago es que te sigas alimentando de lo que te compartiré a través de mis escritos, charlas, conferencias, cursos y talleres donde te enseñaré todo lo que sé por medio de mi experiencia vivida, ¿quieres?



Y en una de mis tantas idas a la novena dimensión, los maestros de aquellas benditas escuelas de aprendizaje tuvieron a bien mostrarme la forma en que debemos conectarnos con el Ser interior profundo que cada uno de nosotros tenemos aquí en la Tierra, pero que demasiado pocos se dan cuenta de su existencia.

Me explicaron que el problema es que la inmensa mayoría de las personas están identificadas con lo que se refleja ante el espejo; esto es, con el cuerpo físico, y que por desgracia la gente cree que sólo es eso: un cuerpo celular o físico que tiene cabello, ojos, nariz, boca, brazos, tronco, piernas, pies, y listo, y ellos creen que eso es todo…

Y es que la verdad, nada tan lejos como eso. En realidad los humanos de la Tierra no somos exclusivamente eso… somos algo mucho más que eso. Algo que se antoja pensar es mucho más complejo de lo que parece.

Resulta que ese es uno de los tantos motivos por el que las personas se encuentran tan descontroladas y fuera de su sitio (de su centro), y están ansiosas, deprimidas, desorientadas, desoladas, vacías por dentro, etc.

Y tú te preguntarás, ¿por qué las personas sufren y enferman? La respuesta más acertada es la siguiente: Debido al total desconocimiento de ellos mismos.

Esa es la cruda realidad que padece el conglomerado por no tener bases sólidas que le indiquen quién es, de dónde viene, y por qué y para qué está aquí en este plano de consciencia. Ese es el verdadero problema…

Y ahí tienes pues que en esas maravillosas clases recibidas entendí que lo que no sabe la humanidad es que aparte del vehículo físico estamos dotados también de un cuerpo mental, de uno más que se llama el cuerpo de las emociones, otro cuerpo que corresponde a la voluntad, y el último cuerpo que pertenece al instinto de conservación. ¿Lo sabías?

Y cada uno de esos cuerpos tiene que ser reconocido y manejado desde, con, para y por: el Ser. Porque el Ser es el que verdaderamente manda…

Y es que por desgracia cada uno de esos cinco cuerpos se han creído siempre autónomos. Los susodichos están “divorciados” o se encuentran separados del Ser, y no saben que tienen que hacer equipo entre ellos mismos y que el Ser es el que los manda, porque el Ser es como el director de una orquesta y los cuerpos existenciales son como cada uno de los músicos que intervienen en la ejecución de una obra. ¿Entiendes eso?

Bueno, ahorita no te preocupes si no entiendes lo que quiero decirte, sólo te pido que abras tu mente y te pongas receptivo. Estoy completamente seguro que poco a poco irás entendiendo a qué me estoy refiriendo y juntos iremos desenredando el hilo de la madeja, ¿sale?

Mientras tanto, aquí te enumero esas 5 características físicas con las que fuiste dotado desde el momento de nacer: 1.- cuerpo físico; 2.- cuerpo mental; 3.- cuerpo emocional; 4.- cuerpo de la voluntad; 5.- cuerpo del instinto de conservación.

Y como te decía, al estar constituidos por esas cinco características físicas, al humano se le complica entender a cada una de ellas y no logra el manejo de las mismas porque casi nadie tiene nociones de su existencia. ¿Ahora entiendes por qué las personas no son dueñas de sí mismas? Eso quiere decir que no son dueños de sus actos, de sus pensamientos, etc., etc.

Pero creo que debemos ir por partes para evitar que te confundas…

Primero tienes que saber que tú no eres el cuerpo físico… que tú no eres la mente, y que tú no eres tampoco ninguna de las otras características que antes señalaba porque quien verdaderamente eres tú: eres el Ser.

Tú eres EL SER… y al Ser se le conoce con otros nombres tales como: la Conciencia, el alma, el espíritu, la esencia, etc.

Has de saber que el Ser es una entidad energética que viene de otra dimensión muy diferente a lo conocido aquí en la Tierra. ¿Por qué?, porque este planeta es puramente material, y el Ser ha viajado desde allá hasta aquí precisamente para cumplir con una misión muy grande y específica…

El Ser ha tenido muchas vidas en otros mundos y en otros tiempos, y se encuentra ahora en este planeta, el cual funge como una escuela de aprendizaje, y todo lo que se le presenta al Ser en la vida (como humano), se trata de una materia más que está cursando porque está aquí para adquirir experiencias vivenciales de todo tipo.

Me atrevo a apuntar también que, aparte del desconocimiento de la existencia del Ser, la inmensa mayoría de las personas no saben ni entienden que el mismísimo Ser tiene un pasado remoto…

Lo que quiero decir, enfáticamente, es que ningún humano sobre la faz de la Tierra es tan terrícola como parece, ya que todos venimos de lugares lejanos verdaderamente.

Y no me estoy refiriendo a las vidas pasadas que hemos tenido en este mundo desde siglos atrás, sino que hablo del origen real que tenemos como Esencia divina en esta vida cada uno de nosotros.

Pues bien, pudiera parecer un poco complicado entender este maravilloso y controvertido tema, pero sé que te quedará claro el día que me permitas explicártelo de viva voz en uno de los talleres vivenciales que estaré entregando por doquier.

Yo sólo sé que no es lo mismo leer solamente algo, que asistir a un curso especializado donde se te muestra a través de ejercicios psico-físicos la forma en que te debes conectar o fundir directamente con tu propio Ser…

Y es que a partir de esos momentos se te enseñará a entrar en contacto directo con tus cuerpos inferiores para que puedas empezar a trabajar coordinadamente desde la Esencia o Ser con cada una de tus características humanas, las cuales son: el físico, la mente, las emociones, la voluntad, así como el instinto de conservación para que tu vida empiece a operar cambios sustantivos de una manera radical. ¿Te ha quedado claro?



En otra lección que me dieron al asistir a las escuelas de instrucción superior, me mostraron que el humano común se encuentra atrapado en medio de un sueño profundo del que tiene que despertar, y cuanto antes mejor.

Me hicieron saber que las fuerzas de la oscuridad controlan a las masas a través del miedo y con falsas ilusiones, sus armas favoritas.

Los seres de luz dicen que la oscuridad no tiene límites y que usa todos los métodos a su alcance para mantener esclavizadas a las personas, y que de no ser por el apoyo que hemos recibido por parte de nuestro maestro guía personal, muchos ya hubieran sucumbido ante esas terribles fuerzas.

¿A qué crees que me estoy refiriendo al tocar este tema? A que a tu lado siempre has tenido la presencia de una entidad energética o un ser de luz que fue designado específicamente para que te proporcionara ayuda y te diera una atinada guía…

Por tanto, a ese ser le voy a llamar de aquí en adelante como: Tu maestro guía.

Y es que ese personaje tan importante en tu vida siempre ha actuado en forma sigilosa y casi imperceptible.

¿Por qué? Porque tu maestro siempre toma mucho en cuenta el famoso atributo del libre albedrío. En otras palabras, tu maestro no quiere alterar en demasía el curso de tu evolución y ha permitido casi siempre que seas tú mismo el que siga creando su propia realidad a través de tus pensamientos y tus actos.

Recuerda lo siguiente: toda decisión que tomes estará cambiando de momento en momento las circunstancias y afectará la realidad material que te rodea.

¿Por qué? Porque cuando combinas de manera exacta un pensamiento nítido que sale de tu mente, con una emoción ferviente que viene de tu pecho (corazón), con eso es como cambias, transformas o creas una nueva realidad en tu vida. ¿Lo sabías?

Debo decir que tu maestro guía tiene mucha experiencia y mucho amor para compartir contigo. Y sólo tienes que extender la mano para recibir todo aquello que te ofrece sin esperar nada a cambio.

Yo digo que debes empezar a enviarle pensamientos positivos para que sepa que es bienvenido en tu vida. Y de esa manera, ya en completa confianza, ese bendito ser empezará a hacerse notar abiertamente en tu existencia.

Por otro lado, he podido constatar que te cuesta trabajo notar la presencia de tu guía en el plano terrenal por la limitación a la que te someten tus cinco sentidos físicos.

En cuanto reconozcas y aceptes a tu maestro como tal, todo tu mundo cambiará y te conectarás fácilmente con la energía universal y con tu Ser interior profundo, así como con tu origen verdadero y retomarás el trabajo que te llevará a conquistar la misión específica por la que estás en este plano dimensional.

Abundando un poco acerca de esas Esencias, el lugar de donde procede tu maestro, así como tu Ser, está regido por leyes muy distintas a las que te gobiernan aquí y ahora.

En aquellas regiones superiores tienen un nivel de evolución mucho más avanzado que el de la superficie de la Tierra.

Y gracias al amor y al servicio que imprimen esos seres en sus actos es por lo que gozan de un perfecto equilibrio. Ellos ya no enfrentan la dualidad porque han superado satisfactoriamente todas las pruebas que esa situación aquí todavía nos impone.

Llegar a palpar a tu maestro es algo muy sencillo, no necesitas ninguna fórmula, ritual o programa específico.

Únicamente debes saber “meterte” dentro de ti mismo para ir a su encuentro; él te espera desde siempre con los brazos abiertos.

Tu corazón, dentro de tu propio cuerpo material, es el puente de contacto que te conducirá a conocer la verdadera vida que se da en dimensiones no experimentadas por el humano común.

Te repito, todo lo que te rodea son tus propias creaciones mentales. Se trata de formas físicas que no dejan de ser pensamientos coagulados, y la mayoría tienen impresa la vibración de la lucha por el poder, la ignorancia espiritual, el miedo y el dolor…

Nuevamente te digo que estás en medio de un sueño profundo del que tienes que despertar, y cuanto antes.

Quiero destacar lo siguiente: Cuando te enseñe a “navegar” por tu interior, sentirás una excelsa energía que te bañará por completo. Verás ondas de colores que van y vienen, que se expanden y contraen dando forma a figuras caprichosas así como a círculos, cuadros, triángulos, etc.

Tu maestro guía utilizará la geometría sagrada para darte la bienvenida. Esa es una de sus tantas maneras de comunicación. Su lenguaje principal son los símbolos, las ideas, los pensamientos y la energía positiva en todo su esplendor.

Cuando sepas transitar por esas hermosas regiones multidimensionales te vas a sentir más liviano, con una gran paz interna y con la solución a muchos de los conflictos de tu diario vivir.

Traspasada la barrera que te engancha a este plano físico, y que te martiriza sin cesar, tendrás acceso directo a las dimensiones superiores.

En esos lugares conocerás seres suprafísicos y entidades provenientes de otras latitudes y tiempos conocidos como hermanos mayores o seres de luz.

Todas esas formas de vida vibran en esas dimensiones debido al grado tan alto de evolución que han alcanzado. Ellos han superado felizmente las pruebas que les presentaron los planetas primarios para dirigir luego su existencia a propósitos cada vez más elevados.

Los seres que ahora fungen como guías de la humanidad también tuvieron que pasar por una evolución y un aprendizaje similar a la del humano…

Todos ellos sortearon muchas penalidades y tuvieron un sinnúmero de tropiezos en su camino, y así, poco a poco, fueron superándose hasta conquistar el grado que hoy detentan.

Ciertamente en sus respectivos lugares sufrieron depuraciones que dieron paso a la separación de razas. Así, unos fueron a otros planos de conciencia diferentes a su anterior hábitat y otros completaron su integración al emigrar a regiones que ellos mismos prepararon para vivir…

La invitación que te hago es que busques la manera de participar en alguno de los talleres vivenciales para poder ayudarte a entrar en contacto directo con tu maestro guía. Porque, la verdad, considero que ya estás preparado para que eso suceda.

Y una vez te conectes con tu maestro guía, ten por seguro que tu vida ¡jamás volverá a ser la misma!




En otra bendita ocasión, los maestros de las dimensiones superiores tuvieron a bien enseñarme a percibir, tanto alrededor de las personas así como en su interior, cierta clase de energías oscuras, densas y negativas, las cuales provocan en la humanidad todo tipo de enfermedades, desarmonía, sufrimiento, desasosiego, etc.

Pues bien, dicen esos seres que todo género humano, desde el momento mismo de nuestra concepción, venimos protegidos por un campo vibracional energético, eléctrico o biomagnético que nos rodea, el cual es muy semejante al cinturón de energía que conforma la atmósfera de la Tierra.

Todos sabemos que la atmósfera de nuestro bello mundo es la que se encarga en descomponer en luz, calor y sonido todas las vibraciones que llegan del universo, ¿cierto?

Y hace dos o tres décadas señalaron los científicos que en algunos puntos del planeta se estaba rompiendo la capa del ozono, la cual se encarga de filtrar los rayos ultravioleta que nos llegan del sol.

Por lo que si alguna persona se exponía demasiado tiempo a los rayos del sol en un lugar como esos donde pasan de forma directa, sufriría de cáncer en la piel. Y si se mirara fijamente al astro rey sin protección alguna, por supuesto que el resultado sería la pérdida de la vista. ¿Entiendes?

Según algunos estudios llevados a cabo por los maestros de las dimensiones superiores, a través de la tecnología tan sofisticada con que cuentan, y que me mostraron los resultados, concluyeron que la causa principal del daño en la capa del ozono de la Tierra es debido al uso indiscriminado de aerosoles, a la contaminación ambiental, a las malas palabras, así como a un sinnúmero de pensamientos negativos que emiten los seres humanos todos los días sin cesar. Increíble, pero cierto.

Tomando en consideración el ejemplo aquel del beneficio que recibimos por la existencia de la atmósfera del planeta, nos damos cuenta que la energía en forma ovoide que envuelve a nuestro cuerpo físico funciona exactamente como una atmósfera personal la cual nos proporciona sustento y nos da vida de la misma manera.

Y es seguro que si esa preciada energía no se dañara nunca, las personas no tendrían molestias de ningún tipo, no se enfermarían jamás y estarían muy contentas y felices por siempre. ¿Captas la idea?

El problema es que en alguna etapa del crecimiento, ya sea consciente o inconscientemente, es uno mismo, o terceras personas, quienes se encargan de romper la estabilidad que les proporciona el susodicho campo energético, provocando enseguida que se presente la terrible enfermedad o desarmonía.

Hablando un poco más acerca de ese campo o cinturón de energía, el cual podría proyectarse más allá de un metro de distancia del cuerpo, y muy a pesar de lo potente que este fuera, se encuentra siempre expuesto por desgracia al bombardeo de energías negativas que se reciben en gran parte provenientes de quienes nos rodean.

Y hay gente que por un mero chisme hacia su persona, o por culpa de una crítica hiriente, o a causa del famoso bullyng, o algunos ataques de envidia, o porque les levantan un falso testimonio en su contra, con eso es suficiente para provocarles cierto malestar anímico, etc.

En otras ocasiones las personas pueden llegar a sufrir de agudos dolores físicos, o se enfrentan a emociones tan fuertes que se les detona alguna enfermedad como la diabetes, etc. Y en el peor de los escenarios esas energías negativas hasta podrían causarles la muerte. ¿Lo sabías?

Quiero aclarar, enfáticamente, que todos esos ataques que recibe alguien, son los que provocan la ruptura de algunas líneas de energía, parecidas a una cuadrícula perfecta, que es la que cubre y protege la estabilidad, y no es otra cosa más que la atmósfera personal de la que he estado hablando.

Haciendo un pequeño paréntesis, debo destacar que a la energía se le pueden dar dos direcciones distintas.

Por ejemplo: con tu verbo crearías alrededor de un enfermo una atmósfera de bienestar si le dijeras que se ve muy bien y que pronto se restablecerá.

Por el contrario, si en vez de tener buenos deseos para con la persona, y se le transmite con ironía que se ve muy mal, y se le dice que pronto se va a morir, el pobre sujeto recibirá las palabras como si se tratara de una inyección letal que acabaría inmediatamente con su salud. ¿No es cierto?

Y no son pocos los casos de personas que han dejado de existir porque alguien les lastimó muy hondo sus sentimientos…

Que nos sirva de ejemplo esta enseñanza para que a partir de ahora sopesemos las palabras y no andemos por ahí hablando más de la cuenta.

Lo mejor es que nos reservemos los comentarios hirientes y respetemos la forma de ser de los demás, ¿no lo crees? Yo pienso que eso es lo más sano para todos.

Regresando al tema: los humanos somos muy semejantes al planeta mismo, pues ambos poseemos un campo de energía muy similar que nos protege de algunos agentes nocivos y nos da sustento a la vez.

Mientras que la atmósfera del planeta es la encargada de convertir la energía que recibe de parte del sol en luz, calor y sonido, nosotros por nuestra parte somos de la misma manera receptores primero, luego transformamos lo que recibimos y por último transmitimos todo lo asimilado a los que nos rodean.

El único inconveniente es que de acuerdo a la forma de ser de cada individuo así será la calidad de las emociones o energía que se propaguen tanto al mundo como a los demás.

Ya decía hace unos momentos que en alguna etapa de tu vida puedes llegar a romper tu propia armonía sin darte cuenta muchas veces, dañando así el campo de vibración que te protege. Si eso llegara a suceder, sería tanto como pinchar de adentro hacia afuera el “globo” inflado de energía positiva que rodea y cuida tu cuerpo.

La consecuencia que acarrea aguijonear el cinturón protector es la inmediata fisura o agrietamiento del campo de energía...

Y una vez abierta la grieta, por allí mismo ingresan hasta la capa fracturada correspondiente, si no es que hasta el cuerpo físico, un sinnúmero de larvas energéticas negativas quedando depositadas al interior de tu atmósfera personal y empiezan estas a formar parte activa de tus procesos psicológicos al cohabitar junto contigo…


Las larvas energéticas negativas a las que me estoy refiriendo son muy parecidas a ciertos virus aeróbicos conocidos…

Esas entidades oscuras pululan por millones en el medio ambiente y en alguna ocasión seguramente has tenido la oportunidad de percibirlas.

Por ejemplo, cuando se camina junto a la puerta de una cantina, al ingresar a un antro de vicio, o cuando se está frente a una persona densa cargada de vibraciones negativas, se siente inmediatamente el golpe o repulsión.

Así entonces, aquellos huevecillos o larvas que se alojan en el campo vibracional incuban, esto es, se desarrollan a partir del alimento y del medio ambiente que se les proporciona.

Recuerda que los pensamientos negativos y los actos reprobables son caldo de cultivo para que las larvas se fortalezcan y progresen.

Esas entidades son como las plagas o parásitos que viven a expensas de plantas o animales. Sólo que esta vez me estoy refiriendo a cierto tipo de plaga más dañino y que afecta directamente la salud de la humanidad porque no discriminan a nadie.

Y es que al principio ─antes del desarrollo total de las larvas─, cuando se empiezan a adherir al cuerpo, parecen unas insignificantes manchitas, pero con el paso del tiempo crecen desmesuradamente y las personas se ven envueltas en una nube densa por tantas manchas a su alrededor.

Y si pasa el tiempo, y se vive dentro de un mundo de negatividad, se seguirán alimentando día con día las larvas que forman parte ya de la forma de ser o personalidad.

