El “sistema” de creencias
Esto que aquí escribo es
una especie de alerta que te hago... Se trata de un foco rojo encendido que
indica: ¡peligro!
Es una clara advertencia para que veas, para que escuches y para que entiendas que existe una fuerza muy poderosa, oculta tras bastidores, ejerciendo siempre su macabro poder desde más allá de lo evidente, y que intenta gobernar de manera arbitraria la conciencia de las personas.
Es una clara advertencia para que veas, para que escuches y para que entiendas que existe una fuerza muy poderosa, oculta tras bastidores, ejerciendo siempre su macabro poder desde más allá de lo evidente, y que intenta gobernar de manera arbitraria la conciencia de las personas.
Y yo creo que tú debes
estar atento a ese oscuro sortilegio o engaño masivo que introducen a través de
una descarada “ingeniería social”, corrompiendo el alma y la mente de la
humanidad.
¿Que a qué me estoy
refiriendo? Hablo enfáticamente del famoso ‘sistema de creencias’; esa fuerza
invisible que tiende a esclavizar a las personas haciéndoles creer que
pertenecer a la masa o a la colectividad es mejor que ser una persona o ente individual…
(En el entendido que una persona o ente es alguien pleno e independiente, y que
goza de su libertad en todos los aspectos).
En síntesis, lo que el sistema busca es impedir a toda costa que las masas se vuelvan individuos exitosos, prósperos y abundantes…
En síntesis, lo que el sistema busca es impedir a toda costa que las masas se vuelvan individuos exitosos, prósperos y abundantes…
Y por supuesto también se
encargará de que por ningún motivo cualquier ser humano común y corriente pueda
conseguir fácilmente la libertad financiera; ya que si eso sucediera, se les
saldrían de control, ¿te das cuenta?
Lo que el sistema quiere
es “uniformarlos” a todos y borrar del mapa la representación de la
individualidad en el planeta. En otras palabras, quiere ver a la humanidad entera
como a un rebaño y hacer con los “borregos” todo lo que se le venga en gana.
Si no lo crees, tendré
que recurrir al dicho que dice que para muestra basta un botón, y ahí tienes
que la forma de vida del mundo en nuestros días es un reflejo de la realidad de
la que hablo; ya que vivimos dentro de una humanidad que está llena de
apariencias, de falacia e incertidumbre. ¿Quieres más?
A los ciudadanos de a pie
se les mete miedos para todo y en todo, por ejemplo. Hay cámaras de vigilancia por
doquier y ya casi nadie es libre en su diario vivir. ¿Has podido percibir esa
extraña sensación de estar bajo estrictas medidas de vigilancia que rayan en el
acoso o persecución?
Más allá de los miedos, el
sistema te provoca una falsa necesidad de tenerlo todo al instante, de comprar
lo último de la moda, de mostrar tus momentos más íntimos en las redes sociales
donde se aparentan la felicidad, la belleza y el encanto, etc. ¿Te has podido
dar cuenta del vil engaño en que se vive?
La mayoría de los conceptos que conforman el paquete de creencias tiene su fundamento en algunas mentiras que con el paso del tiempo terminaron por instalarse como verdades únicas por medio de la presión grupal. Por eso dicen que la historia la han escrito los que ganaron las batallas, y terminaron pintándola a su modo de ver las cosas.
La mayoría de los conceptos que conforman el paquete de creencias tiene su fundamento en algunas mentiras que con el paso del tiempo terminaron por instalarse como verdades únicas por medio de la presión grupal. Por eso dicen que la historia la han escrito los que ganaron las batallas, y terminaron pintándola a su modo de ver las cosas.
Y ahí tienes que mediante
este perverso mecanismo se puede explicar la existencia de toda clase de
movimientos religiosos muy disímiles entre sí, pues a la fecha suman más de
cuatro mil doscientas vertientes de la religión; ¿ya pudiste dimensionar lo
tremendo del asunto? Y aquí cabe mencionar el famoso dicho que dice: “divide y
vencerás”.
Pero no nada más
movimientos religiosos aparecen por doquier, sino también mitos absurdos, fanatismos
de toda índole, supersticiones, ideologías sin sentido y tradiciones salvajes
que tanto daño han causado a la humanidad con el correr de los siglos.
