miércoles, 23 de diciembre de 2015

Aprende a amar la soledad


Aprende a amar la soledad

Todos sabemos que la vida es muy bonita en compañía de la persona amada; pero, no podrás disfrutar de una relación verdaderamente sana si antes no has alcanzado la bendita paz interior…

Y es que cuando te ames lo suficiente a ti mismo, ya no ‘necesitarás’ a los demás, ¿te queda claro? Yo espero que sí; y si no, prosigamos: Una cosa es “necesitar” y otra muy diferente es “desear”.

Cuando crees que ‘necesitas’ a alguien en tu vida para poder ser feliz, de seguro la relación no funcionará del todo bien, porque si no te amas primero a ti mismo, por supuesto que no podrás amar a los demás de una manera madura y sana. ¿Ya vas captando mejor la idea? Si no, toma en cuenta lo siguiente:

Nadie es indispensable en la vida de nadie. Toda persona tiene un tiempo definido en tu vida y un papel especial en tu historia. Algunos sentimientos mueren y otros empiezan a nacer… Algunas amistades terminan y otras recién empiezan… y así es como transcurre la vida. Y tú, de lo único que tienes que ocuparte es ¡ser feliz!

Tienes que saber disfrutar de la vida sin que alguien esté forzosamente a tu lado. ¿Por qué? Porque debe haber un sinfín de cosas que todavía no experimentas y que tienes que ir a hacer, ¿cierto? Entonces mejor dedícate a desarrollar tus habilidades, a labrar tu futuro, a hacer amistades con gente buena, a viajar, etc.

La recomendación que te hago es que mires a tu alrededor y disfrutes al máximo de las pequeñas cosas… ah, y sobre todo, cuídate y ámate como te mereces. Ponte atento de no caer en los chantajes emocionales de los demás, ni sacrifiques tu felicidad por dársela a otros. Tú eres el responsable directo de tu felicidad.

No temas a la soledad. La soledad a veces no sólo es necesaria, sino que es altamente curativa. Estar solo significa poder pensar en ti mismo, en lo que deseas, en planificar tus metas a futuro, y, sobre todo, en cómo te sientes realmente contigo mismo.

Estar solo no quiere decir que debas estar triste, más bien significa disfrutar de cada momento y poder gozar de la vida. La “soledad” te dignifica y te permite alejarte de relaciones incompletas que sólo te hacían daño. La soledad en vez de debilitarte te fortalece y te nutre. Inténtalo y verás.

Recuerda que si no eres feliz solo, tampoco lo serás en pareja; ya que, ¿cómo pretendes que alguien más te ame si tú no te amas a ti mismo?

El foco rojo o indicativo que te señala para que te retires de una relación que se ha vuelto disfuncional o enfermiza, es cuando la persona con quien estás –o tú mismo– dudan amar e inventan excusas y piden tiempos fuera, etc.

Eso quiere decir que la otra persona no podrá amarte como seguramente mereces y deseas; o al revés, que tú no puedas amarle como se merece. Porque cuando la verdadera llama del amor está encendida simplemente no caben las dudas; y las personas que desean amar, hacen de todo, menos dudar tanto. La solución a este tipo de conflictos es la separación definitiva.

Del mismo modo, si te encuentras en una relación en la que terminas sometiendo tus principios y tu dignidad hasta límites que no mereces, ten por seguro que te estás equivocando en tu vida amorosa; y en un caso como este lo que más te conviene es alejarte. Hazle caso al dicho que dice: “más vale solo que mal acompañado”.

Cuida que tu felicidad no dependa de la compañía de la otra persona, porque cuando aquella no esté a tu lado, te hará sentir “incompleto”. Y entonces tendría yo que decirte que practicas un amor de “prótesis” (pieza o aparato artificial que se coloca o se implanta en el cuerpo de un ser vivo para sustituir a un órgano o a un miembro), y eso, la verdad, no habla nada bien de ti. Lo mejor sería que buscaras encontrarte a ti mismo refugiándote en el bálsamo sanador de la soledad…

Y retomando el tema de la bendita soledad, esta se asocia tanto al desarrollo espiritual como a la creatividad, ya que sirve para la generación de nuevos proyectos e ideas.

La soledad también sirve para que te reconcilies con tu mente y tu espíritu. Por tanto, di adiós a lo que te hace sentir mal. Deja que el tiempo cure las heridas por la pérdida, la ruptura o el abandono, y no te precipites en buscar un sustituto… y mientras la persona indicada aparece, disfruta de ti mismo.

Deja que la soledad te arrope, te calme, te haga volver a tu centro, y permite que tus pensamientos vuelen libres como el viento.

Y ya que tu experiencia externa es un reflejo de lo que está pasando en tu interior, no olvides que la calidad de tus pensamientos están directamente relacionados con la capacidad de aceptación que tengas de tu persona.

No quieras tener el control de la vida de los demás dizque para tener la seguridad de que no los perderás. Es muy desagradable espiar y estar obsesionado con otra persona. Así que, mejor dedícate a vivir lo mejor posible tu vida y deja en paz a los demás. ¿Sale? ¿Me lo prometes?

Pero eso sí, pon tierra de por medio de las personas tóxicas; verás que tu salud emocional te lo agradecerá. La balanza debe inclinarse por el lado de tu bienestar, y aunque el sufrimiento es inevitable, debes aceptarlo; es imprescindible que lo sepas manejar para que no te deprima y salgas lastimado.

No te olvides de que de vez en cuando tienes que desintoxicar tu vida alejándote de las personas conflictivas que te desestabilizan.

MARTÍN PEÑA

*[Extracto del nuevo libro "Desarrolla tu potencial 2" de mi autoría, el cual estará a la venta el próximo febrero 2016]


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