Sin descartar que a cada momento se pueden seguir recibiendo huevecillos o algún otro tipo de entidades negativas más desarrolladas a manera de intercambio por los lugares que se frecuentan…

Lo peor es que las energías negativas provengan de algún integrante del círculo de amistades con los que uno se relaciona cotidianamente. Porque has de saber que existen personas muy cargadas con ese tipo de entidades.

Resulta que cuando dejan de ser simples huevecillos o larvas por el tipo de alimento que recibieron, y de acuerdo al tiempo que llevaron alojados al interior de un ser humano, se convierten en lo que he dado en llamar como ‘seres sutiles’.

Los tristemente célebres seres sutiles son esas entidades energéticas con cargas demasiado negativas, los cuales habitan tanto en el campo energético o magnético de las personas así como en su cuerpo físico.

Los seres sutiles dan la impresión de ser changos o sierpes que brincan o reptan, según su especie, tanto en el tronco como por las ramas del árbol donde tienen su guarida; y el árbol no es otra cosa que el cuerpo del ser humano, incluyendo su mente y voluntad.

Cuando algún ser sutil vive dentro del campo energético de la persona, ese mismo tiene que alimentarse para su desarrollo y fortaleza… suena bastante obvio.

Por eso ellos provocan estados emocionales negativos. Hasta desquician mental y físicamente a su dueño para que con aquellas violentas explosiones de ira, preocupaciones o tristezas, libere el ser humano la apetitosa comida que los indeseables huéspedes aprovechan al máximo hasta la última gota.

A cualquier hora se puede detectar a los seres sutiles succionando la energía vital de los órganos dañados de los pacientes enfermos.

En verdad no existen las palabras suficientes para poder expresarte las dantescas escenas que protagonizan esas entidades energéticas negativas cuando están alimentándose con la poca energía que queda de una persona desarmonizada.

Y aquí insisto: Debes considerar de manera urgente participar en alguno de los talleres de bioquantum, ya que ahí se te mostrará la forma de transmutar o convertir la energía negativa por positiva de los seres sutiles.

Que aprendas la técnica de bioquantum servirá para que te ayudes a ti mismo y de paso proporciones el conocimiento necesario a los demás para que se beneficien en todos los campos de su vida…


En otro de los tantos viajes realizado a la novena dimensión, hace muchos años, y a raíz de una pregunta expresa que les hice a los maestros de la faz resplandeciente, obtuve como respuesta algo que me dejó perplejo, anonadado y estupefacto.

¿Quieres saber lo que les pregunté?

Pues bien, mi cuestionamiento fue el siguiente: «Si ustedes dicen que el ser humano no es únicamente el cuerpo físico, tampoco la mente, ni las emociones, o la voluntad, ni el instinto de conservación, entonces ¿qué más es?, ¿o qué ES en realidad?»

Uno de ellos tomó la palabra y me dijo con plena seguridad: «Todo habitante de la faz de la Tierra es una entidad energética, invisible al ojo humano, de origen cósmico y divino a la vez, que ha encarnado en múltiples ocasiones en el plano físico-terrestre, y que su misión es: lograr una maestría específica de vida… también, a como dé lugar, tiene que hacer conocido lo desconocido, y por supuesto que debe integrar las polaridades… y mientras eso no suceda en aquella escuela de aprendizaje tan especializada, téngalo por seguro que no podrá regresar a casa…»

El sabio ser de luz siguió explicándome: «Y por el hecho mismo que los humanos han encarnado infinidad de veces en ese planeta, 9 de cada 10 personas alrededor suyo tienen que ver con cada uno de ustedes, ya que para bien o para mal otra vez están presentes en su círculo de vida por todos los implantes de limitación que vienen acarreando y que dejaron pendientes en cada existencia dejada atrás…»

En realidad de verdad yo no salía de mi asombro… y déjame te comparto lo que entendí después de esa larga charla tan amena e ilustrativa que resultó la reunión.

Comprendí que el 90% de las personas, dividido en tres grandes grupos, a saber:

1.- La familia; desde aquellos que llevan nuestro apellido y nuestra sangre, como son los padres, hermanos, primos, tíos, hijos, etc., así como los que se van adhiriendo poco a poco en el camino, llámese suegras, yernos, parejas, etc., o sea, la familia política, son los que también conforman ese conglomerado…

2.- Los amigos; ya que con algunos de ellos se crean lazos muy fuertes durante toda la vida… ¿cierto?

3.- Y los compañeros de trabajo; puesto que muchas personas conviven más con sus compañeros en la oficina, la fábrica, etc., que con la familia realmente por pasarse horas y horas juntos y se confían muchos de sus secretos…

Pues no nos queda otra cosa más que entender que de esos tres grandes grupos de personas, 9 de cada diez, tienen que ver con uno por cuestiones de vidas pasadas, ya que para bien o para mal otra vez estamos juntos. ¿Por qué y para qué? Porque se deben arreglar todos los asuntos que hayan quedado pendientes de otros tiempos.

Y me dejaron muy claro que los implantes de limitación son contratos. ¿Contratos? Sí, contratos…

Los contratos vienen siendo todas las promesas incumplidas, juramentos, pactos, votos, etc., que todos nos hicimos entre sí y que no nos alcanzó el tiempo de vida para cumplir a cabalidad para sellar, terminar, o cerrar el ciclo con cada uno de ellos.

Aquí te voy a citar un ejemplo: Imagina que en alguna ocasión una persona le juró ‘amor eterno’ a la otra.

Ah pues por el hecho de haber usado la palabra “eternidad”, quien recibió esa promesa dio por hecho que siempre y en cada nueva existencia esa persona le debía amar por el juramento pactado…

Y entonces resulta que de manera inconsciente la persona a la que le juró amor eterno el otro, le anda buscando sin descansar, y es por eso que se forman triángulos amorosos fatídicos o trágicos en la presente existencia, ¿ahora entiendes?

Todo por culpa de un juramento en el que uno por quedar bien le dijo a la otra que la amaría eternamente sin saber que la palabra “eternidad” conlleva o quiere decir que se trata de mucho, pero mucho tiempo, si no es que “todo”… todo el tiempo del mundo.

Ahora te voy a citar otro ejemplo en el que muchas personas han incurrido en el error ─por decirlo de alguna manera─, en el pasado remoto: Imagina que alguien hizo un voto de pobreza, o de castidad, o de secrecía…

El problema es que en esta vida todavía traen cargando esos lazos energéticos negativos que los atan hacia terceras personas así como a congregaciones religiosas, políticas, militares, o hacia sociedades secretas, etc., etc.

Y es que las personas cada vez que vuelven a encarnar lo hacen sin memoria alguna de los asuntos pendientes de sus vidas pasadas, porque casi nadie lo recuerda de manera consciente.

Es mucho muy difícil encontrar personas por el mundo que recuerden haber tenido una vida pasada claramente. Algunos sólo suponen que pudieron haber tenido vidas pasas y otros, por desgracia, están ajenos a este tipo de temas ya que los consideran inexistentes.

Por ese mismo motivo, por desconocer del tema, se andan pegando encontronazos muy fuertes con los demás porque en el fondo algo les indica que tienen que ver con los demás pero no saben a cabalidad de qué se trata realmente.

Y así transcurre su pobre y sufrida existencia…

No saben si el amigo o la amiga en la actualidad fue su pareja, o su padre, o su hijo en una vida pasada, pero sienten una atracción o afinidad y no se explican por qué experimentan eso.

Lo peor es cuando te topas con un añejo enemigo al cual le quitaste la vida de una manera cruel y sanguinaria… ¿qué harías a ese respecto?

O viceversa, qué tal si te encuentras con alguien que se ensañó contigo y te martirizó hasta conseguir tu muerte hace 80 o 100 años atrás. ¿Qué harías ante esas circunstancias?

El problema del humano común es que su conciencia está fragmentada en miles de partes y cada una de ellas encierra en su interior asuntos pendientes por resolver que arrastra desde el pasado…

Y en el momento en que vayas resolviendo cada uno de los asuntos de tus vidas pasadas, irás liberando la energía de cada fracción que contenía los implantes de limitación e irás recuperando la memoria perdida. ¿Te agrada la idea?

Porque de eso se trata realmente: que revises y resuelvas todos y cada uno de los asuntos pendientes y le pongas fin a esa vida de sufrimiento que pesa sobre tus hombros.

Y esos son precisamente algunos de los ejercicios de visualización consciente que se hacen en un taller de bioquantum (autoconocimiento y sanación) para que las personas vayan corrigiendo poco a poco todas las anomalías que arrastran de vidas pasadas.

Esa es la convocatoria que te hago para que busques a la mayor brevedad posible trabajar con tu interno y dejes de padecer las inclemencias de la inconsciencia, ya que debes entender lo siguiente:

Si tú por ejemplo, rompieras relaciones con una de tus parejas sentimentales actuales, y no quedas en los mejores términos, júralo que en la próxima existencia ambos se buscarán para repetir los papeles pero en esa ocasión la víctima se convertirá en victimario, y tú no quieres eso, ¿verdad?

Por supuesto que nadie en su sano juicio permitiría que una cosa tan grave como esa suceda… ¿Cuál es tu respuesta?

Te lo dejo de tarea…




Resulta ser que una de las tantas cosas que hacen, y muy bien, las fuerzas de la oscuridad para probar a la humanidad es lo siguiente:

De forma deliberada colocan desde el nacimiento mismo de las personas un dispositivo energético ─implante de limitación─ dentro de su corazón.

Ese famoso dispositivo, que no es otra cosa más que una larva energética, es muy semejante a una oruga, y por desgracia está presente durante toda la vida en el corazón de sus víctimas.

La presencia de esa oruga o gusano energético en el cardias de las personas provoca que estas mismas vivan con miedo siempre… cada uno de los días de su triste existencia. ¿Lo sabías?

Ahora déjame explicarte qué clase de miedo es el que experimenta la humanidad al llevar incrustada esa larva en su interior, ¿quieres?

Pues bien, lo que experimentan es el miedo a ser traicionados y todos sus derivados, como son: los celos, la desconfianza, la acechanza, el recelo, etc.

Por ese motivo las personas de manera “natural” desconfían de los demás y hasta de ellos mismos; y por eso se la viven viendo moros con tranchete y se la pasan vigilando los actos de su pareja porque les dan unos ataques de celos espantosos.

Los celos en las personas vienen porque tienen miedo de perder a su consorte. Y tienen miedo porque no quieren perder la seguridad que les proporciona su presencia.

Las personas comunes y corrientes son tan inseguras de sí mismas que les da pavor imaginar siquiera que podrían quedarse en el abandono (solos o solas)… y todo por culpa del implante de limitación que llevan, como un sello en su pecho, dentro de su corazón.

Ahora, tienes que saber que esa larva o implante de limitación debe ser retirada de tu persona lo más pronto posible… recuerda que el tiempo vale oro.

Y una vez aprendas a realizar esa maravillosa tarea, te sentirás con la obligación o el deseo enorme de querer ayudar a los demás y querrás ir a quitar el implante también de su interior.

En los talleres presenciales de bioquantum le enseño a los asistentes la forma en que se realiza esa hermosa operación quirúrgica en la que, a nivel energético, se retira con mucho amor la oruga y se entrega a los maestros de las dimensiones superiores para su posterior estudio y análisis, el cual queda registrado en su expediente clínico personal.

Al mismo tiempo, una vez que se retira el implante de limitación, se procede a regenerar de manera biomolecular el corazón y luego se hace un cateterismo… esto es, un recorrido luminoso por todas las venas y arterias del sistema circulatorio para disolver cualquier tipo de tapón que pudiera existir al interior de las mismas por la grasa o colesterol acumulado, así como un centrifugado de la sangre, la elevación o disminución del número de plaquetas, etc., etc.

En síntesis, lo que va a experimentar toda persona a la que le sea retirada la famosa oruga de su corazón, será una paz interior tremenda y una seguridad en sí misma muy diferente a como pensaba y actuaba antes respecto al tema ese del miedo a la traición. ¿Te ha quedado claro?

Yo te invito a que busques la manera de asistir a un taller de bioquantum para que aprendas a retirar el gusanillo o larva de tu propio corazón y de paso ayudes de forma energética a los demás para que dejen de vivir en el miedo y la acechanza, ¿sale?




Entre otras cosas que se deben hacer a nivel energético, tanto a uno mismo como a las demás personas cuando se aprende la eficaz técnica de bioquantum, es lo siguiente:

Resulta ser que a nivel del cráneo, junto a la nuca, se encuentran alojadas unas pequeñas esferas, dentro de las cuales se guarda o almacena el acumulado de las emociones negativas que el individuo viene arrastrando desde vidas pasadas, así como las más actuales de la presente existencia.

Y por supuesto que se debe proceder de forma inmediata a limpiar las dichosas esferas, porque de no hacerlo, las personas quedarán sujetas a repetir el mismo patrón de conducta tal como lo hace una máquina computadora a la que se le programa para que funcione de esa manera.

Pero en el caso de las personas, es de suma importancia hacer un reseteo o borrado de esa programación negativa para que deje de actuar justamente en relación a ese tipo de emociones negativas que tenga acumuladas, porque nadie querrá seguir sometido al mismo código de vida equivocado, ¿cierto?

Bien pues, después de la limpieza de las esferas de las emociones, se tiene que localizar, y siempre a nivel energético, una micro membrana muy fina, la cual divide a los dos hemisferios cerebrales.

Has de saber que la susodicha división energética provoca la famosa forma de ser y actuar dual en las personas, como si tuvieran que lidiar con dos cerebros o dos mentes distintas dentro de su cuerpo y eso es muy desesperante…

Precisamente ese es el motivo principal por el que las personas no se pueden poner de acuerdo con facilidad porque mientras un hemisferio le dice “sí”, el otro le dice “no”, y el sujeto siempre estará confundido a ese respecto.

¿Que a qué me estoy refiriendo? De forma enfática te digo que estoy hablando de la toma de decisiones; algo tan importante dentro de la vida de las personas, definitivamente…

Así que, una vez se haya retirado con mucho cuidado el celofán que divide los hemisferios, la persona experimenta un cambio profundo porque los procesos mentales que antes se le disparaban sin control, se concentran y enfocan porque su confundida mente se convierte en una mente analógica y empezará de inmediato a tomar decisiones prontas y mejores a comparación de la forma en que lo hacía antes que tenía los hemisferios izquierdo y derecho de su cerebro divididos. ¿Te das cuenta?

Otro detalle importantísimo es ubicar con precisión un dispositivo energético semejante a un luminoso diamante multifacético que se encuentra ubicado en la coronilla de la cabeza…

El problema es que el común de las personas tienen desfasado o dañado ese fino diamante y no les funciona de manera correcta. Déjame te explico:

Resulta que ese diamante debería estar girando y enviando haces de luz multicolor en forma de espirales para mantener todos los sistemas vitales desde la cabeza a los pies en un estado óptimo.

Quienes no tienen funcionando bien ese dispositivo energético, el cual es como una fuente de poder o una pila que provee la energía necesaria para estar siempre vital, provoca en las personas que sean apáticas, negligentes y perezosas en todos los campos, a saber: física, emocional, mental y hasta espiritualmente hablando. ¿Lo sabías?

Lo que se debe hacer en un proceso de restauración energética con las personas es limpiarles y hacer brillar intensamente ese diamante o dispositivo energético para que empiecen a actuar de forma pro activa, y así sacarlos de la apatía, la negligencia y la pereza en que estaban metidos…

Y esto va dirigido tanto para los niños, los adolescentes, los jóvenes y los adultos, ya que todos pueden sufrir las consecuencias de ese deterioro interno. ¿Entiendes los conceptos?

En otras palabras, a mí me da la impresión que así como a los automóviles se les tiene que estar haciendo revisiones mecánicas continuas, y de vez en vez se procede a cambiar algunas partes que se dañan, citando como un mero ejemplo las bujías del motor que se carbonizan o ensucian, y que también se deben reponer los filtros de la gasolina, el aceite y el aire, de la misma manera a los humanos se les tiene que estar dando mantenimiento preventivo o correctivo ─energéticamente hablando─ por lo menos dos veces al año para que este funcione correctamente…

Y ya para cerrar esta cápsula de conocimiento, sinceramente te digo que a través de estas líneas no puedo darte mayores explicaciones a este respecto porque es información privilegiada, la cual se debe entregar en propia mano, y de labios a oído, a quienes asisten a los talleres de capacitación en la técnica de bioquantum.

La invitación que te hago es que te acerques de alguna manera para que vivas la experiencia de vibrar profundamente un evento de esta naturaleza… Gracias por tu comprensión.





La vida es un constante estado de transformación, y la muerte, por supuesto, forma parte también de ese proceso tan natural.

Es probable que pienses que te conoces perfectamente; pero de seguro no te das cuenta que a niveles internos las moléculas y partículas atómicas que componen tu cuerpo aparecen y desaparecen de vez en vez…

¿Que las moléculas y ciertas partículas subatómicas ‘aparecen’ y ‘desaparecen’ de vez en vez? Ciertamente, así mero es. En otras palabras, mientras vives, algunas “luces” en tu interior se apagan y otras se prenden de manera incesante. Vida y muerte, y muerte y vida a la vez.

De hecho, porciones infinitesimales de tu imagen corporal se desmigajan momento a momento para ser remplazadas enseguida y tú ni siquiera le dedicas un pensamiento a ese sorprendente fenómeno.

Deberías considerarte afortunado de seguir aquí, vivito y coleando, a pesar de las numerosas ‘muertes’ y ‘renacimientos’ que ocurren en tu cuerpo físico toda tu vida.

Si tus células no murieran y no fueran remplazadas, tu imagen física no podría seguir existiendo, así que, en tu actual existencia, tu conciencia también “parpadea” alrededor de tu envoltura física siempre cambiante.

Hay ritmos dentro de los cuales ocurren una infinidad de variaciones semejantes a una integración y desintegración cósmica-espacial y tú también formas parte de ellos.

Lo que tú llamarías “muerte”, no es más que una duración más larga o continuada de esa pulsación de la que no eres plenamente consciente.

Por ejemplo: la muerte del tejido físico es una parte del proceso de vida como la conoces; ya que es un segmento de la constante transformación, y siempre brotará nueva vida enseguida.

En tu situación presente consideras arbitrariamente que dependes de una imagen física dada; o sea que te identificas mucho con tu vehículo o cuerpo creyendo equivocadamente que eso es lo que eres y no es del todo cierto.

Como te dije antes, partes de ese cuerpo mueren a lo largo de tu vida, y el cuerpo que tienes ahora no contiene una sola partícula de materia de las que tenías hace diez años, ¿sabías eso?

Ahora eres diferente a como eras hace tiempo. El cuerpo que tenías hace quince o veinte años está “muerto” en una palabra…

Sin embargo, no cabe duda que no estás muerto y eres capaz de leer estas líneas con esos ojos que están llenos de materia viva. ¿Entiendes?

Ese proceso de transformación al que me refiero es tan suave que no te das cuenta que sucede realmente.

Las pulsaciones cortas las pasas por alto, pero tu percepción física no es capaz de salvar el vacío cuando ocurre el ritmo de pulsación más largo.

Y es ese tiempo, precisamente, el que percibes y has dado en llamar como “muerte”.