Tan simple ha sido la
cosa, que en algún periodo del tiempo, alguien, por ejemplo, plantó la semilla
de un mito… y si esa increíble idea –por muy disparatada que haya sido– se pudo
afianzar y geminó en un número suficiente de personas mediante los mecanismos de
conformidad dictados por el “grupo” o “sistema”, puedes jurarlo que esa
creencia perduró en la mente de los individuos por los siglos de los siglos
transmitiéndose de generación en generación como si se tratara de un ser vivo que
prevalece perpetuándose a sí mismo hasta nuestros días.
Aquí la invitación que te
hago es la siguiente: aléjate cuanto antes de la prisión del sistema, porque si
te atrapa, pagarás muy cara tu osadía.
Y es muy importante que
te aclare este aspecto, porque para mi forma muy personal de ver las cosas, que
te salgas del sistema de creencias no significa que abandones el mundo ni tengas
que aislarte de la sociedad… se trata más bien de que conquistes la verdadera
independencia personal en todos los aspectos de la vida.
Tampoco se trata de un mero
acto de rebeldía sin una causa justificada, ni de una pataleta inconformista
sin consecuencias. Es mucho más profundo: se trata de dar un salto evolutivo
como individuo, el cual favorece el salto cuántico de la especie, ya que el
colectivo tiene ese grave problema y que no puede afrontar porque el sistema
adormece a las personas.
La problemática a la que
me refiero se puede ver reflejada en el entorno diario. Hay una gran cantidad
de personas capaces de aceptar algo erróneo simplemente porque la mayoría lo
dice, renunciando así a su propia opinión sin siquiera haber recibido ningún
tipo de presión ni coacción por parte del grupo.
Por eso yo te invito a
que uses tu capacidad de discernimiento y dejes de obedecer ciegamente los
impulsos de conformidad dictados por el sistema. Debes darte la oportunidad de
escuchar la voz de tu conciencia y pensar por ti mismo tanto a nivel racional como
intuitivo.
A tu alrededor
encontrarás muchas personas que ya no parecen individuos del todo. Se trata de
gente dominada por el sistema de creencias y son capaces de luchar a muerte
contra cualquier individuo libre que intente recordarles que son piezas únicas
y no un simple engrane de la gran maquinaria que alimenta sin descanso al
sistema de creencias.
Lo que tienes que hacer
es no despreciar a quienes te atacan, pues vas a tener que comprender que están
siendo utilizados por el programa o software que se instaló en sus mentes sin
que ellos se dieran cuenta tal como actúa un soldado fanatizado que le quita la
vida a sus semejantes por una ideología, religión o dizque patriotismo.
El llamado que te hago es
que despiertes la conciencia para que te veas beneficiado y de paso ayudes a
los tuyos a despertar usando los resortes del sistema mismo para que escales en
la vida y alcances el éxito, la prosperidad y la abundancia.
El sistema te tiene
fichado. Para ellos sólo eres parte de la estadística o un número más de los
millones y millones de títeres consumidores en el mundo. ¿Lo sabías?
Casi para terminar, quiero hacer referencia a una terrible creencia o paradigma mental en la que un número indeterminado de personas sigue atorado en ella, y es la de creer que ser espiritual es sinónimo de pobreza. ¡Jajajaja!, nada tan lejos como eso…
Casi para terminar, quiero hacer referencia a una terrible creencia o paradigma mental en la que un número indeterminado de personas sigue atorado en ella, y es la de creer que ser espiritual es sinónimo de pobreza. ¡Jajajaja!, nada tan lejos como eso…
Siempre sostendré que la
abundancia y la espiritualidad van de la mano, y lo único que las separa es la
terrible equivocación de los que piensan que ser espiritual es ser “humilde” o
alguien carente de materialismo. ¿Dónde quedaría el bendito equilibrio del yin
y yang entonces?
El secreto de tu libertad
radica en que te informes, estudies y desarrolles tu potencial al máximo nivel;
mientras el secreto del “sistema” que tiraniza a la humanidad es mantenerte ignorante
toda la vida…
La pregunta del millón es:
¿Y tú qué harás a este respecto? ¿Te saldrás del rebaño, o dejarás que el
sistema te trague con sus fauces hambrientas de sangre y de poder?
MARTÍN PEÑA
[Extracto de uno de mis tantos libros]
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