POR QUÉ UN ENFERMO NO SE CURA
Para que un enfermo se cure o sane de verdad, lo primero que debe hacer es APRENDER
a vivir en el “eterno ahora”…
¿Y qué es el eterno ahora? Ni más ni menos que el PRESENTE. Porque
definitivamente es mucho mejor sacarle jugo al HOY, que andar perdiendo el
tiempo con asuntos idos del ayer o venideros del mañana. ¿Entendiste lo aquí
expresado?
Yo sostengo que en el momento que el enfermo logre mantenerse anclado en el AQUÍ
Y AHORA, de manera casi inmediata podrá recuperar la energía perdida por los
traumas y heridas que arrastró consigo de forma inconsciente.
He descubierto que una de las razones por la que algunos enfermos siguen
alimentando su amargo pesar (enfermedad), se debe al MIEDO que tienen de volver
a sufrir el mismo dolor que les produjo algún evento específico que hubiese
tenido lugar en su pasado.
Entonces, yo digo que todo enfermito debe comprender que si se niega a soltar,
o sea, a PERDONAR a quien le hizo algún “daño” en el pasado, tendrá como consecuencia
fugas a nivel energético, las cuales debilitarán su mente y su cuerpo y con el
paso del tiempo su enfermedad se volverá muy difícil de atajar.
Así de calamitosa y trágica podría volverse la situación si no se toman medidas
a ese respecto… ¿me comprendes?
En ese tipo de casos, la bendita terapia del perdón puede ayudar a sanar grandemente
las heridas, que no son otra cosa que fisuras o grietas que se abren en el
campo vibracional, y por allí se filtran energías negativas que pululan en el medio
ambiente y terminan afectando el sistema inmunológico del paciente.
Resulta que a través de esas fisuras o grietas energéticas (heridas etéricas), ingresan
cierto tipo de entidades invisibles al ojo humano, y son las que con el paso
del tiempo se adhieren y succionan la vitalidad de los órganos internos
desencadenando un sinfín de achaques o malestares que podrían llegar a
convertirse en enfermedades devastadoras.
Repito: el proceso del PERDÓN ayudaría en gran medida a que la persona pudiera liberarse
o que soltara ese papel negativo de VÍCTIMA, ya que podría estar metido en ese
perverso juego SIN DARSE CUENTA SIQUIERA.
Quizá te estés preguntando por qué es que algunas personas no se dan cabal
cuenta del papel que desempeñan en su vida, ¿cierto? La respuesta es muy simple,
y hasta puede darnos escalofríos saberla: Porque SE LA PASAN DISTRAÍDOS y no se
percatan de lo que dicen, hacen y dejan de hacer. ¿Lo sabías?
Toma en cuenta que muchísimas personas alrededor del mundo se encuentran dormidas
de la conciencia y actúan como zombis a causa de sus creencias arraigadas, de
sus paradigmas mentales, de su negligencia, así como del medio ambiente nocivo del
que se rodean.
Volviendo al meollo del asunto, yo sólo sé que el día que el enfermo llegue a considerar
aquel supuesto “acto doloroso” como parte del proceso de la vida, y lo traduzca
como un mensaje, prueba o desafío por superar, en vez de verlo como una
traición hacia su persona, de inmediato toda su energía vital se destrabará y
fluirá por los circuitos de energía correspondientes consiguiendo así su
bienestar.
Para colmo de males, lo que las personas no saben es que el relacionamiento con
sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc., es el resultado de los
lazos que crearon en vidas pasadas. Y en la presente existencia los roles que ahora
juegan, tanto positivos como negativos, ¡simplemente se invirtieron!, sí, de manera
literal los papeles se invirtieron…
Eso quiere decir que el que la debe, la paga; por eso en esta vida las antiguas
víctimas suelen convertirse en los victimarios; y ese es el cuento de nunca
acabar.
Déjame darte un ejemplo para que te quede claro: Dos personas que estuvieron vinculadas
en una vida pasada, de manera inconsciente se buscan entre sí hasta que se
encuentran… se atraen y se rechazan, aunque se toleran, pero pasa el tiempo y luego
se casan, sin darse cuenta que traen resentimiento, dolor y enemistad y vuelven
a estar juntos SÓLO PARA COBRARSE VENGANZA…
El problema es que ese círculo vicioso seguirá y seguirá activo sin que lo
pueda parar ni uno ni otro por falta de un verdadero conocimiento de causa.
En ese caso en particular, es el terapeuta quien debe estar lo suficientemente ENTRENADO
en técnicas que le pudieran permitir descubrir las causas que dieron origen al
problema referente a daños que el paciente sufrió por algún tipo de karma que
arrastra. ¿Ahora lo comprendes?
En otras palabras, el famoso DESTINO siempre le va a presentar a las personas situaciones
a la inversa de lo que vivió en vidas pasadas para que experimente en la
presente todo tipo de conflictos y los pueda asumir y resolver de forma adecuada.
Cabe destacar que “de paso” (de manera adicional) tiene que abonar a los asuntos
que tienen que ver con sus ancestros (ADN o liga genética) hasta saldar en su
totalidad la carga que a cada personaje le toca.
En repetidas ocasiones el enfermo que no se cura es porque no se ha liberado de
las cargas añejas que arrastra de vidas pasadas así como de la ilusión de sentir
que es una víctima de las circunstancias…
Pero ahí tenemos también que algunos enfermos saben que consiguen el poder mostrando
abiertamente sus “heridas”, ya que sólo así consiguen el apoyo de los que los
rodean.
Por obligación, o por lástima, convierten la enfermedad en un medio de manipulación
y control hacia los demás. ¡Qué fea situación llega a ser esa!
Ya para concluir quiero decirte lo siguiente: Para que el enfermo se recupere,
debe hacer cambios estructurales en su vida, en su medio ambiente, y en su
relacionamiento con los demás. La verdadera sanación requiere de una acción amplia,
decidida y contundente.
El enfermo debe tener un MOTIVO MUY FUERTE para restablecer su salud de forma
íntegra, ya que si no existe esa palanca que lo impulse, no habrá poder humano
que lo ayude a salir del precipicio donde un día él mismo se arrojó sin
percatarse.
Tanto el terapeuta como el enfermo deben seguir un inteligente camino y trazar
una eficaz estrategia para que a través del trabajo mutuo y coordinado sea
posible conseguir lo que se desea.
MARTÍN PEÑA