Es necesario que conozcas lo que pasa cuando el Ser se separa del cuerpo y no tiene una imagen más que ponerse. ¿Quieres?

Ésta que estás viviendo no es la única existencia que has tenido ni tendrás. Otra vez te digo que sólo usas los cuerpos como una prenda de vestir en cada flujo de espacio-tiempo y en el pasado has usado muchos otros.

¿Por qué no lo recuerdas? Porque no tienes la conciencia despierta.

En tu vida anterior no avanzaste más de lo que has conquistado en ésta. Lo único que utilizaste fue el cerebro de aquel entonces y sólo te interesaste por el cuerpo físico otra vez.

El detalle es que aquellos cuerpos perecieron junto con su respectivo cerebro y no recuerdas nada porque ya no están contigo ni en ti ahora.

También se debe a que supones que lo único que puedes recordar es la presente vida y olvidas la mayor parte de los días porque no los sabes “vivir” en realidad.

Al volver a morir tu cuerpo se irá a la tumba, lo sabes perfectamente; y también entiendes que con el paso del tiempo se consumirá…

El traje o cuerpo físico en polvo se convertirá pero tu Ser muy vivo seguirá.

El problema es que volverás a nacer y no vas a recordar lo que hoy estás viviendo porque tu cerebro del futuro no está aquí presente, aunque tu espíritu sí. ¿Qué será entonces lo que debes hacer?

Tus ‘creencias’ en relación a la muerte son las que cambian en gran medida esa experiencia, ya que todo lo interpretas de acuerdo a los conocimientos adquiridos, al igual que en estos momentos interpretas la vida según lo que crees que es o no posible.

Recuerda: el Ser es capaz de abandonar el cuerpo físico en forma lenta o rápida dependiendo de muchas variantes.

Por ejemplo: puede ser tan grande el pánico que tengan algunas personas a la muerte, que en un momento dado queden en estado de coma… y vaya que eso sucede muy a menudo, ¿verdad?

Por otro lado, quiero que entiendas que siempre que duermes y entras a un sueño profundo, tu Ser abandona el sistema motor que lo contiene, o sea, el cuerpo físico.

Y aunque normalmente lo hace por períodos de tiempo cortos, a veces podrían ser demasiado largos…

Cualquiera podría llegar a pensar que estás muerto, o por lo menos “en coma”, si sales del cuerpo para hacer una visita a otras dimensiones y en ese viaje te tomas uno o dos días del tiempo de la Tierra, ¿o tú qué crees al respecto?

Todavía no entiendo por qué se le debe tener tanto miedo a morir si todas las noches durante el sueño se experimenta, aunque sea en una pequeña modalidad, el mismo proceso que se da en la muerte de verdad.

Quienes en vida no hayan tenido mucho miedo de enfrentar la muerte, al dejar el cuerpo reconocen pronto su nueva situación y resignados se alejan de allí sin tanto aspaviento.

Pero los que toda su vida estuvieron bastante ‘dormidos’ de la conciencia, al desencarnar ni siquiera se dan cuenta que ellos son los muertos…

Bien se pueden pasar horas analizando su propio cadáver y hasta se admiran por el gran parecido que tienen con el difunto. ¿Te das cuenta a lo que conduce la ignorancia respecto a estos temas?



¿Sabes qué sucede después que alguien muere? Normalmente se ponen a recapitular partes de la vida que acaban de tener…

Luego entran en un pequeño período de rendimiento de cuentas donde examinan meticulosamente su nueva situación.

Escrutan sus capacidades, estudian sus puntos débiles y ven dónde tuvieron más fallas; y toman nota de cada uno de los aspectos para en su momento corregirlos.

Enseguida deciden si se toman unas merecidas vacaciones o vuelven pronto a la existencia física para resolver los detalles que les hubiesen quedado pendientes.

Así como lo fueron en vida, siguen siendo de vital importancia toda clase de emociones que el fallecido tenga, por eso, ayuda mucho que esté una comitiva de antiguos familiares y amigos esperándole en el más allá.

En caso que sus conocidos ya estén nuevamente encarnados, o hayan pasado a otros estados de conciencia, su maestro guía es quien toma el papel de alguno de aquellos para que este no se sienta solo, triste y abandonado.

Por supuesto que no todos viven la misma realidad una vez que llegan a formar parte del mundo de los muertos. La experiencia de cada quien es muy distinta. Déjame te explico…

Verás, para los que estuvieron enfocados únicamente en la parte física, y que por desgracia padecieron muchas enfermedades, se envía a estos a hospitales donde se les da el tratamiento adecuado.

¿Te preguntas por qué? Pues por increíble que parezca, después de extintos muchos siguen proyectando las mismas dolencias que tuvieron en vida. Por lo que se les debe someter a procesos de rehabilitación de tipo psicológico para hacerles entender que las creencias tan acendradas traídas del otro plano son las que les siguen ocasionando los malestares.

Puede que después de la muerte haya quienes se nieguen a creer que están difuntos y continúan enfocando su energía emocional en aquello que conocían en vida.

Si alguien estaba obsesionado con un proyecto en particular, seguro tratará de llevarlo a feliz término. Por fortuna en ese plano siempre estará su guía personal para ayudarle a entender la nueva situación, aunque puede ocurrir que esté tan absorto en su “trabajo” que no le preste la más mínima atención.

En no pocas ocasiones los muertos hasta se quejan de las supuestas intromisiones del guía y aducen que sólo obstaculizan su avance.

Quien haya estado muy identificado en vida con su imagen corporal, al morir puede que no entienda el verdadero significado de su nueva experiencia y hasta querrá meterse al cuerpo otra vez, sin darse cuenta que ya es cadáver.

Si lograra su cometido, resulta que al tratar de reactivar los mecanismos físicos se va a dar cuenta de las condiciones en que está su cuerpo y por lo menos se pegará un buen susto del que no se olvidará jamás.

Algunos lloran desconsolados sobre sus despojos si es que tuvieron un accidente y quedaron desmembrados, sin darse cuenta que en esa otra realidad están “completos”.

Quienes hayan odiado su cuerpo descubrirán después del deceso que están muy apegados a él. Caso contrario, como te decía, los que no se hayan identificado mucho con la imagen del cuerpo verán que les es más fácil aceptar su nueva situación y optarán alejarse tranquilamente del mismo.

Todas estas circunstancias pueden ocurrir o no dependiendo del individuo del que se trate. Sin embargo, inmediatamente después de abandonar el cuerpo físico, todos se encontrarán dentro de otro “cuerpo”, el cual tiene la misma forma que utilizó durante los sueños lúcidos o viajes conscientes fuera de él.

Esa forma parecerá sólida y física, pero no puede ser vista por quienes continúan vivos.

Con la ayuda de ese “cuerpo” se pueden hacer todas las cosas que se hacían en sueños como volar, traspasar objetos sólidos o trasladarse según sus deseos para viajar de un lugar a otro a medida que se está pensando en ello.

Aquí quiero destacar algo muy importante: quienes pueden percibir a los desencarnados, normalmente son personas de buen corazón; y ellos siempre se preguntarán por qué ellos y no los familiares directos son los que debieran percibir a sus propios muertos…

Si después de la muerte alguien se imagina a sí mismo como niño, adquirirá inmediatamente la forma del pequeño que fue.

Durante cierto período de tiempo va a poder manipular las formas y tomará cualquier apariencia experimentada mientras tenía conexión con la imagen física.

Quien haya muerto por ejemplo a los noventa años, y quiere percibirse con la galanura que tuvo a los treinta, así será.

De hecho, la mayoría casi siempre escoge la imagen que tenía en el momento que alcanzó su máximo desarrollo emocional sin tomar en cuenta la edad.

Y en relación a la comunicación con los vivos, se adopta la forma que se tenía precisamente cuando se mantuvo relación con quien uno se conecta…



Tal y como llevas un récord de la vida en estado consciente o de vigilia, y esa memoria le da sentido de continuidad a tu vida, asimismo dentro del estado de sueño tienes archivos igualmente vastos.

Entiende, existe una secuencia tanto en tu vida de despierto como en la que llevas durante los sueños.

Si en un momento dado no le encuentras coherencia a tus sueños, es porque una vez despierto te hipnotizas a ti mismo para no creer que tal cosa pudiera existir.

Tú mismo te encargas de descartar la probabilidad; y es que al abrir los ojos quieres siempre traducir las aventuras nocturnas en conceptos físicos e intentas hacerlas encajar en tu percepción distorsionada y limitada de la realidad que conoces.

A mí siempre me ha parecido más eficaz y creativo el humano estando dormido que despierto. ¿Por qué crees que digo esto con tanta seguridad?

Porque a la mayoría le enfada admitir que en sueños pueda hacer cosas que despierto le parecen imposibles, como eso de volar sin estar sujeto a las leyes de la física tales como la gravedad, etc.

Lo malo es que existen muchos seudo profesionales en el campo de la salud que suponen de manera inexacta que ese tipo de experiencias son simbólicas y no literales.

Yo te aseguro que todas esas vivencias, entre las que se destacan los vuelos que realizas, son más reales de lo que te puedas imaginar.

Quienes vayan por el mundo queriendo explicar por qué se vuela en los sueños, utilizando para ello complicadas teorías, seguro carecen de razón y su verdad no la sustentan, porque lo que defienden no les consta.

Para ellos puede ser conocimiento adquirido, algo que alguien más les dijo o lo leyeron por ahí y esa es su verdad, aunque sea a medias.

Quiero que sepas que cuando sueñas que vuelas ¡eso estás haciendo en realidad! No hay nada más de qué hablar.

Durante los sueños se actúa más o menos en las mismas condiciones como cuando el Ser ya no está dentro del cuerpo. Muchas experiencias que se tienen en sueños son como las que va uno a encontrar después de la muerte.

Por ejemplo: se puede hablar con familiares desencarnados, visitar el pasado, saludar a viejos compañeros de trabajo, caminar por calles que existieron hace cincuenta o más años, viajar a través del espacio sin emplear tiempo físico para hacerlo, recibir enseñanzas o enseñar a otros, hacer trabajos con sentido, solucionar problemas del diario vivir, etc., etc.

Si en la vida física existe un intervalo entre la concepción de una idea y su realización física, en la realidad del sueño no sucede de esa manera, porque allí se plasma o sucede todo de inmediato.

Para que te vayas familiarizando con la realidad que se te presentará después de la muerte, más vale que explores y entiendas la naturaleza de tus sueños ahora.

En el estado de sueño recuerdas a todas las personas, circunstancias y cosas con que has tenido alguna relación, aunque en la vida diaria no lo re-conozcas.

Dormido puedes compartir muchas cosas bellas con amigos que viven muy distantes de tu mundo y al despertar no sabes siquiera que existen.

Tus tareas físicas diurnas tienen un significado y un propósito, al igual que las aventuras que tienes en los sueños; en ambas siempre alcanzas ciertas metas propias.

La vitalidad, la fuerza y la creatividad de tu existencia física se generan en la dimensión desconocida. En sueños aprendes a crear tu realidad física de todos los días, así como después de la muerte te dedicas a planear magistralmente tu siguiente vida en el plano sublime.

Si no la has usado tú alguna vez, por lo menos habrás escuchado de otros la siguiente frase: ‘deja lo consulto con la almohada’, ¿cierto?, porque en los sueños resuelves los problemas difíciles que se te presentan durante el día.

En la vida física sólo ves lo que quieres ver; de todo el campo disponible de la realidad percibes ciertos datos que seleccionas cuidadosamente de acuerdo a los conceptos que tengas de la misma… y a final de cuentas eres tú quien crea esos mismos datos.

Por ejemplo, si crees que todo son malos, no podrás experimentar la bondad en nadie porque te estarías cerrando a ella; y los demás, a su vez, te mostrarán su peor lado.

Te esforzarás telepáticamente para no gustar a los demás proyectando en ellos tu aversión. En otras palabras, tu experiencia responde a tus expectativas.

Si estás obsesionado con la idea del mal, siempre encontrarás condiciones malignas. Si crees en el demonio, te encontrarás con demonios.

En los sueños y fuera del cuerpo físico consciente los pensamientos y las emociones se convierten en realidad sin que medie lapso de tiempo alguno.

Así que, si crees que te vas a ver envuelto en una grave enfermedad, proyectarás de inmediato la forma mental que desencadenará el achaque sin darte cabal cuenta que se trata de tu propia creación. La mente es muy poderosa y crea todo lo que cree, mucho ojo.

Cuando tengas los ojos abiertos, no des por sentado que sólo existen los objetos que percibes. Mira hacia donde el espacio parece vacío y escucha en medio del silencio.

Hay estructuras moleculares en cada milímetro de espacio vacío, sólo que no has aprendido a percibirlas. Ciertamente hay otras voces, pero has entrenado tus oídos para que no las oigan.

Deja te pregunto: si sabes usar tus sentidos superiores estando dormido, ¿por qué no les haces caso cuando estás despierto? ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa incongruencia?

Todos los acontecimientos pueden cambiarse antes y después de haber ocurrido. Los eventos y los objetos no son absolutos, son más bien moldeables; no son estables ni permanentes aunque así lo parezcan en la realidad física.

Cualquier cosa que se pueda palpar físicamente es mera proyección de una realidad mayor que viene a densificar desde dimensiones superiores.

Los acontecimientos de los que eres consciente son sólo los fragmentos que se introducen o aparecen en tu conciencia cuando estás despierto…


Después de la muerte todos los humanos pueden acceder a una variedad sin límite de experiencias de acuerdo al grado de desarrollo interno o espiritual que en vida hayan alcanzado.

La famosa reencarnación implica mucho más que la simple decisión de vivir otra existencia física.

Estás aprendiendo a crearte a ti mismo. Los conceptos “bueno”, “mejor”, “óptimo”, etc., te pueden producir cierta confusión porque estás queriendo ser cada vez tan completo como sea posible.

El experimento que transformará el mundo se basa en la idea fundamental que tú creas tu realidad de acuerdo con la naturaleza de tus creencias.

En el plano sublime, mejor conocido como la dimensión de la elección, sabes bien que tú creas tu propia existencia física tanto de manera individual como colectivamente…

Y allí te reúnes con otros que han decidido tener el mismo tipo de experiencia para la firma de contratos.

Así es como comienza la gran aventura cooperativa a medida que se alistan todos los involucrados para encarnar en conjunto.

Hablando de tiempo físico, hay quienes podrán tomarse siglos en elegir, mientras que otros lo hacen en unos cuantos años nada más.

Pero desde siempre se han registrado casos excepcionales en los que alguien regresa rápidamente a otra existencia física en sólo horas de haber fallecido.

Se trata de hechos causados por un deseo obsesivo de volver a la vida física por un propósito especial donde en cuanto se descarta el cuerpo físico viejo se renace en uno nuevo para terminar algún trabajo importante que quedó sin concluir.

Un verdadero trabajo interno-creativo hace que te involucres en diferentes procesos cooperativos en los que aprenderás a profundizar en otros flujos de conciencia.

Así conseguirás percibir la existencia de muchas más dimensiones que las que conoces. Por esta y otras razones, la parte creativa de tu Ser es multidimensional.

Su origen no tiene lugar en una sola dimensión, sino en varias, y tiene el matiz de la multiplicidad desde su propio origen.

Ese trabajo y función de la creatividad te está recordando que tu realidad es multidimensional.

Así que, la ley del ‘autoconocimiento’ deberá tener a partir de ahora un significado mucho más amplio del que tenías antes. Autoconocimiento es lo mismo que extraer de tu interior la información contenida desde el origen de los tiempos…

De hecho, sé que cuando estás solo puedes conocer algunos de esos flujos de conciencia de los que hablo.

A veces oyes palabras o percibes imágenes que pudieran estar fuera de contexto en tus pensamientos, y que de acuerdo con tu educación, creencias y formación puedes interpretarlas de muchas maneras.

Sin embargo, en muchas ocasiones pudiste haber sintonizado inadvertidamente con uno de esos flujos de conciencia y pudiste haber abierto momentáneamente un canal a otros niveles de realidad en que habitan otras partes tuyas.

Algunos de esos flujos pueden incluir pensamientos de lo que tú llamarías un “yo reencarnado”, pero enfocado en otro lugar o periodo de la historia como la conoces.

También podrías «pescar» un acontecimiento en el que estuviese involucrado un yo probable de acuerdo con tus inclinaciones, tu flexibilidad psíquica, curiosidad y tu deseo de conocimiento.

En otras palabras, puedes ser consciente de una realidad mucho mayor de la que conoces, usar capacidades que no sabes que posees y conocer más allá de toda duda que tu conciencia e identidad propia son independientes del mundo en el que estás enfocando ahora tu atención principal.

Esas otras experiencias ─que no dejan de ser tuyas─ siguen alegremente su curso aunque estés despierto o dormido, aunque normalmente las bloqueas cuando estás despierto.

En estado de sueño eres mucho más consciente de ellas, lo que pasa es que en el proceso final del sueño con frecuencia enmascaras las experiencias psíquicas intensas y lo que recuerdas es sólo parte del final.

Ese recuerdo último convierte la experiencia principal en algo que sea lo más parecido posible a los términos físicos y queda totalmente distorsionado.

Cuando no quieres recordar un sueño en particular, tú mismo censuras la memoria.

Incluso tú mismo te puedes sorprender en el acto de suprimir deliberadamente el recuerdo de un sueño.

Aquí es donde disfrazas apresuradamente la experiencia con ropas lo más parecidas posible a las físicas.

Eso lo haces porque no quieres aceptar que la experiencia no es física.

No todos los sueños son de esa naturaleza; algunos tienen lugar en áreas mentales conectadas con tu actividad diaria por lo que el proceso del ocultamiento no es necesario.

Quiero que te quede claro lo siguiente: en niveles muy profundos de tus sueños entras en comunicación con otras partes de tu identidad y con las otras realidades en las que también existes.

En ese estado te dedicas a trabajos y labores que pueden estar conectados o no a tu interés tal como lo conoces…

Aprendes, estudias, juegas; haces cualquier cosa excepto dormir, según la idea que tienes del término.

Te pones muy activo; te ocupas en el trabajo de fondo, en el verdadero núcleo de tu existencia.

Permíteme señalar que aquí lo que ocurre sencillamente es que no estás inconsciente. Sólo lo parece, ya que por regla general no recuerdas nada de eso por la mañana.

Sin embargo hay quienes se dan el lujo de ser parcialmente conscientes de esas actividades, y también existen métodos científicos que te permitirían recordarlos hasta cierto punto.

Tu Ser o conciencia abandona siempre tu cuerpo cuando estás dormido.

Te comunicas con personas que conociste y que están en otros niveles de realidad, y lo que es más, mantienes y revitalizas creativamente tu imagen física.

Procesas la experiencia diaria, la proyectas en lo que tú piensas es el futuro, escoges entre un infinito número de acontecimientos probables que vas a hacer físicos y comienzas los procesos psíquicos que los traerán al mundo de la sustancia.

Al mismo tiempo haces que esa información esté disponible para las demás partes de tu identidad que habitan en realidades diferentes y recibes de ellas información de manera recíproca.

Y no es que pierdas contacto con tu “yo” ordinario despierto, sencillamente no estás enfocado en él porque centras la atención en otra parte.

Durante el día simplemente inviertes el proceso. Si miraras tu ser normal diario desde el otro punto de vista, encontrarías a tu ser físico despierto tan extraño como encontrarías al ser dormido.

Pero bueno, sigo sosteniendo que tú dormido tienes mucho más conocimiento que estando despierto, por muy orgulloso que estés de tu cuerpo físico diurno.




En la vida presente no sólo enfocas un alto porcentaje de tu parte consciente en el cuerpo físico, también inviertes otra porción de tu atención en una frecuencia de acontecimientos que en este plano se interpreta como “tiempo”.

Sabes lo que sucedió en el pasado por lo que cuenta la historia, por lo que viviste y por eso das crédito a su existencia; pero desconoces casi en su totalidad lo que sucede con el tiempo futuro.

Seguro estoy que en cierto momento tendrás acceso a la ‘historia del futuro’ aquí, en tu propio presente, al modificar algunas de las reglas del juego que aceptaste jugar en este planeta.

En otros niveles de realidad ─dimensiones─ las reglas son muy distintas.

Por ejemplo, después de la muerte siempre se está bastante abierto a la percepción, y el futuro aparece tan claro como el pasado mismo.

Sin embargo no hay un sólo pasado; eres tú quien acepta como real sólo cierta clase de acontecimientos y por eso acabas menospreciando otros.

Tu cuerpo es una manifestación de la realidad que estás viviendo ahora, pero también tienes otras formas en las demás realidades. Insisto que tu “yo” actual es sólo una pequeña porción de tu identidad total.

Fíjate que a veces te sincronizas con esos otros flujos de conciencia sin advertir que lo hiciste.

¿Que por qué llegas a coincidir con ellos sin darte cuenta? Pues porque son parte del mismo ‘río de identidad’ por el que todos tus yoes se interconectan.

No estás separado de tus otros flujos de conciencia de ninguna manera; lo que ocurre es que tu enfoque es tan reducido que se cierra a ellos, así como a los acontecimientos que les conciernen.

Si imaginas tu flujo de conciencia transparente, aprenderás a mirar a través de él los otros planos de realidad. Inténtalo y verás los resultados sorprendentes.

La información que te estoy proporcionando servirá para que amplíes la comprensión de lo que se está desplegando en tu conciencia perceptiva porque va mucho más allá de lo que tu mente analítica puede comprender por sí sola.

Únicamente te pido que a medida que leas estas palabras te abras para que recibas un conocimiento más profundo en el proceso de enseñanza que estás empezando y que continúe hasta que lo domines en su totalidad.

Todo lo que ahora está sucediendo con tu persona, y que afecta para bien o para mal al planeta, tiene un origen misterioso y probablemente te sea difícil entenderlo.

Aunque es tan simple como que cada quien está haciendo lo que vino a hacer según el plan magistral que cada uno diseñó antes de la presente vida.

Así que todos estamos situados exactamente donde nos corresponde para contribuir a la rica mezcla de experiencias que se está desarrollando.

No existen las malas creaciones; porque cada supuesto mal forma parte de todo aparente bien.

En otras palabras, cada actor es necesario para que se complete la comedia o experiencia de la vida.

Cada acontecimiento contiene todos los elementos para su realización y toda la serie de mecanismos está entretejida e interactuando de forma que aún no terminas de comprender con la mente, pero tu corazón siente la verdad de esto y esa comprensión te permitirá abrirte a un mayor potencial.

Yo veo a la mente cósmica como la matriz que contiene todas las cosas que han sido y que serán…

Y cada cosa o acontecimiento que surge de ese vacío potencial contiene dentro de sí mismo todos los elementos para su realización.

También puedo ver cada acontecimiento como un pensamiento del Creador para y por sí mismo, porque explora con ello todas las posibilidades disponibles que, se me antoja, son siempre infinitas.

Sé muy bien que el Creador desea experimentar todas las posibilidades y consigue hacerlo a través de sus creaciones al ponerlas a interactuar entre sí. ¿Captas la idea?

La interacción de la que hablo es la vida en el planeta, y que incluye a las plantas, animales y personas en general.

A mí se me ha hecho saber una cantidad enorme de veces que la divinidad no juzga sus creaciones como buenas y malas porque se expresa a través de ellas. Y habiéndolo hecho de esa manera, las considera correctas todas.

Las creaciones existen para satisfacer el deseo de conocerse el Creador a sí mismo a través de sus propias manifestaciones.

De hecho, tú mismo eres una expresión del Creador buscando un polo particular de expresión, ¿positivo, quizás? Mientras otros se encuentran en la búsqueda del polo opuesto y, te aseguro, desde la perspectiva del Creador, aquéllos otros son tan “buenos” como tú.

Todo lo que eres y todo lo que has sido está dentro de tu plan maestro de vida; y eres el único responsable de tus obras así como de las decisiones que tomas durante la existencia.

Cada una de tus actitudes y pensamientos tienen que ver con el proceso de descubrir quién eres, por qué estás aquí y a dónde vas.

Y como eres un aspecto del Creador, le provees al mismo una experiencia particular a través de tu percepción como un aspecto individualizado de éste.

Aquello en lo que te contemples a ti mismo en eso se convertirás, pues eres parte del Dios escondido detrás de la máscara de humano que usas.

Tu verdadera identidad no es tu cuerpo, este se creó a partir de lo que tus padres te dieron con su unión carnal; pero no eres tú. Lo que tú eres es algo invisible y no tangible.

Tu cuerpo es luz, aunque está vibrando en una frecuencia más lenta que la luz, por eso densificó en materia.

Si quieres encontrarte a ti mismo tienes que mirar hacia lo invisible, contemplándote más allá del cuerpo.

Observa tus pensamientos y dirige tu conciencia hacia el interior. Deja que fluya libremente tu Ser a través de todos los poros de tu piel.

Cuando te conozcas a ti mismo sabrás quién es el que ha creado todos los destinos que has vivido.

Toda tu felicidad, así como la infelicidad, son cuestiones de elección propia y no de terceras personas.

Por favor no le entregues a otros la llave de tu felicidad. Mejor aduéñate de ti mismo. Empodérate… que nadie más sea tu amo.

Las órdenes hipnóticas que la sociedad quiere imponer en ti cada día déjalas sin efecto por medio de una ‘contra-orden’ tuya…




Tanto el pasado, el presente y el futuro, son una mera ilusión que se vive dentro de la tercera dimensión.

La región en que nos movemos —el plano material— es un marco de tiempo de todo lo que ves, y fue necesaria su creación para poder impulsar la existencia del velo…

En realidad se llama el “velo del olvido”; y es una de las reglas del juego que tú conscientemente te sometiste a jugar aquí en la tercera dimensión.

Ese famoso velo, por fortuna, sólo existe en este marco lineal y en ningún otro.

Me comprometo a hablarte acerca del tema del velo de manera profusa en otra ocasión.

En estos momentos prefiero que sepas que, todo lo que existe en el mundo material se ubica precisamente en este espacio-tiempo para que pudieses experimentar la energía de manera finita.

Sin embargo, te aclaro que todas las formas físicas habidas y por haber son infinitas… son energía coagulada o cristalizada.

En otras palabras, creas tu propio entorno cuando tomas la energía infinita y la transformas en finita a través de tus pensamientos e intención.

Por medio de tu prodigiosa mente tienes la invaluable y eterna capacidad de crear todo lo que puedas pensar.

El propósito esencial de mi trabajo es ofrecerte enseñanzas para que te beneficies con ellas una vez las apliques en tu vida.

Te comparto esta información sabiendo que te ayudará a abrir las puertas necesarias que te conducirán hacia una nueva realidad.

Hoy en día todo es diferente; y la clave principal de la vida superior es que tú eres un verdadero creador de milagros.

Hacer milagros no es exclusivo de los santos. Es simple, mira, sólo tienes que entender que, mi-lagro quiere decir: mi logro. Eso es, ‘tu logro’.

Lo que tú decidas hacer, y lo logres, a final de cuentas es un milagro; un logro muy tuyo.

En tu interior bullen todas esas habilidades de forma innata, nada más tienes que dejarlas fluir con entera libertad.

Fueron las limitaciones y condicionamientos de la vida quienes te hicieron olvidar y te distanciaron de lo realmente creativa y poderosa que es tu esencia.

A lo anterior he dado en llamarle “hipnotismo colectivo puro”, y de ninguna manera me equivoco.

Aquí mismo pongo a tu disposición el mejor método para que puedas salir de esos estados de trance hipnótico y manifiestes cuanto antes tu nueva realidad.

Son pasos muy sencillos que hay que seguir. Lo primero es que sepas qué quieres hacer de tu vida; qué quieres crear.

Porque crear es creer, y creer es crear. No permitas caer otra vez dormido de la consciencia por lo que en el pasado se dijo: “ver para creer”, porque a la humanidad le ha hecho mucho daño esa terrible orden hipnótica.

Yo más bien te propongo lo contrario: “creer para ver”, y con eso rompes el hechizo de aquella expresión tan antigua.

Cree en ti y verás los resultados. No necesitas creer en nadie más que en ti mismo.

Toma en cuenta que cualquier cosa en la que decidas invertir tu energía y tus deseos, se convertirá, mágicamente, y más pronto que tarde, en un sendero de vida cargado de especial significado para tu persona.

Que desarrolles tu poder de crear es verdadera realización, y forma parte de tu evolución o crecimiento interno, no lo olvides jamás.

Los deseos y los sueños llegan hasta ti porque son inherentes a la necesidad que tu Ser tiene de crecer, aventurarse y ser creativo.

Un deseo es el ansia que tiene el Ser de experimentar ciertos sentimientos y emociones físicamente.

Un “sueño” se produce cuando tus deseos se vuelven tan fuertes que llegan a ser una fuente continua de intención, aspiración y concentración.

Todos los deseos son mensajes que recibes del Ser acerca de determinados senderos de desarrollo y exploración. Y eres tú, el Ser encarnado en un cuerpo físico, quien tiene el poder de decidir qué sueños y qué deseos dejas a medias o llevas a feliz término…




Uno de los inconvenientes en este tiempo es que, debido a que la energía es una excelente conductora ─y a ti se te hipnotizó para que pensaras de manera controlada o sin plena libertad─, “diseñas” a tontas y a locas tantas opciones de creación a la vez que no puedes retenerlas todas en tu mente el tiempo necesario.

Parte de la programación en tu cerebro es que muchas de tus ideas deben parecerte demasiado buenas para ser verdad y por eso te olvidas de ellas con facilidad.

Por supuesto que aquellas que pudieron haber sido muy buenas ideas para manifestarse a tu alrededor se van cuando las sueltas y terminan diluyéndose en el éter que vibra incesante sobre tu cabeza.

La recomendación que te hago en estos casos es que seas más selectivo. Elige bien lo que deseas manifestar en tu entorno porque aún no aceptas que tienes la capacidad de hacer muchas cosas a la vez.

Eso con el tiempo lo desarrollarás. Por lo pronto concéntrate y haz de principio a fin una cosa a la vez… sólo una cosa a la vez.

Ah, es muy importante que tomes en cuenta esto: el aspecto creativo del Ser es holográfico, no lingüístico. Este responde y funciona mucho mejor con una insinuación visual que con las demás formas como el lenguaje verbal, etc.

Tu papel en estos precisos momentos consiste en que seas capaz de hacer uso de lo que se te ofrece desde los reinos energéticos en respuesta a los deseos que tienes momento a momento… los que estás teniendo ahora mismo y también los que tendrás.

Te recomiendo abras un archivo en tu mente y empieces a planificar el modo en que quieres que se manifieste tu sueño, de esta manera comenzarás a crear bases o estructuras sobre las que concretarás tus ideas.

Muchos de tus sueños (deseos) fracasan en la última etapa porque de repente pierdes el interés, ¿te has dado cuenta?; te desilusionas, te desenfocas y comienzas a soñar otra cosa, iniciando por consiguiente un nuevo ciclo de manifestación.

Te recuerdo que los ingredientes secretos para que puedas crear a plenitud son la diversión y la gratitud.

Disfruta al máximo lo que estés haciendo. Experimenta todo el placer que puedas y genera una hermosa sensación de logro con cada pensamiento que tengas para que este se concrete rápido y bien.

Jamás olvides que la diversión y la gratitud te asegurarán el éxito.

Tu mente por desgracia se mueve casi siempre en el campo de lo conocido, y yo te digo que mientras te manejes dentro de ese reducido espacio, jamás podrás experimentar lo desconocido.

¿Y qué es lo desconocido? ¡Lo desconocido es la verdad!, nada más y nada menos que la ‘Verdad’. Aquello que es conocido no es exactamente lo real.

Ciertamente es una verdad, pero virtual o limitada. La verdad no es una recompensa, es una finalidad.

Para que surja frente a ti la verdad debes desarrollar en su totalidad la percepción. Tienes que percibir, sí, pero sin juzgar y sin optar.

Se trata que te des cuenta cabal de tus actos, de todos tus pensamientos y de tus respuestas relativas sin condenación, sin identificarte ni negar, para que tu mente empiece a comprender todo pensamiento y toda acción sin juicio alguno.

Sería infructuoso que buscaras la Verdad sin ser perceptivo en el presente inmediato, en el Aquí y Ahora.

Para que comprendas la realidad debes conocerla directamente.

Empieza por descubrir el valor de tus ideas, de tus relaciones y de las cosas con las cuales te ocupas.

Para que un día llegues lejos tienes que empezar primero desde lo más cerca, esa es una máxima de todos los tiempos.

Jamás conocerás la verdad si tu mente se halla confusa, condicionada o limitada. No caigas en especulaciones porque a nada bueno te conducirán.

Dicen los maestros de las dimensiones superiores que el mundo ‘conocido’ para los humanos no pasa de ser el 5% de lo que hay en el universo infinito, por tanto, quien no haya ido más allá de los límites del planeta en que vivimos, y que quienes no hayan visitado conscientemente las dimensiones invisibles, les falta por conocer la exorbitante cantidad del 95 restante… ¿Cómo la ves?

Eso quiere decir que en el momento que empieces a llevar información de calidad a tu conciencia en ese instante iniciará el proceso de sanar la terrible enfermedad de la ignorancia.

¿Sabías que quienes padecieron alguna enfermedad grave han podido conectarse más rápido con su Ser, mientras que otros tantos perdieron esa habilidad precisamente cuando se creyeron adultos?

El hermoso sentido de sorprenderte y maravillarte que tenías cuando eras pequeño fue desplazado por la preocupación de cómo te ves, si estás ganando lo suficiente, qué opinan de ti los vecinos, etc., porque ahora te crees ya ‘mayor’ y temes hacer el ridículo.

Qué feo está eso, así demuestras que no vives para ti mismo sino para los demás.

Espero que no te dejes llevar (controlar) por las circunstancias y lo que dicta la sociedad en que te desenvuelves; lucha mejor por encontrar la hermosa libertad de vivir.

Empieza valorando tu presente y experimenta cada momento como el más hermoso de cada día.

Te recomiendo dediques más tiempo a las personas y a las cosas que amas y menos a aquello que no te brinda felicidad.

Ya no tienes más tiempo para seguirlo perdiendo, ahora debes ponerte a trabajar seriamente en ti mismo; has rebasado el punto matemático del ‘no retorno’ y la disyuntiva que se te presenta es seguir adelante o seguir adelante, no hay más.

Si piensas en un inmenso mar, tendrás un modelo ideal para lo que estoy diciendo. En su superficie, por ejemplo, encontrarás las aguas agitadas por la acción del viento, a veces calmo, a veces tempestuoso.

Lo mismo sucede en el entorno de tu vida cotidiana cambiante e impredecible, la cual puede ir de la plácida calma a diversos grados de inestabilidad, tensión y crisis total.

Pero si bajaras a lo profundo del océano, descubrirías una completa ausencia de turbulencia y un relajante silencio…

Por eso, si te apartas del mundo ordinario y te sumerges en tu propio interior, ya sabrás lo que te espera.

Dentro de tu corazón encontrarás una grata presencia de poder y una profunda y tranquilizante sensación de liberación.

Hazlo, no te quedes con las ganas. Tienes que ir de las palabras a los hechos. ¡Adelante!




Tu tarea en todo esto es prepararte para recibir los cambios con tanta gracia y serenidad como puedas…

Si tomas las cosas con intransigencia, sólo agravarás la situación y aumentarás el malestar mismo.

¿Sabes cuál es tu trabajo en este mundo y en este momento? Crear el puente energético que te conduzca hasta el lugar de tu origen verdadero.

Tu Ser ‘encendido’ se convertirá en una potente luz, cual faro que ilumine tu propio camino y el de muchos otros que te seguirán.

Podría parecerte en cierto momento que no estás haciendo nada de provecho, pero si prestas atención a tu transformación reconocerás que estás transmitiendo una “señal” diferente de aquellos a tu alrededor que todavía siguen ciegamente los caminos de la vida hipnótica colectiva.

Desde ahora estás encarnando la luz superior. Posiblemente experimentes ciertas incomodidades a medida que tus antiguos apegos y condicionantes que no estaban en armonía con tu Ser sean depurados de tu memoria celular y de las circunstancias de tu diario vivir.

Creo que este es un buen tiempo para que vayas simplificando tu vida. Si hay caos y desorden a tu alrededor, qué tal si te deshaces de una vez por todas de ese desbarajuste que traes.

Dile adiós a todas las cosas que ya no te sirvan con agradecimiento por lo que un día representaron, energéticamente hablando.

Mide tu capacidad de deshacerte de todo lo que ya no tiene más valor para ti. Verás cuánta paz eso traerá para tus adentros. Renuévate sacando toda la basura física que sólo te ata al pasado como meros recuerdos.

Día con día seguirás cambiando y tus gustos e intereses también se transformarán.

Quizá con el tiempo te sientas atraído hacia algo y poco después lo des por terminado, sin reproches.

Acepta el proceso y muévete suavemente a través de él tratando ligeramente esas cosas que se presentan en tu vida.

No te tomes las cosas tan a pecho como antes lo hacías. A partir de ahora nada será igual. Estás cambiando constantemente, y a medida que las cosas mejoren te harás experto en deslizarte sobre la gran ola del cambio.

Conforme avances dentro del tiempo, gradualmente dejarás de preocuparte acerca de dónde vas y cuánto has recorrido.

Muy pronto descubrirás la fuerza de resistencia que se oponía a tus buenos deseos y también poco a poco tus apegos a las cosas vanas irán desapareciendo.

Deja a todos que hagan lo suyo por sí solos. Si los demás están muy identificados con su forma de ser, permíteles seguir de esa manera.

Ellos también recibirán lo que es perfecto para sí mismos. Este es un trabajo individual basado en el amor y el respeto porque cada quien elige lo que cree conveniente.

Tú responsabilízate por tus propias elecciones y deja a los demás que tengan el mismo privilegio.

Cuando te descubras ensimismado, en medio de un monólogo que no te conduce a nada bueno, interrumpe tu charla interna diciendo en voz alta, “Eso era entonces. Ahora es esto”. ¡Y vuelve de inmediato al presente!, siendo capaz de elegir algo más pero en el momento presente.

Cuando dices la palabra “ahora,” traes tu atención al presente. Di “ahora” en voz alta, ahora mismo. Siente el ahora. ¿Qué está pasando realmente ahora? No lo que pasó antes, no lo que podría pasar después.

¿Qué está pasando realmente ahora? ¿Ves cómo tienes el mal hábito de ausentarte? Cultiva la práctica de vivir en el ahora haciéndote consciente del lugar, la fecha y la hora en que estás vibrando.

Vive cada momento como el único que existe. El ahora es el lugar ideal en el que puedes crear o elegir algo. El ahora es todo lo que realmente tienes.

Al decir la palabra “momento,” será conveniente definir lo que te quiero decir. Un momento es un evento que surge de la matriz de la Mente Infinita.

Contiene todo dentro de sí para su natural cumplimiento y realización. No está medido en horas, minutos ni segundos.

Es una unidad de experiencia que puede ser muy corta o muy larga, según la percepción que tengas.

Tú puedes sentir cuando un momento empieza y por supuesto también puedes sentir cuando termina. Cada momento tiene un principio, un intermedio y una conclusión… al igual que un libro.

A mí siempre me ha quedado claro que la Creación se diseñó para reflejar la capacidad del Creador mismo.

Quien creó es la fuente de la fuerza vital, el principio ordenador que actúa sobre la matriz de la mente universal y es lo que a su vez le da forma a todo lo creado.

Por desgracia el diseño original del ser humano fue manipulado en un pasado remoto y se te ha dado a ti, precisamente, la bendita tarea de recuperar todo lo perdido y regresarlo a su estado primordial.

En este punto del tiempo también es de relevante importancia restaurar la biodiversidad del planeta con sus infinitas formas de vida.

Pero, ¿qué es lo que ha cambiado?, te preguntarás.

Para empezar: tus hélices del ADN, que son las que contienen los códigos que hacen funcionar todos tus procesos corporales; por tanto, debes restaurarlas cuanto antes y elevarlas a su antigua frecuencia.

También tienes que eliminar de tu sistema autónomo las formas de pensar entrópicas de separación que fueron instaladas en tu interior y que te afectan sobremanera.

Por ningún motivo debes pasar por alto cambiar los implantes de limitación o patrones alojados en tu memoria celular, los cuales provocan las enfermedades y la muerte.

Así que, cuando restaures todas esas porciones de ADN que un mal día quedaron desconectadas y sin actividad alguna, traerás como consecuencia el despertar de tu conciencia.

La “desconexión” es lo que te mantiene sometido hasta ahora en el trance hipnótico del que te he venido hablando.




Si pudieras ver tu cuerpo de luz emitiendo impulsos eléctricos por medio de delicadas fibras que te interconectan hasta tu Fuente misma, de seguro no pararías de trabajar hasta lograr tu cometido de regresar al punto de partida original.

Para que puedas restaurar tus canales de energía pongo a tu alcance el producto de mis investigaciones en las dimensiones superiores.

Apoyándote en esta información tendrás la oportunidad única de estimular tu conciencia para que despierte de una vez por todas.

Al final sé que serás capaz de desprender de tu persona ─y lo que te rodea─ cualquier cosa que no esté en resonancia con el proyecto inicial por el que fuiste creado. ¿A qué te suena la invitación?

Aunque te quiero compartir algo: estudiando profundamente la psicología humana, me he dado cuenta que la mayoría tiene problemas al querer interpretar la información que recibe de parte de terceros…

¿Será el lenguaje el problema? ¿O será que todos tienen información previa en su bagaje intelectual y esto mismo hace que se dispare un absurdo proceso mental que ‘filtra’ todas las palabras que escucha?

Verás, en toda comunicación el Ser procesa un flujo de energía el cual pasa a través del cerebro. Por medio de un complicado mecanismo este origina un pensamiento y es traducido enseguida a palabras…

Luego la boca las emite y se convierten nuevamente en imágenes holográficas (pensamientos) cuando la mente de nuestro interlocutor capta con sus oídos los sonidos guturales.

El detalle es que todos interpretarán de manera distinta lo que oyeron.

Ahora, para que un día el humano pueda generar una comunicación por medio de transmisión de imágenes tendrá que esperar a que su cerebro esté debidamente preparado para tal efecto.

¿Cómo? Elevando primeramente la frecuencia del cuerpo; y una vez que se sube la vibración del cuerpo, el cerebro se traslada a una frecuencia más alta y la energía y voluntad fluyen con intensidad por dentro y por fuera de la persona.

Cuando alguien se concentre en algo ─imaginándolo nítidamente en su cerebro, con lujo de detalles─ podrá enviarlo sin interferencia y sin escalas a la mente receptora de otro y entablarán una comunicación sin palabras.

De la misma manera si tú te concentras en algo, visualizándolo en tu mente, y le suministras la dosis exacta de emoción, manifestarás de inmediato tu pensamiento en una acción, cosa o circunstancia a tu alrededor.

A eso se le llama “física cuántica”. Por tanto, te pido encarecidamente que entiendas que debidamente enfocada tu conciencia y, sumándole la intención necesaria, con eso crearás una nueva realidad transformando la ya existente.

La energía es la ‘servidora’ de los pensamientos. El pensamiento, la energía y la emoción juntos colapsan el mundo subatómico en una realidad de partículas creando campos magnéticos que atraen hacia ti lo que deseas.

Pero si tú dices: «no puedo, es muy difícil, voy a fracasar, es que no tengo»... Por supuesto que eso es lo que conseguirás.

Hasta en esos casos aplica la física cuántica, ¿por qué no? Lo más sorprendente es que tú mismo creas tus propios obstáculos en la vida y no te das cuenta. ¿Te ha quedado claro?

El principal conflicto de casi todos los humanos es que están hipnotizados y viven presa del olvido, la amnesia y la ignorancia acerca de su origen y su destino.

Tú, como viajero cósmico, te identificaste tanto con el plano de existencia físico que ahora rechazas tu principio divino.

Te has convertido en un extraño para ti mismo y buscas el sentido de la vida de manera externa.

Al hacer eso estás alejándote de cualquier posibilidad de liberación.

Por eso te pregunto: ¿Cómo puedes hacer entender a una persona hipnotizada que está en trance? ¿Cómo? Y por desgracias ese eres tú.

Lo que se vuelve una situación indeseable es que permanezcas en ese estado de ignorancia y negación de tu naturaleza y destino verdaderos.

A veces pienso en lo absurdo que se torna discutir acerca de tus limitaciones, cuando tú mismo eres quien las ha creado.

A eso le llamo “autosugestión”. Tu propio destino es tu vida. Tienes que ver ─ya despierto de la conciencia─ lo que creaste… a lo que estabas adherido emocionalmente.

Tienes que adueñarte de esa emoción y seguir adelante creando nuevos paradigmas.

El sendero hacia la iluminación es el viaje de la evolución. Aquel que te llevará de regreso al punto de partida original.

Cuando lleves a cabo esa tarea cumplirás el mandato por el que pediste venir a la Tierra a hacer tu ‘maestría’ de vida.




¿Por qué no sabes quién eres, de dónde vienes y por qué y para qué estás aquí?

Simplemente porque no te has quedado en paz el tiempo suficiente para descubrir lo que hay adentro de ti.

Verás, cuando llegas aquí, no tienes memoria, puesto que estás atrapado en la personalidad que pertenece al cuerpo físico de ahora.

Lo único que tienes que hacer es volver tus ojos hacia dentro para encontrar todas las respuestas a los misterios que embargan tus sentidos.

Cuando tienes un deseo fuerte, tu alma, conciencia o Ser cambia la programación de las células aumentando la frecuencia vibratoria en ellas.

Pero has de saber que eso sucede sólo estando en completa paz…

Si tratas arduamente de ser algo, lo único que consigues es ser muy arduo… por el esfuerzo que expulsas desde el interior.

Jamás pierdas de vista un ideal ni olvides la sensación de aquellos momentos cuando te encuentres dentro de ti mismo o fuera de tu cuerpo.

Tu espíritu es “grande” cuando eres niño, y se expresa en todas partes.

Pero a medida que empiezas a formarte opiniones sobre el mundo, tú mismo te encargas de hacerlo más y más pequeño porque de manera inconsciente le restas la importancia que tiene al no saber de su existencia.

Yo digo que estás aquí para crecer en conocimiento y hacer de él una verdad.

Estás aquí para vivir, no para tenerle miedo a la vida.

Estás aquí para utilizar tu cerebro en la creación de pensamientos y conquistar tu propia ignorancia.

Tienes que ser superior a tu cuerpo y a tus prejuicios, y ser más grande que tus carencias.

Cada día de tu vida ha sido aquello que se llama el “producto” de la manera como has estado pensando de instante en instante.

Olvidaste tu divinidad y quedaste atrapado en tu cuerpo físico, tu yo material.

¿Qué importancia reviste que vivas dentro de ese cuerpo? ¿Por qué sigues atrapado en él?

Y cuando puedas salir de él, ¿cómo evitarás volver a quedar sujeto a sus limitaciones?

Porque de seguro tendrás ese cuerpo hasta que hayas desarrollado tus capacidades espirituales más allá del mero nivel físico, ¿o tú qué crees?

¿Qué es tu ADN? ¿Cómo sabe él la manera de crearte? ¿Quién es responsable de su organización?

Porque cada pensamiento que has tenido, cada temor que has experimentado, cada deseo, traición, sentimiento, gozo, y cada momento de tu vida, es una emoción que ha dejado huella en tu ADN.

Recuerda que es la emoción misma la que cambia la espiral del ADN.

Quien es débil de espíritu está supeditado a ese destino.

Debes de saber que la genética del cuerpo se alimenta de la espiritualidad.

Porque cuando tomas nuevamente un cuerpo lo único que tienes para que te enseñe es el medio ambiente y la necesidad de sobrevivir…

Ah, sí, pero también la única limitación que tienes para experimentar las cosas radica en la capacidad que tengas de imaginarlas.

El Ser te impulsa siempre para que evoluciones y te expandas en ti mismo; esa es la verdadera intención de que hagas conocido lo desconocido.

Que vivas como el Ser que eres para que crezcas y te fundas contigo mismo, ocurrirá cuando se cristalice en experiencia viva la filosofía que te entrego por medio de esta enseñanza…

Y también cuando comprendas a plenitud y en conciencia que eres una excelsa entidad energética y material que está creando de instante en instante su destino, afectando enormemente la realidad actual con las decisiones que tomas.

En palabras más simples, puedo ver que la vida pone frente a ti un sinnúmero de opciones y a final de cuentas eres tú quien resuelve lo que más le conviene.




Si una persona no tiene experiencias conscientes fuera del cuerpo en su ajetreada vida es porque ha creído que de ninguna manera se puede abandonar el cuerpo.

Todos deberían saber que ese tipo de experiencias ─que se dan durante el sueño─, terminarían familiarizándolos con la comprensión de las circunstancias con que se van a topar después de la muerte.

Y aquí insisto: en cierta manera tu existencia física es el resultado de una sugestión hipnótica que alguien más ha ejercido en ti, y para colmo, día a día practicas en tu persona la autosugestión porque al despertar te sigues creyendo como verdad algo que pudiera ser sólo ilusión.

Te recuerdo que mientras estás “despierto” tienes alucinaciones y no te das cuenta que lo son.

Ese mismo tipo de visiones o intensas autosugestiones simbólicas te ocurren también en tus estados normales de sueño.

Todos esos acontecimientos psíquicos y psicológicos tan significativos, dotados por supuesto de una gran carga, te sucederán antes, durante y después de la muerte por tu estado de inconsciencia cotidiano.

No me gustaría saber que después de muerto siguieras sometido a la misma ‘organización’ que conociste en el mundo de los vivos. Por eso, ¡tienes que despertar ya!

En planos superiores la comunicación se da por medio de imágenes térmicas electromagnéticas, y cada una de estas es capaz de trasmitir el significado de mil palabras en una sola secuencia.

La intensidad de la comunicación depende de la emoción que la produce.

En aquellas dimensiones se tienen experiencias emocionales intensas, porque son menos limitadas y mucho más amplias.

En esas regiones se es más libre de poder sentir y experimentar porque no se tiene tanto miedo de ser inundados por los sentimientos físicos.

Allí da frutos incluso hasta el más pequeño de los pensamientos; se explora la más mínima posibilidad, se examinan concienzudamente las probabilidades y se consideran todos los sentimientos a través de su intensidad.

Todos tenemos sentidos superiores a los cinco físicos conocidos que hasta cierto punto se utilizan, aunque el humano común no es plenamente consciente de hacerlo.

Lo rescatable es que en las otras dimensiones se usan con bastante libertad.

Cuando logres percibir otros entornos diferentes al que transcurre la existencia verás una situación sin camuflaje en la que los acontecimientos y las formas son libres y no estarías atascado en este molde de tiempo que conoces.

Por ejemplo: verías tu habitación no sólo como un conglomerado de algo que parece el mobiliario, sino que podrías constatar la incesante danza de las moléculas y demás partículas que componen todos los objetos…

Si te concentras, verás un brillo fosforescente que no es más que la estructura electromagnética compuesta por moléculas.

Si lo deseas, puedes condensar tu conciencia hasta hacerla lo suficientemente pequeña para viajar dentro de una partícula subatómica y, desde ese mundo electrónico, que contemples el ‘universo’ de tu cuarto como una gigantesca galaxia con formas semejantes a las estrellas que se interrelacionan y están siempre en movimiento.

Si tu entorno aparece desorganizado ante tus ojos, es que no comprendes la verdadera naturaleza del orden más allá de lo físico material.

En las dimensiones superiores se puede controlar el uso total de la energía, porque no se desperdicia en conflictos como aquí.

Todo Ser total o personalidad multidimensional tiene sus propias metas, misiones y esfuerzos creativos que determinan aquellas cualidades que lo hacen válido y lo motivan a buscar eternamente.

Aquí quiero destacar que el espacio tal y como lo percibes, no existe en realidad de verdad… ¿puedes creerlo? Permíteme explicártelo…

Resulta que la ilusión del tiempo y el espacio no sólo está causada por tus mecanismos físicos de percepción, sino también por los patrones mentales que has aceptado…

Estoy hablando de patrones que adopta la conciencia en tu sistema cuando alcanzas cierto grado de entendimiento.

Desde que encarnas en el planeta posees habilidades y capacidades ya establecidas que pueden ser usadas o no, y que no son meramente el resultado de una herencia como pudiste haberlo creído siempre.

Puedes imaginar a tu Ser como una computadora viviente, consciente y dotado de inspiración divina que programa sus propias existencias y tiempos de vida.

Pero esta computadora está dotada de una creatividad tal que todas las personalidades que programa brotan a la conciencia y crean a su vez realidades que ni siquiera el propio ordenador podría soñar.

Toda personalidad tiene la capacidad no sólo de alcanzar un nuevo tipo de existencia en su entorno, sino de aumentar creativamente la calidad de su propia conciencia y, de ese modo, abrirse camino a través de ese sistema especializado rompiendo las barreras de la realidad a medida que la conoce.




Mi deseo más fuerte es que veas que tu entorno no es tan “real” en el sentido que piensas que lo es.

Desde que naces se te condiciona para que percibas la realidad de un modo particular y para que interpretes esa experiencia de una manera muy limitada, aunque a la vez de forma “intensa”.

Cuando reflexionas en el propósito de la existencia solamente lo haces con respecto a tu vida diaria de vigilia, pero debes saber que también estás supeditado a las experiencias que vives en los estados de sueño.

Durante el sueño profundo entras en comunicación con otras porciones de tu identidad, y el trabajo y esfuerzos realizados en esos estados son tan válidos como lo que haces cuando estás con los ojos abiertos o en vigilia.

Quizá puedas captar intuitivamente lo que digo, ya que es comprendido que ves o percibes la existencia a través de unos lentes que cambian o distorsionan tu visión.

Tiene que quedarte claro que la experiencia de vida en el mundo material es un valiosísimo lugar de entrenamiento.

La personalidad que conoces ahora perseverará sin duda, y también tus recuerdos, pero sólo es una parte de tu identidad total, al igual que la infancia de esta vida es una parte importante de tu personalidad actual, aunque ahora seas mucho más que un niño.

Por fortuna en estos tiempos la ciencia está aceptando que la mente puede influir sobre la materia y la energía.

Aunque falta que descubran el hecho de que los pensamientos crean y son los que dan forma a la materia misma.

Y en lo que son peras o son manzanas, date cuenta que tu cuerpo no es un simple maniquí en el que te encuentras preso, ya que tu entorno corporal es el resultado o materialización de tus pensamientos, tus emociones e interpretaciones.

Por favor comprende lo siguiente: Tú haces crecer a tu cuerpo de tal modo que tu condición física refleja en todo momento tu estado subjetivo (emocional / mental). ¿Ahora entiendes?

En otras palabras: usando átomos y moléculas construyes tu cuerpo y con esos elementos básicos configuras una forma que llamas “propia”.

Actúas como un transformador, y de manera inconsciente y automática conviertes unidades electromagnéticas altamente especializadas en objetos físicos.

Básicamente todos estamos hechos de los mismos ingredientes que una silla, una piedra, las ramas de un árbol, un pájaro, etc.

Todas las conciencias se unen en una labor cooperativa gigantesca para crear las formas que percibes a tu alrededor.

Dado que en planos superiores se conoce eso, se puede cambiar el entorno y la forma física sin confusión alguna, ya que se percibe la realidad de una manera distinta.

Tu cuerpo no sólo se renueva completamente ─a nivel celular─ cada siete años, sino que también lo hace constantemente con cada respiración tuya.

Los átomos y moléculas que componen la carne mueren constantemente y son reemplazados luego por otros.

También tus hormonas están en estado constante de alteración y movimiento.

Has de saber que las propiedades electromagnéticas de la piel y las células cambian continuamente; incluso se invierten a sí mismas.

La materia física que componía tu cuerpo hace un momento es significativamente diferente a la materia que lo conforma en este instante.

El pensamiento de hace un momento se desvanece enseguida…

Sólo estás tratando de mantener un ser físico, subjetivo, constante y relativamente permanente, para así poder mantener un entorno supuestamente constante y aparentemente permanente.

Eso te permite ponerte siempre en la posición de hacer caso omiso a esos cambios. Eso que no quieres reconocer es precisamente lo que tendría una mayor comprensión de la verdadera naturaleza de la realidad, de la subjetividad individual y del entorno físico que aparentemente te rodea.

¿Quieres seguir permitiendo en tu persona la hipnosis colectiva?

¿Quieres parar el trance auto sugestivo al que te sometes todos los días?

¿Dejarás que la sociedad te dicte las pautas a seguir?

¿O quieres sentir la libertad plena de ser el dueño de tus propios procesos de pensamiento?

Ya deja de pensar que tú no puedes y que no sabes cómo hacer las cosas de una forma correcta.

En tu interior está depositada toda la información así como el conocimiento necesario para que te desarrolles y tengas un verdadero crecimiento personal…

Sólo necesitas el apoyo de ese alguien que te guía, y que te enseñaré en algún momento a ponerte en contacto directo para que con la ayuda de ese majestuoso personaje recuperes la memoria perdida y regreses a Casa a la mayor brevedad posible. ¿Eso quieres?




En esta ocasión quiero hablarte acerca de los terribles implantes que limitan física, emocional y espiritualmente a la inmensa mayoría de los humanos de la Tierra, ¿sale?

Primero debes aceptar que no sabes a ciencia cierta quién eres, de dónde vienes y tampoco te queda claro por qué y para qué estás aquí, refiriéndome, por supuesto, a tu limitada vida física y emocional en este hermoso planeta.

Si me permites, soy portador de suficiente información que te servirá para contestar uno a uno los cuestionamientos que te enumeré anteriormente.

En otras palabras, soy el mensajero que tiene que darte varias noticias…

Algunas de ellas son muy buenas, halagadoras, exquisitas, tiernas, dulces, amorosas, etc., pero las otras son difíciles de decir… a veces quisiera mejor no mencionártelas porque duelen en lo más profundo del alma, pero no puedo dejarlas de lado y debemos enfrentar con coraje nuestra realidad.

Perdona si algunos de los temas que te compartiré te llegan a impresionar, pero es que alguien debía rasgar los velos que cubren la verdad.

Relájate, respira profundo, tranquiliza tu mente y tu corazón y lee con atención lo que te tengo que informar:

Quizá esta sea la primera vez que escuchas hablar acerca de implantes de limitación, parásitos energéticos, larvas astrales, seres sutiles y toda una serie de peligros, visibles unos y otros no tanto, que están acechando tu vida y tú ni te das cuenta de su existencia…

No sabías nada al respecto porque te encuentras posiblemente envuelto en problemas económicos, amorosos, familiares, políticos, sociales y hasta religiosos.

Y es que las dificultades que condicionan tu ajetreada vida, precisamente, se llaman de esa manera: ‘implantes de limitación’.

Los mencionados “dispositivos” son barreras vibratorias que se proponen obstaculizar tu progreso en todos los aspectos, tanto físico como emocional, mental y hasta espiritual.

Esos terribles mecanismos subjetivos —porque se supone que no se ven cuando actúan— son los encargados de bloquear tu sendero, pues te muestran falsos escenarios y te presentan argumentos ilusorios en la vida para entorpecer el libre tránsito o acceso que te conduciría finalmente al encuentro con tu Ser interior profundo.

En otras palabras, son piedras en el camino, son elementos de control que muy sutilmente te someten dentro de un entorno dual sin que te des cuenta del dominio que ejercen sobre ti.

Son la viva representación de ataduras que te incapacitan para que puedas mirar más allá de tu propia nariz. Y no tienes más opción que descubrir esas ataduras de las que te hablo para cambiarlas... y cuanto antes lo hagas, mucho mejor para ti, los tuyos, y para el resto de la humanidad.

Los implantes de limitación son muy parecidos al software de las computadoras. ¿Entiendes?

El software son los programas de la máquina, y esta actúa haciendo lo que tú le pides que haga de acuerdo a la información que tiene en su interior.

Por ejemplo: si haces en tu computadora una suma de dos más dos, y te arroja como resultado cinco, es porque así fue configurada; ella no sabe que dos más dos es igual a cuatro, eso sólo tú y yo lo sabemos, pero para ella su verdad es que dos más dos es cinco y párale de contar; nunca la vas a sacar de allí aunque le grites y le pegues.

Quiero que sepas que los implantes de limitación han jugado un importantísimo papel en el acumulado de hechos que vienes arrastrando desde vidas pasadas, pues son quienes te someten a la rueda de la reencarnación sin que tú lo determines voluntariamente siquiera.

De hecho, nunca te enteras... regresas constantemente a este “valle de lágrimas” en uno, luego otro, y otro cuerpo, porque tienes una gruesa venda en los ojos que no te deja ver la realidad verdadera.

Sólo se te permite ver una “verdad” virtual generada por otros que te dominan a su antojo. [Estudia las películas de “Matrix”].

Desde que naces traes en tu genética esos dispositivos controladores y a medida que creces vas generando más y más implantes. ¿Lo sabías?

De esa forma la parte negativa que sujeta y exprime la vida de la humanidad tiene garantizado el consumo de las energías mentales; y vaya que les reditúa altísimas ganancias el sucio negocito, ¿eh? [Estudia la película “Monsters, Inc.”]

Toda esa gama de dispositivos los han venido anclando las fuerzas oscuras en un esfuerzo por seguir controlando tu existencia a través de tus pensamientos y emociones.

Y es que no has abierto tu corazón a la comprensión de la verdad, más bien has seguido pautas equivocadas sin darte cuenta que son elementos condicionantes cargados de sufrimiento y lamentaciones.

¿Qué te enseñaron cuando eras sólo un niño en la escuela? Acuérdate. ¿No te dijeron que aquí únicamente vienes a nacer, crecer, reproducirte y luego morir?

¿Ahora te das cuenta? A causa de eso tomas la vida como algo pasajero y no haces nada que valga la pena en realidad…

Nunca te atreves a buscar las causas, la razón ni el porqué de la vida; no te interesa conocer la verdad y pierdes el tiempo soberanamente no nada más en esta, sino en cada una de tus infortunadas existencias…

Espero no tomes mis palabras como un regaño. Te sugiero permanezcas estoico y sigas leyendo todo lo que tengo que informarte… ya que esto, en verdad, apenas comienza.


El tiempo es muy corto y debes despertar cuanto antes de ese pesado sueño en que te encuentras.

Lo bueno es que no todo está perdido, porque a través de estas líneas, y de los talleres vivenciales de bioquantum, te enseñaré la forma en que descubrirás todos y cada uno de los implantes que te limitan para que procedas a su pronta transformación. ¿Quieres?

Seguro estoy que una vez iniciado tu trabajo de integración, el proceso de disolución de todo lo que te lastima, así como tu desarrollo interno, serán más sencillos.

Cuando te deshagas del pesado fardo que traes a cuestas podrás reenfocar tu energía y conducirás tu existencia hacia nuevos y mejores propósitos.

Ese es el verdadero plan de vida aquí en la Tierra. Tú ahorita estás jugando a la gallinita ciega, y al caminar tropiezas y das tumbos sin parar, y obviamente no te das cuenta de los peligros.

La humanidad entera está “ciega”. Hasta aquellos que creen que saben mucho, los eruditos que tienen colgados varios títulos en sus paredes, padecen de miopía, y si son quienes enseñan, si son los instructores del mundo, ¿qué enseñarán? Nada más imagínate, ¿acaso serán ciegos guiando a otros ciegos?

De nuevo te digo, los dispositivos se anclan a tu cuerpo energético para cerrarle el paso a las frecuencias superiores que te servirían para reconectarte con tu Ser y poder despertar.

Cuando a tu conciencia le metieron la programación de la dualidad, creíste en la separación de ti mismo con la divinidad y te convertiste en una entidad tremendamente manejable.

Te volviste un simple robot que sólo sabe cumplir órdenes. Quienes te colocaron los dispositivos desean a toda costa seguirte manipulando hasta el fin de los tiempos.

Te hacen creer que no eres Uno con la divinidad; porque si tú llegas a descubrir que realmente eres eso, te conviertes de inmediato en una amenaza para ellos y tu vida peligra. [Estudia la película “La Isla”] [También otras que se llaman: “Enemigo Público”, y “Yo, Robot”, con Will Smith]

Los implantes de limitación son promesas, juramentos, votos de pobreza, castidad, obediencia, etc., contratos de todo tipo que hiciste y dejaste inconclusos con amigos, enemigos, familiares, conocidos, desconocidos, hermandades espirituales, asociaciones civiles, militares, religiosas, etc., ya sea en tu presente vida y desde cada una de todas las pasadas.

Cuántas veces, en los cientos o miles de años de existencias, no habrás dicho con toda solemnidad lo siguiente, por citar un mero ejemplo: «Juro por mi alma y mi espíritu inmortal que dedicaré toda mi vida al servicio de ¿…? hasta el fin de los tiempos».

Y cuántas veces no se escuchó una voz como de trompeta remachando lo antes dicho por ti: «Aunque te escondas en los abismos del océano, aunque vueles por encima de la montaña más alta, aunque estés en el fondo del infierno yo te buscaré y te recordaré tu juramento» ¡Ups!, suena terrible. Pero así es.

¿Te imaginas lo grave del asunto? Y es que esos juramentos o acuerdos te seguirán siempre como una sombra; no dejarán nunca de afectarte porque te mantienen abierto a reclamos por toda la eternidad.

Los que manejan esos controles (hablo de quienes los implantan y a quienes les “debes” algo) tienen acceso a tus áreas energéticas por medio de tus sueños y en tu diario vivir, esa es una de las principales causas de tu interferencia espiritual…

¿Entonces qué? Tus contratos siguen vigentes, ¿qué vas a hacer con ellos?

Los dispositivos o implantes de limitación se encuentran todavía en su lugar, muy adentro de tu persona.

Ese es uno de los motivos por lo que estás obligado a regresar a la dimensión física en un cuerpo, otro y otro hasta no haber cumplido con tus compromisos, ¿entiendes?

Creo que tienes que hacer algo al respecto urgentemente.

A mí me impresiona que tengas tanta tarea pendiente y tú estés actuando como si no pasara nada de nada.

Discúlpame, pero hasta pareces un estudiante desobligado al que no le importa reprobar el año escolar.

¿Te das cuenta de la gravedad del asunto?




Dicen los maestros de las dimensiones superiores que 9 de cada 10 personas alrededor de cada uno de nosotros se vinculan o tienen que ver directamente con uno, y que para bien o para mal otra vez están ahí haciéndose presentes…

¿Y qué quiere decir eso? Que hasta el 90% de las personas que nos rodean, esto quiere decir: la familia, los amigos y los compañeros de trabajo (esos tres grandes grupos) juegan un papel muy importante en nuestras vidas porque con la inmensa mayoría de esas personas tenemos contratos pendientes y ese es el motivo principal por el que seguimos involucrados.

Repito: para bien o para mal es que nos rodeamos de las personas con las que tenemos pendientes por resolver, y que quedaron inconclusos en otros tiempos y en otros lugares. ¿Ahora entiendes?

La moraleja de esta grave situación es que si el pasado sigue actuando en tu vida presente, no vaya a ser que de manera poco inteligente quieras quedar en malos términos con quienes te rodean en esta existencia, porque pagarías las consecuencias en un futuro no muy lejano.

O sea, si tú entras en conflicto con tu pareja actual, por ejemplo, y se separan a fin de cuentas, pero no quedan en los mejores términos, y uno de los dos siente que fue la víctima, tenlo por seguro que en la próxima oportunidad (vida) se van a buscar, se van a encontrar, pero los papeles se invertirán, y en ese caso concreto la víctima se volverá el victimario… y tú no quieres eso, ¿verdad?

La recomendación que te hago es que aprendas la forma en que se deben disolver toda clase de apegos, juramentos, pactos, votos, etc., que hiciste con personas, lugares y cosas del pasado y procedas a trabajar con todas ellas de manera consciente.

Ahora quiero hablarte de un tema muy singular, el cual ha hecho presa a la mayoría de las personas, y es acerca del famoso implante llamado: miedo…

¿Sabes qué es el miedo? Es una vibración polarizada en forma negativa, una sensación de entender mal la vida y sus propósitos.

El miedo es un velo de energía compuesto por un campo de pensamientos y sentimientos mortales que se entretejen con tu propia discordia.

Ese grueso manto se ha convertido en un muro que separa tu conciencia evolutiva de la llama divina de tu real Ser.

Las energías que componen el miedo son el resentimiento, el orgullo, prejuicios, gula y codicia, entre otros.

Miedo es incertidumbre y ansiedad que te brotan espontánea e inconscientemente al separarte o alejarte de tu divinidad (de tu alma).

El miedo es el peor de los implantes de limitación que anidan en tu corazón, ¿lo sabías?, y lo asumiste al ignorar las leyes cósmicas y por tu incredulidad.

Primero, tu desesperación se generó porque no percibías claramente el plan divino para con tu persona, al suponer equivocadamente que estabas solo en el universo…

Y en esa disposición de ánimo, de persistente soledad, escasamente te diste cuenta de tu verdadera identidad. Oh Dios, oh Dios.

Tienes miedo a expirar porque piensas que ya no formarás parte de la gran corriente de lo conocido.

Estoy en espera de ver hasta cuándo entenderás de una vez por todas que la experiencia del nacimiento, así como el proceso de la muerte física, en nada difieren una de la otra, y que lo que en verdad es ‘vida’ no puede dejar de existir por siempre jamás.

Si generas miedo, atraes hacia tu persona la vibración negativa de los demás y te contaminas, ¡Ups!

Cada vez que piensas o sientes temor fortaleces la forma misma del terror, porque el magnetismo del miedo está directamente relacionado con el número de veces que la idea es alimentada por tu propia mente.

Todos tus pensamientos y sentimientos negativos atraen parásitos y virus energéticos que penetran en tu cuerpo y se alimentan precisamente de esa energía que tú les proporcionas sin darte cuenta.

Cualquier virus que se te manifieste en el cuerpo físico primero lo absorbiste a nivel etérico (energético).

Casi siempre la vulnerabilidad de una región física determina el lugar de entrada del virus y esto mismo aplica con tus emociones y tu mente.

Es necesario que sepas que, se manifieste donde se manifieste una enfermedad, el último lugar en el que se va a materializar es en tu cuerpo físico.

Por tanto, tus pensamientos, sentimientos, lo que comes, lo que bebes, las cosas a las que te expones en forma de ambientes positivos o negativos, etc., terminan influyendo sobre tu cuerpo, no lo olvides.

Lo más difícil de manejar en estos momentos por los implantes que llevas dentro son tus emociones, pues ellas rigen la mayor parte de lo que expresas y sientes respecto a la motivación de tus acciones.

Tus creencias y paradigmas mentales son las que ejercen un decidido impacto sobre tu cuerpo.

El primer paso para tu recuperación integral es que comprendas la motivación que hay detrás de cada uno de tus actos.

Cuando entiendas el modo en que tus emociones gobiernan tu comportamiento comprenderás los mecanismos que se disparan en tu físico, en tu mente y tu espíritu…




Al infectarte de energías negativas te desconectas de tus seres queridos y del mundo en general y te vuelves cada vez más huraño…

Te tortura el pasado y tus miedos crecen pensando que un día arderás en las calderas del infierno, temiendo siempre morir de una forma espantosa por tus acciones, etc.

De esa manera, inconscientemente, llevas tu alma torturada hasta un plano conocido como el limbo, en el que yace por eras mientras esperas la venida del salvador que te llevará al cielo… según tus creencias.

Bueno, es que eso se te enseñó. Así lo entiendo. Pero tú no tienes la culpa. ¿Quién, entonces?

Como te he venido diciendo, los parásitos que traes adheridos a tu cuerpo físico, así como los que andan revoloteando en tu campo energético se alimentan de tus adicciones, de tu forma de pensar y también de actuar.

Para muestra basta un botón: En muchas de las incursiones que he hecho al interior de los humanos, energéticamente hablando, he visto actuar un tipo de parásito muy extraño que se especializa en “desmantelar” —más bien a ‘comerse’— los sistemas energéticos internos que tienen que ver con la prosperidad, consciencia superior y amor incondicional, ¿cómo la ves?

Por tanto, es indispensable aprendas a ver más allá de lo que tus ojos te muestran. ¿O piensas seguir siendo hasta el fin de los tiempos ‘alimento’ de gusanos energéticos? Ya estuvo, ¿no crees?

Tu plexo solar es el asiento de las emociones, ¿cierto? Pues quiero que sepas que en ese lugar “cocinas” y ofreces una enorme cantidad de energía “comestible”, especialmente cuando tu relación con los demás se torna confusa y entras en conflicto, pasando luego a la frustración y por último al enojo.

Cuando albergas parásitos en tu plexo se te hace extremadamente difícil tomar decisiones basadas en tu verdad.

Así es como los parásitos afectan tu comportamiento emocional infectado y te vuelves una veleta, un simple trozo de madera en medio de las embravecidas aguas del mar.

Las entidades energéticas que están en tu plexo solar provocan que tus adicciones emocionales se salgan de control convirtiéndote en un adicto al sentimiento de la depresión.

La adicción es una cuestión netamente espiritual, y no hay, y no habrá por mucho tiempo, medicamento ‘de marca’ para ello, que no te engañen.

Cuando alcanzas un estado avanzado de depresión lo único que deseas es dormir, comes en exceso y abusas de tu cuerpo pero de lo lindo sin darte cabal cuenta, por supuesto.

La famosa “depre” te da porque traes muchas emociones contenidas que no expresas adecuadamente.

Déjame darte otro tip, ¿sí? A los parásitos les encanta atacar un espacio energético que está junto a tu corazón para ‘encender’ —poner en actividad— en tu conciencia el miedo a la traición, y para que desconfíes hasta de los que te rodean.

¿Acaso estaré hablando de tu persona? Te lo juro que sí; hablo de ti, de ti, y nada más que de ti.

Las larvas y parásitos astrales te persiguen porque así obtienen alimento para su supervivencia.

¿Sabes por qué están a tu alrededor y son tan obsesivos? Por el manjar tan exquisito que le representan tus pensamientos y emociones.

Si padeces de dolores de cabeza, te dan pesadillas, tienes náuseas, sientes piquetes en el cuerpo, o te aparecen moretones sin causas físicas aparentes, es porque hay larvas y parásitos energéticos a tu alrededor.

Esos virus ejercen un fuerte impacto sobre tu bienestar físico provocándote diversas alteraciones.

Tu familia, principalmente los niños, están expuestos a los parásitos porque tu ambiente es el mismo de ellos, no se te olvide.

De hecho, todo el plano terrestre está plagado de esas energías negativas.

Tienes que hacer algo al respecto, pero con premura…

Creo que mejor aquí le paro, no quiero atiborrarte de verdades porque puedo provocar más miedo en tu interior.

Te conmino a seguir leyendo todo lo que te tengo que informar. Gracias por tu comprensión.




En esta ocasión te hablaré acerca de la salud y la enfermedad, ¿quieres?

Supongo que si te enfrentaras a un problema grave de salud, ya sea en tu persona, o en alguien allegado a ti, buscarías de inmediato una solución, ¿no es así?

Cuando el humano se ve envuelto en una situación en la que su vida corre peligro, instintivamente averigua la manera de encontrar algo que le proporcione una salida rápida y confiable.

Así tenemos que en tiempos pasados si uno se enfermaba acudía a los dioses, santos y vírgenes para solicitarles ayuda… se les hacía oración y se les acercaba cierto tipo de ofrendas, y si aquellos lo creían justo y necesario ─los dioses─, le regresaban al enfermo la salud.

También sabemos de la existencia de brujos y chamanes que por medio de brebajes, sahumerios y “limpias”, donde emplean el poder de los elementales de la naturaleza, etc., logran sacar adelante y curan algunas veces a su concurrida clientela.

Hay individuos que para encontrar la felicidad, el amor y la salud, se prenden del cuello hasta el ‘molcajete’ y no dejan de usar talismanes o amuletos que llevan siempre a la vista o bajo su ropa.

Ahora en nuestros días, con tantos adelantos científicos y tecnológicos, la mayoría de los pacientes procuran su bienestar acudiendo a los sistemas de salud pública y privada y cada quien juzga al profesional de la medicina si es bueno o malo en relación a si le resuelve satisfactoriamente su enfermedad. ¿O tú qué dices a este respecto?

Investigando la raíz etimológica de la palabra “paciente”, esta quiere decir, en verdad: ‘el que tiene paz interior’.

Entonces, debemos entender que alguien enferma una vez que siente que ha perdido su armonía interna. Wow, qué interesante definición.

Si te haces impaciente y te consumes ─energéticamente─ por dentro, atraes desarreglos físicos y eso te puede postrar en cama.

Salud quiere decir: bienestar —estar bien— con uno mismo y con el entorno.

Enfermedad es la ausencia de la salud, por tanto, es desarmonía con uno mismo y con el medio ambiente que lo rodea.

Toda desarmonía produce descompensación energética en el cuerpo físico, mental, emocional y espiritual.

Estando o sintiéndote ‘bajo de energía’ acudes al médico, el cual te dará algo para que te tranquilices…

Quizá lo que te suministró te reste aún más la energía y empeore tu situación; y así entras sin darte cuenta en un círculo vicioso del que te es difícil escapar.

Vuelves al facultativo para que te revise otra vez con la intención de que te cure y este te somete a pruebas, estudios, rayos X, etc., y todo aparece “normal”, pero tú sigues sintiéndote mal. ¿Cierto?

Si duras así por un tiempo terminas somatizando una enfermedad y no hay más remedio que hospitalizarte…

Empieza así un largo tratamiento y experimentan con tu persona…

En realidad poco importa que mueras, lo que verdaderamente les interesa —a algunos, no a todos— es que no te cures, porque mientras sigas enfermo, tu dinero estará contribuyendo a robustecer las arcas de una gigantesca maquinaria que acrecienta su capital a costa de tu vida. Jajajaja. ¡No me digas que no lo sabías!

Si pones tu enfermedad en manos de gente sin un verdadero conocimiento superior, estarás muy alejado de lograr un estado de salud integral, te lo juro; porque tratarán de mantenerte enfermo todo el tiempo posible.

Muchos de los que tienen un título para curar —sin saberlo, porque así fueron educados—, cuidan muy bien de la enfermedad y se despreocupan completamente de la salud. ¿Entiendes?

Hablando claro, hay a quienes la salud no les representa ningún beneficio, y la enfermedad sí que es un buen negocio.

¿A quién beneficia la salud? Nada más a quien la posee.

¿Y a quién favorece la enfermedad? Pues a muchos, menos a quien la padece.

Entonces, ¿quién está feliz llevándose jugosas ganancias a merced de los enfermos?

¿Quién crees tú que propicia esta terrible situación? Seguramente cierta mafia que la forman empresas distribuidoras o intermediarias de los laboratorios farmacéuticos y los consumidores finales.

Muchos tratamientos clínicos en la actualidad, salvo las infecciones que se tratan con antibióticos, o la cirugía reconstructiva, no son más que meros paliativos.

Las estructuras de salud buscan vender productos que los médicos saben que no ayudan en nada y los recetan sólo porque se les ha hecho creer que no se puede hacer otra cosa y que no hay solución para muchas de las enfermedades con las que se enfrentan. ¡Qué feo está eso!, ¿verdad?

Pero esa es la realidad con la que están lidiando algunos médicos honestos. Se sienten como David luchando contra Goliat.

Toda enfermedad a la que se encuentra cura es una enfermedad que deja de producir beneficios a la industria monopolizadora, y ésta lo que busca no es sanarte, sino ganar dinero con tus enfermedades vendiéndote costosos medicamentos que sólo te “controlan” pero nunca te alivian completamente.

¿Te has fijado que cuando sale a la luz pública algún producto que podría mejorar la salud de mucha gente y quitarles la dependencia de ciertos fármacos de alto costo, enseguida desaparece del mercado o es retirado aduciendo que tiene efectos secundarios?

Yo me pregunto: ¿Acaso la medicina de patente no tiene efectos secundarios nocivos? ¡Claro que los tienen!, la diferencia es que estos gozan de licencia para expenderse y suministrarse aunque sólo sirvan para mantener dependiente al cliente y así seguir fomentando el enorme negocio que representa la enfermedad. ¡Vaya con estos!

Lo que no es negocio para la mafia controladora es un producto que, encima de ser barato, resuelva algún problema de salud. ¿Por qué crees que persiguen a médicos y terapeutas que curan enfermedades de manera natural?

Porque están fuera del gigantesco sistema económico y eso afecta a los grandes consorcios.

¿Sabías que algunos programas de salud de ciertos países están manejados?

Unos son controlados en forma abierta y desvergonzada y otros sin que se note mucho por los dueños de la industria farmacéutica y distribuidora, que son propietarios también de la petroquímica, la banca y, por consiguiente, de la economía mundial, y el problema principal es que presionan o imponen muchas veces a los gobernantes por el poder tan grande que tienen…




Por todos es sabido que al menos un 70% del cuerpo físico está constituido por agua…

Tampoco se ignora que casi todas las funciones vitales están sujetas y regidas al flujo de ese vital líquido, por lo que debes entender que tu organismo requiere de una importante cantidad diaria de agua para que los nutrientes lleguen a todas partes y las distintas funciones bioquímicas tengan lugar.

Si hay escasez de agua en tu cuerpo es seguro que sobrevenga la deshidratación, provocando un mal funcionamiento de alguno de tus sistemas.

Por lo que, si no suministras a tu organismo suficiente agua, la poca que haya en tu interior se destinará a los órganos más importantes como el cerebro, pulmones, hígado, riñones y algunas glándulas, las cuales tienen prioridad sobre los músculos, huesos y piel, así que, si esa situación se mantiene por un tiempo, habrá sistemas que dejen de desempeñar su función en forma correcta.

Tu cuerpo necesita un mínimo de dos litros de agua cada día para que realice bien su trabajo; si no los estás tomando, puede ser esta la causa de algunas de tus dolencias.

Al agua no puedes cambiarla por refrescos, cerveza, vino, café, té o cualquier otra bebida.

Si tu cuerpo se deshidrata, los procesos fisiológicos que se establecen son los mismos que cuando sufres estrés.

La deshidratación es el principal estresante de toda materia viva, y cuando esta se hace crónica causa varias enfermedades.

El agua es una de las mejores medicinas naturales para que contrarrestes un gran número de padecimientos; lo bueno es que no entraña peligro alguno recetarla, porque carece de efectos secundarios negativos.

Ten cuidado con los analgésicos, porque esos sí que saben ocultar los signos de deshidratación del cuerpo; de hecho, algunos dolores se pueden interpretar como señales de una reducción crónica de agua en la zona donde se localiza el malestar.

Es probable que si tienes frente a ti a una persona supuestamente enferma, no sea más que alguien sediento a quien puedes devolverle la salud recomendándole simplemente que ingiera la cantidad de agua adecuada. Suena obvio, ¿no te parece?

Todos los alimentos y líquidos que consumes diariamente llevan en su interior partículas de luz…

Precisamente el contenido energético de la comida y las bebidas es lo que determina su valor biológico vital, así, la información existente en tu alimentación pasa a formar parte de ti.

Según la ‘información’ que recibas ─positiva o negativa─ por lo que comas, es lo que determinará tu estado de salud física, emocional y espiritual.

Cuando utilizas agua para beber, expulsas a través de la orina las toxinas que acumula el cuerpo y que a veces te causan molestias.

También hace que las sustancias nocivas que ingieres no se queden en tu interior al ser desalojadas por los mecanismos con que cuenta tu cuerpo.

Para llevar a cabo sus dos misiones fundamentales, es decir, transportar elementos nutritivos y drenar los desechos orgánicos, el agua primero se encarga de disolver todas las sustancias y luego las arrastra, porque es ligera, diurética, se asimila fácilmente y no tiene el inconveniente de formar micro cristales dañinos para el organismo.

Además de actuar como drenante general, ayuda a regular los sistemas circulatorio, nervioso, locomotor, digestivo, respiratorio, excretor, reproductor y endocrino.

Entre otras funciones que realiza el agua cabe destacar las que siguen: disminuye la viscosidad de la sangre, energetiza, favorece la función pancreática, colabora eficazmente en el proceso digestivo disolviendo las sales de los alimentos, se asimilan mejor los nutrientes evitando estreñimiento y diarrea, limpia los poros de la piel a profundidad por lo que esta queda húmeda y suave más tiempo evitando resequedad, favorece la normalización de los índices de colesterol y de urea, regula la presión arterial, actúa sobre el tono y la elasticidad de los pulmones y el estómago, tiene efectos positivos sobre las variaciones en el sistema hormonal y ayuda a eliminar la celulitis. Maravilloso elemento natural es el agua, ¿no crees?

Aunque por medio de la destilación, filtración y otros sistemas se extraen sustancias nocivas del agua, es bueno saber que no se eliminan las ‘frecuencias’ grabadas en ella y estas ejercen su efecto en los sistemas biológicos.

Es decir, la información de las sustancias con las que ha estado en contacto permanecen en ella y se transmiten a tu cuerpo al ser ingeridas, ¿entiendes?

El agua es un ser viviente y posee la capacidad de almacenar en su estructura reticular, en forma de frecuencias electromagnéticas, la información de las sustancias de todo tipo con las que tiene relación física, ya sean minerales, vitaminas, aminoácidos, etc.

El agua registra la luz, el sonido, las emociones y los pensamientos; y la información que transmite a través de múltiples frecuencias no se borra con facilidad.

Repito: la voz, los pensamientos y las emociones humanas alteran positiva o negativamente la estructura molecular del agua…

El agua no sólo almacena información, también sentimientos y conciencia, y reacciona ante cualquier mensaje.

Debes entender que te podrías poner grave o perderías tu salud si te expones demasiado al bombardeo de pensamientos y palabras negativas provenientes de los demás, ya que tu organismo está constituido por agua hasta en dos terceras partes, no lo olvides jamás.

De la misma manera, te recomiendo no pensar ni hablar mal de los demás porque terminarías provocándoles una enfermedad. Gracias por tu comprensión.




En esta ocasión quiero hablarte acerca de algunas emociones como causa principal de desarmonía interna y que te provocan, al no saber manejarlas, muchos trastornos y hasta la muerte, ¿quieres?

Me estoy refiriendo, enfáticamente, a la ira, el odio, la amargura, el resentimiento, los deseos de venganza, etc.

Entonces, que aprendas a manejar tu ira, es prioritario en este mundo convulsionado y por tantas emociones negativas que hay a tu alrededor.

Estimo conveniente que sepas lo siguiente: el odio y sus derivados son implantes de limitación que te impiden ver a los demás como una proyección tuya.

Recuerda que todos somos iguales. Todos somos células de un mismo organismo vivo que es el planeta donde vivimos.

¿Por qué crees que se dan los conflictos entre humanos? Porque en medio de una discusión alguien se enoja por algo.

Pero, ¿por qué? Porque defiende aquello que piensa que le pertenece y porque cree que lo suyo es mejor que lo del otro…

No comprende la situación y se ciega, se le nubla el entendimiento, la razón, se encoleriza y empieza la pelea.

Resulta que la famosa enfermedad del cáncer, por ejemplo, y que padece un sinnúmero de personas actualmente, lo propicia nada más y nada menos que la ira.

Por otro lado, el mal del siglo: el sida, tiene mucho qué ver con lo que te acabo de decir; de hecho, esta grave enfermedad se debe a la manifestación de dos emociones combinadas: la ira y la incapacidad de perdonar.

La falta de clemencia es la que ataca y destruye el sistema inmunológico, porque mantiene a la persona en un estado de enojo permanente. ¿Lo sabías?

Casi todos saben que el ‘vih’ se manifestó originalmente más entre la comunidad gay…

¿Por qué crees que haya sido de esa manera? Porque los homosexuales se han sentido victimizados por mucho tiempo, como lo ha sido también la raza negra.

Todos ellos son quienes más han sufrido el racismo en este planeta.

Actualmente el sida se ha diseminado independientemente del color, género, edad o preferencia sexual. Pero si te das cuenta, se ha infiltrado como una epidemia principalmente en las regiones donde escasea la clemencia.

Hay personas que preguntan por qué un niño recién nacido viene con sida; se debe a que ha sido codificado genéticamente con esa impresión.

Así, remontándose al origen, es posible que el abuelo, bisabuelo o tatarabuelo sufrieran a manos del racismo un abuso que haya sido tan traumático que quedó grabado en sus genes.

Y esa impresión celular se convirtió en parte del acervo energético, el cual sigue transmitiéndose a través de todas las generaciones.

Déjame decirte que cuando alguien es concebido, carga con información genética de cinco generaciones por parte de su madre y de siete generaciones por parte de su padre.

Así que, si retrocedes hasta siete generaciones que le precedieron, ya estaba allí el sida… Y si el pequeño tuvo en su vida anterior otros problemas semejantes que hayan intensificado en él la ira o la falta de clemencia, esto podría incrementarse en su cuerpo.

Yo sólo sé que en la medida en que una persona con enfermedades aparentemente sin cura empiece a reconocer y a enfrentar sus problemas podrá desterrar la causa y sanará por completo. Te lo digo yo.

Quizá ya lo sepas, pero quiero que lo tengas presente, el cáncer, junto con el sida, son los mayores asesinos en el planeta entero.

Permíteme darte un valioso tip: Normalmente el cáncer se origina en la zona exterior del organismo para evitar el calor interior…

Las células cancerígenas siempre tienden a migrar hacia las regiones más frías del cuerpo, por eso en el corazón y el intestino delgado, que son órganos que se mantienen calientes, nunca se presenta el cáncer.

La mayoría de los enfermos de cáncer son friolentos, y el estado de los mismos empeora durante las estaciones con bajas temperaturas.

Ello se debe a que el frío propicia un crecimiento rápido de la enfermedad.

Las células tumorales buscan siempre estar lo más cerca posible del exterior, por lo que la aplicación externa de calor delata su presencia al enrojecerse más que las células sanas… y eso te permite saber justamente en qué parte se encuentra el mal.

¿Quieres saber cómo desterrar enfermedades de cáncer y sida en cualquier persona? Aplicando la terapia del perdón, no hay de otra.

Saber conducir al verdadero perdón a un individuo enfermo de cáncer o sida es la medicina más eficaz de todas las que existen en el mundo; ese es un remedio infalible.

Te lo digo por experiencia; tengo documentados cientos de casos de personas que se encontraban en ‘fase terminal’, y gracias a que he aplicado en ellos esa hermosa técnica personalmente, ahora están restablecidos por completo. ¿Cómo la ves desde ahí?

¿Sabías que la energía del perdón hace olvidar ofensas, alivia los resentimientos y te devuelve la salud perdida? Pues sí, así es, exactamente.

¿Has vivido una traición o has tenido un trato injusto de parte de alguien más y crees que aquello que te hicieron no tiene perdón de Dios? Por favor, ¡ni lo pienses! No te aferres a la rabia y al dolor que eso te pudo haber causado.

Sólo quiero decirte una cosa: perdonar puede reportarte enormes beneficios.

Perdonar a tus enemigos es una eficaz forma de aplacar la ira. Te ayuda a reducir el estrés, y por ende, te sentirás mucho más liviano y saludable.




¿Sabías que hacer las paces con quien te ofendió puede mágicamente desterrar, entre otros, el dolor de espalda crónico que padeces; y que el perdón disminuye las recaídas en personas adictas ya sea a la droga, fármacos, tabaco, alcohol, etc.?

Por si no lo sabías, fíjate que el poder curativo del perdón es tal que con el simple hecho de pensar en la reconciliación te traerá grandes beneficios emocionales, te liberará de la molesta ira y te ayudará a quitar muchos trastornos físicos, ¿cómo la ves?

Está de más decir que la vida no es fácil para muchos porque siempre hay pruebas que superar…

Ciertas personas han sufrido la desgracia de perder un ser querido a manos de la delincuencia, etc., y ante esos terribles acontecimientos terminan aferrados al dolor y al resentimiento.

Por lo que yo te pregunto: ¿sabías que el odio es un cáncer que corroe tu alma y que es uno de los responsables directos de succionar la vitalidad de muchos de tus órganos internos?

¿Te acuerdas de los gusanos energéticos de los que te hablé en ocasiones anteriores y del alimento tan sabroso que les proporcionas con tus emociones negativas?

Sigue entonces siendo víctima de las circunstancias, anda, sigue. Nadie te pide que pares; que al cabo a mí no es al que le duele. Es a ti.

Llevar a cuestas una carga de amargura y rabia por haber sufrido un agravio es muy dañino para tu salud, para que no te atrevas siquiera a atarte al rencor; de ninguna manera te lo recomiendo.

¿Sabías que estás programado ─implantado─ para reaccionar ante cualquier cosa que te produzca tensión?

Y es que tu bendito cuerpo segrega adrenalina y cortisol, lo cual te acelera el pulso, la respiración y el pensamiento, trayendo como consecuencia un aumento en el nivel de glucosa en tu sangre.

Quiero que sepas que la ira y el resentimiento convierten en toxinas las hormonas que deberían protegerte.

El efecto inhibidor del cortisol sobre tu sistema inmunológico está asociado con algunos trastornos graves porque atrofia las neuronas, causa pérdida de memoria y aumenta la presión arterial propiciando el endurecimiento de las arterias y la aparición de males cardiacos.

Nada más chécate esto: perdonar detiene la secreción indiscriminada de esas hormonas, ¿qué tal?

El perdón es un poderoso antídoto contra la ira, misma que se asocia estrechamente con la hipertensión crónica y la propensión a las afecciones del corazón, ¿lo sabías?

Cuando tú perdones las ofensas podrás volver a respirar tranquilo y tu hermoso corazón ya no querrá salirse de su lugar más.

Analiza los hechos con objetividad. Sin tener que justificar al ofensor, entiende sus motivaciones; examina tus sentimientos al respecto.

No te tomes tan a pecho las cosas; a final de cuentas eres tú quien resulta lastimado.

Piensa en lo bueno del tirano que te sometió, no sólo en sus actos hirientes.

Perdona por convicción, no por presión.

Otorga el perdón desde el centro mismo de tu corazón; entiende lo que te digo. Aliviando tu alma salvarás tu vida.

No te dañes a ti mismo ni dañes a los demás. Necesitas un consuelo profundo... necesitas amar. Ah, y no olvides perdonar tus propias deficiencias, errores y fallas; sólo así dejarás atrás los fantasmas que te impiden vivir con plenitud.

Aferrarte a un resentimiento quiere decir que te has resignado a permanecer enojado.

Deja de actuar como un niño rabioso y mejor ponte a trabajar internamente.

Cuando renuncies al rencor sustituirás la hostilidad por sentimientos positivos y con ello traerás tranquilidad a tu mente y a tu cuerpo.

Tu angustia desaparecerá, ya no tendrás jaquecas o migraña, no conocerás el insomnio, tampoco el dolor de espalda y dirás adiós al estrés, ¿cómo la ves? Salió verso sin esfuerzo.

Otras enfermedades que pudieses estar padeciendo son resultado de una mala alimentación.

Pon mucha atención al consumo excesivo de proteínas porque te producen exceso de acidez, eso mismo te hace que pierdas calcio y después sufras de osteoporosis.

También existe una conexión importante entre el sobrepeso y la diabetes. Si quieres curarte, vigila estrechamente lo que comes.

Quizá comes en exceso porque tu comida carece de nutrientes.

¿No será que comes mucho por una razón diferente al hambre?

¿Qué tal si estás “hambriento” de una vida más significativa? Porque si es así, la solución está en tu actitud para con la vida.

El problema de obesidad es casi siempre resultado del exceso de comida y de no hacer ejercicio físico suficiente; rara vez está relacionado tan sólo a problemas glandulares.

Lo que comes es la cuestión más importante en tu salud, cuida de no vivir sólo de comida procesada porque eso te acarrea muchos problemas.

Tu cuerpo necesita carbohidratos de alta calidad, granos integrales, algo de proteínas, las cuales encuentras en los frijoles y productos de soya y, por favor, consume mucha agua y vegetales. ¡Salud!



Seguro estoy que a través de estas líneas encontrarás el agua viva que con ansiedad has estado buscando para mitigar tu sed…

Cuando lleguen al fondo de tu corazón todos estos temas, te sentirás envuelto en un sopor de sabiduría y de verdad, y tendrás la llave que abrirá los vórtices energéticos de tu cuerpo para que entres en contacto directo con tu luz divina y eterna.

Tu evolución personal es un proceso que te ha tomado muchas, pero muchas existencias y tiempo; fue planeado en forma magistral por tu Ser para que incrementaras tu conciencia experimentando en carne propia el invaluable conocimiento que te ofrece la confrontación de la luz y la oscuridad, el bien y el mal, lo blanco y lo negro, la vida y la muerte, etc., hasta que conquistes finalmente el balance perfecto de los polos opuestos.

Has estado demasiado tiempo metido en una dualidad lacerante. Te has movido infructuosamente como péndulo de aquí para allá y también de allá para acá en una afanosa búsqueda por encontrar el centro de la balanza, y parece que el juego nunca llegará a su fin.

¿No te has cansado de ese monótono e interminable vaivén de tu vida? ¿Quieres salir de una vez por todas de ese juego irónico, hipnótico, subyugador y por demás hiriente?

¿Sabes que eres víctima de tu propia ignorancia espiritual? ¿Te gusta estar en esa condición tan deprimente? Y ahora, ¿quién podrá defenderte?...

Déjame decirte que desde el principio de los tiempos has tenido una atinada guía y protección…

Y si bien esa guía fue invisible casi siempre para tus ojos, se hará totalmente perceptible a través de tus sentidos suprafísicos, los cuales con mucho gusto te enseñaré cómo poner en actividad.

Parte de mi trabajo es darte a conocer, o mejor dicho ‘presentarte de mano’ a quien te ha proporcionado esa portentosa ayuda que no sabías que estabas recibiendo desde siempre. ¡Enhorabuena!

Muy pronto te mostraré parte de la historia de la creación y te darás cuenta que tus asombrosas raíces tienen su origen en una dimensión superior a la que pisas actualmente, y que está más allá de las estrellas.

Te instruiré para que puedas retirar la venda de tus ojos; ese grueso velo que te ciega y no te permite ver la realidad de las cosas…

Aunque entiende, por favor, que eso también fue parte del plan, pues no te hubieras beneficiado de las vivencias que ganaste en el terreno físico de haber tenido consciencia de tu glorioso pasado. ¿O tú qué crees?

Yo digo que es tiempo que disfrutes de tu fiesta de graduación. Ya es hora que abras los regalos que recibiste sin saber las sorpresas que te aguardaban.

A pulso te has ganado el acceso al conocimiento superior porque te propusiste encontrarlo desde hace mucho tiempo…

Es momento que sepas que seres suprafísicos, a nivel energético unas veces, y otras en forma totalmente visible y tangible, han estado siempre junto a ti.

Tu guía, maestro, ángel de la guarda —como dirían algunas religiones—, tu asesor, padrino, coach, facilitador, o como quieras llamarle, está en cumplimiento de tu propio plan, y éste ha tomado muy en serio la responsabilidad de sacarte adelante a como dé lugar.

Ese hermoso ser se encuentra tan sólo a la distancia de un pensamiento tuyo y está dispuesto a dar su “vida” por ti si fuera preciso para que logres tu cometido.

Tu maestro ha puesto todo su amor y empeño para que cumplas con tu objetivo de integración con tu Ser.

Ya es tiempo que rompas con los esquemas antiguos que te ataban y te dejes apoyar. ¿Sale?

Actualmente estás atrapado en medio de un sueño profundo del que tienes que despertar.

Las fuerzas de la oscuridad quieren seguir controlándote a través del miedo y con ilusiones… sus armas favoritas.

La oscuridad no tiene límites y usa todos los métodos a su alcance. De no ser por el apoyo que te ha dado tu guía, hace mucho que hubieras sucumbido ante las fuerzas del mal.

Tu maestro siempre ha actuado en forma sigilosa y casi imperceptible porque toma en cuenta tu libre albedrío.

No quiere ser culpable de la alteración del curso de tu evolución y ha permitido siempre que seas tú quien siga creando su propia realidad.

Tu guía tiene mucha experiencia y mucho amor para compartir contigo. Sólo tienes que extender la mano para recibirlo.

Envíale pensamientos positivos para que sepa que es bienvenido. De esa manera, ya en completa confianza, te hablaré más acerca de él, ¿quieres?


Casi nunca has notado la presencia de tu guía en el plano terrenal por la limitación a la que te someten tus cinco sentidos físicos…

Yo sólo sé que en cuanto reconozcas y aceptes a tu maestro como tal, todo tu mundo cambiará y te conectarás fácilmente con la energía universal y con tu Ser interior profundo.

El lugar de donde procede tu maestro, así como tu Ser, está regido por leyes muy distintas a las que te gobiernan aquí y ahora.

Has de saber que en esas regiones tienen un nivel de evolución mucho más avanzado que el de la superficie de la Tierra.

Gracias al amor y al servicio que imprimen esos seres en sus actos es por lo que gozan de un perfecto equilibrio.

Ellos ya no enfrentan la dualidad porque han superado satisfactoriamente todas las pruebas que la misma impone.

Llegar a palpar a tu maestro es algo muy sencillo, no necesitas ninguna fórmula, ritual o programa específico…

Únicamente debes saber “meterte” dentro de ti mismo para ir a su encuentro; él te espera desde siempre con los brazos abiertos.

Tu corazón ─dentro de tu propio cuerpo material─ es el puente de contacto que te conducirá a conocer la verdadera vida que se da en dimensiones no experimentadas por el humano común.

Te repito, todo lo que te rodea son tus propias creaciones mentales; formas físicas que no dejan de ser pensamientos coagulados y la mayoría tienen impresos la lucha por el poder, la ignorancia espiritual, así como el miedo y el dolor…

Nuevamente te digo que estás en medio de un sueño profundo del que tienes que despertar cuanto antes.

Cuando “navegues” por tu interior sentirás una excelsa energía que te bañará por completo; verás ondas de colores que van y vienen, que se expanden y contraen dando forma a figuras caprichosas así como a círculos, cuadros, triángulos, etc.

Tu guía utilizará la geometría sagrada para darte la bienvenida; esa es una de sus tantas maneras de comunicación.

Su lenguaje principal son los símbolos, las ideas, los pensamientos y la energía positiva en todo su esplendor.

Cuando sepas transitar por esas hermosas regiones multidimensionales te vas a sentir más liviano, con una gran paz interna y con la solución a muchos de los conflictos de tu diario vivir.

Traspasada la barrera que te engancha a este plano físico, y te martiriza sin cesar, tendrás acceso a las dimensiones superiores; en esos lugares conocerás seres suprafísicos y entidades provenientes de otras latitudes y tiempos conocidos como hermanos mayores o seres de luz.

Todas esas formas de vida vibran en esas dimensiones debido al grado tan alto de evolución que han alcanzado…

Ellos han superado felizmente las pruebas que les presentaron los planetas primarios para dirigir luego su existencia a propósitos cada vez más elevados...



Los seres que ahora fungen como guías de la humanidad también tuvieron que pasar por una evolución y un aprendizaje similar a la del humano…

Sortearon muchas penalidades y tuvieron un sinnúmero de tropiezos en su camino, y así, poco a poco, fueron superándose hasta conquistar el grado que hoy detentan.

En sus respectivos lugares sufrieron depuraciones que dieron paso a la separación de razas. Unos fueron a otros planos de conciencia diferentes a su anterior hábitat y otros completaron su integración al emigrar a regiones que ellos mismos prepararon para vivir…

Aquí quiero destacar que todo lo que te he dicho hasta ahora, y te seguiré transmitiendo, me consta, y muy bien, porque he estado presente en una gran cantidad de esos ‘lugares y tiempos’ a los que me refiero.

Llevo muchos, pero muchos años investigando al respecto todas las noches al desprenderme espontáneamente de mi cuerpo físico terrenal, porque así es como viajo a través de las dimensiones, de manera consciente, revestido del Ser —siendo únicamente el Ser—, tomado de la mano y bajo la atinada guía e instrucción de esas excelsas entidades superiores o maestros ascendidos.

Me gustaría que tú pudieras hacer lo mismo. Porque ya te lo dije antes, tú y yo somos exactamente iguales…

Tú también te desprendes de tu cuerpo cada noche, nada más que no lo haces de forma consciente.

Yo te aseguro que el día que experimentes estar fuera de tu cuerpo físico, ese día quedará grabado con letras de oro en el libro de tu vida. Ojalá y sea pronto; es lo que más deseo. ¿Seguimos?

Bien… hoy por hoy, y me da gusto externarlo, muchos de los maestros guías de los hombres y mujeres de la superficie de la Tierra viven en las capas energéticas y físicas del interior de nuestro planeta.

El nombre de uno de esos mágicos lugares a los que me refiero es “Telos”, una hermosa ciudad subterránea a sólo tres kilómetros de profundidad entrando por uno de los túneles que hay en el monte Shasta de la alta California.

Si tú gustas viajar a esa bella metrópoli a estudiar todas las noches, pide al sumo sacerdote y maestro ascendido Adana que te acepte como su estudiante.

Los habitantes de Telos tienen contacto directo también con los inteligentes cetáceos que pueblan los mares del planeta.

Te recomiendo solicites amorosa y humildemente que te compartan sus hermosas enseñanzas contigo y así puedas tener acceso a mucha información superior. ¿Te late?

Los maestros ascendidos practican la meditación interna y se comunican permanentemente con su fuente de vida original.

Tienen contacto directo con su divinidad, están unificados con su chispa divina y ostentan una gran elevación espiritual, por eso cuando se presentan físicamente en el planeta no vienen a exhibirse, vienen a ayudar en todos los niveles y en forma totalmente desinteresada.

Los maestros superiores no quieren que la Tierra pase por más desgracias…

Ellos poseen tecnología muy desarrollada, misma que han entregado a través de los sueños, desde hace varias décadas, a ‘genios’ inventores y quieren seguir compartiendo más y más.

Cuentan con ‘armas’ capaces de lograr lo inimaginable, lo bueno es que no las usan para el mal, con ellas sólo se defienden de los ataques provenientes de las fuerzas oscuras porque se dedican en cuerpo y alma a hacer el bien y nada más que el bien, tanto individual como colectivo…




En esta ocasión deseo compartirte en forma breve la historia que me han contado los maestros acerca de su origen, ¿quieres?

Pues bien, dicen ellos que al principio de los tiempos, cuando el Padre-Madre se manifestó a sí mismo y comenzó con la creación, desplegó de sus hermosos y divinos rayos chispas iridiscentes de amor.

Esas infinitas descargas eléctricas, cual fulgores celestiales, dieron inicio con su lento, pero no menos excitante caminar evolutivo.

La marcha que ahora está realizando el humano un día también los que hoy tienen el título de “guías” tuvieron que transitar arduamente.

Con todo y sus altibajos aprendieron de las vidas en todos los lugares que habitaron…

Llegaron a conocer las maravillas de la creación y encarnaron la divina esencia del ‘Yo Soy’.

Dicen ellos que cuando se ha transitado a través del amor y del servicio se logra tener una mejor consciencia para ayudar a los que apenas comienzan su caminar.

Así que, aquellos ángeles eternos, por decirles de otra manera, también tuvieron vidas, aprendizajes, resbalones, caídas y muchísimas pruebas en su largo caminar.

También tuvieron que luchar contra sus propios defectos de carácter y a superar la dualidad que impone el juego de la vida.
Luego aprendieron a conquistar virtudes y a tener contacto pleno con su Ser.

Después descubrieron cómo reconectarse con el supremo Hacedor creando un campo de fuerza sublime que los mantiene permanentemente ligados a Él…

Si me permites hacer un pequeño paréntesis, en los planos de consciencia superior al Creador se le conoce como la Conciencia Cósmica Universal, y es la suma de Todo lo que se ve y lo que no se ve; hablando de las dimensiones visibles y tangibles y de los planos que no tienen materia, por supuesto.

Por eso habrás leído desde el principio de estas aportaciones que cuando me refiero al supremo Hacedor, le digo “Conciencia Cósmica Universal”, porque es más abarcante y más correcto mencionarle de esa manera que de cualquier otra.

Bueno, ese es mi punto muy personal de ‘ver’ las cosas, no sé tú cómo quieras hacerlo…

Nada más recuerda, ¿qué tanto es verdad de lo que dices saber? ¿No será puro conocimiento adquirido? Porque resulta ser que lo visible y tangible no es más que el 5% de lo que hay en el universo infinito, y que lo ‘existente’ en las dimensiones superiores o planos invisibles para el ojo humano, es el 95 restante, ¿lo sabías?


Entonces dime una cosa, ¿qué tanto conoces del universo en que vives?

¿Acaso será mucho, poco, o nada? ¿Te consta todo lo que crees que sabes?, ¿o lo aprendiste en las escuelas?

¡Cuidado! No te dejes llevar nada más por lo que captas con tus limitados cinco sentidos físicos o lo que la ciencia y las religiones te dicen.

De hecho, esas celosas instituciones saben más de la cuenta pero a ti no te comparten el verdadero conocimiento superior; ¿por qué?, porque quien controla la información lo controla todo, ¿lo sabías?, y a ellos les conviene que sepas, pero únicamente lo ‘básico’ o elemental para que no les hagas muchas preguntas.

La sociedad, las filosofías, religiones, la ciencia, los medios masivos de comunicación, etc., son quienes te mantienen en ese estado de letargo y de inconsciencia.

Lo mejor es que investigues la verdad por ti mismo, aprovechando que te sales de tu cuerpo cada noche, ¿quieres? Así ya nadie más te controlaría…




Retomando la trama principal de las entregas más recientes, te repito: los que hoy son maestros fueron tan humanos como lo eres tú ahora.

Ellos son reales, y más aún lo son en las dimensiones donde habitan.

Después del largo camino evolutivo de los maestros, la esencia divina les otorgó como regalo poder tender la mano de ayuda a sus hermanos menores: los humanos.

Y vaya que ese no es un trabajo sencillo para el maestro, pues cuando trata de guiar a su discípulo, éste se encuentra en estados tan densos de conciencia que, si lo escucha, le cierra su corazón, y si lo ve, lo aparta de su vista, ¿te das cuenta?

Para todo maestro es un gran honor ser elegido para auxiliar a un ser humano.

Hay quienes esperan turno para ser guías; ellos aguardan con ansiedad el momento de iniciar su labor con sed de enseñar todo lo que han aprendido a través de sus existencias.

A veces esa felicidad se ve empañada porque el hombre común no tiene fe, no cree y duda demasiado.

Ser “maestro” es estar en un continuo aprendizaje, es estar aquí y allá, atendiendo todos los asuntos que aceptó llevar…

Lo maravilloso es que en los lugares en que se desenvuelven han desarrollado la capacidad de teletransportarse ya sea física o astralmente y pueden hacer varias cosas a la vez sin la restricción del tiempo y espacio que rige en la superficie del planeta Tierra.

Los lugares que habitan son esplendorosos. Tienen edificaciones cristalinas que emanan sensaciones de paz y armonía porque sus estructuras están hechas de un material semejante al cristal de cuarzo; cuentan con maravillosos jardines llenos de hermosas plantas de colores radiantes y con aromas exquisitos.

Hay música que sale “de la nada” provocando una grata comunión interna dondequiera que están.

Entre ellos no existen diferencias de clases sociales, políticas, religiosas ni económicas porque todos se consideran Uno por igual.

Como ciudadanos cósmicos tienen los mismos derechos y obligaciones, así como las mismas oportunidades de evolución.

Hacen vida familiar sin descuidar jamás sus quehaceres ya que de sus trabajos depende la evolución de miles y miles de personas.

Viven unidos a su complemento o alma gemela, que por merecimiento propio lograron integrar para trabajar juntos, aunando sus energías para el servicio de todo aquel que lo necesite.

Sus figuras son iguales o muy semejantes a las de los seres humanos, aunque sus cuerpos energéticos vibran a mayor velocidad y en una frecuencia más elevada.

Son bien parecidos y altos de estatura en su mayoría.

Tienen varias profesiones, las cuales desempeñan en forma diligente.

Casi todos tienen aspecto paternal.

Cubren su cuerpo con atuendos hechos de fibras naturales y nunca tienen frío ni calor porque sus climas son controlados.

Ya sea con apariencia jovial o madura, con acento dulce o fuerte, canalizan siempre el amor que de ellos fluye.

Respetan el libre albedrío y los sentimientos, escuchan las quejas humanas y se entristecen al ver las calamidades y amarguras por las que atravesamos.

Ellos tienen luz propia y energías altamente potentes que sólo utilizan cuando las circunstancias lo requieren.

Cuando se dirigen a sus protegidos hablan fuerte, y su emblema es la verdad, que sólo dicen cuando se les pregunta, pensando en un mejor avance para todos.

En el nivel espiritual tienen grados de evolución, y siguen sobre todo la obediencia, disciplina y respeto hacia las leyes superiores.

Los grandes maestros se prepararon desde hace mucho tiempo para ayudarnos a sobrellevar y a entender los cambios que viviremos con la entrada de las energías del ‘nuevo mundo’.

Este planeta salió de la luz y tendrá que reconvertirse tarde o temprano en luz.

La luz es sustancia inteligente y refulgente y de ella está compuesta toda forma.

El amor también es sustancia inteligente que proviene de la luz.

El Amor es una energía y una potencia que no puede ser utilizada por fuerzas siniestras.

Todo aquello que es diferente a la luz le teme al poder del amor; de modo que en el reconocimiento de tu presencia, que es luz, no temas a nada ni a nadie.

En este mundo has sido enseñado a buscar siempre ayuda exterior cuando el poder que late en tu corazón es infinito, todopoderoso y es la perfección de la salud.

Vive en ese poder de tu existencia y siéntelo profundamente. Tu Ser interno es la gloria de tu amada presencia ‘Yo Soy’ en pleno mando, pleno dominio, poder y acción.

Tu maestro guía es un Ser de luz que siempre está cerca de ti aunque no lo percibas ni tomes en cuenta.

Él es tu gran aliado para que alcances la integración con tu Ser interior profundo.

Dale gracias por su infinita paciencia y amor hacia tu persona.



ESTA HISTORIA CONTINUARÁ…






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