lunes, 27 de mayo de 2019

Toda vibración afecta nuestra vida



TODA VIBRACIÓN AFECTA NUESTRA VIDA

Resulta que nuestra vida está influenciada de forma directa tanto por las palabras que emitimos como las que provienen de los demás, ¿lo sabías?

De igual manera nos puede afectar el tipo de música que nos gusta en demasía y la que nos desagrada de forma evidente… como aquella que uno evita escuchar porque le produce ansiedad y alguno que otro malestar o arritmia cardíaca…

También debo enfatizar que las imágenes que percibimos a través del sentido de la vista podrían llegar a “herirnos” o a enriquecer altamente nuestro cúmulo de emociones.

Y es importante destacar lo significativos que suelen ser los pensamientos que cada uno emite así como los que los demás lanzan al universo de forma indiscriminada, ya que todo eso también cuenta.

Ciertos estudios en laboratorio han demostrado que si sometemos el agua a vibraciones como el sonido de la música o a la influencia de palabras positivas, esta se transforma adoptando sensacionales formas simétricas.

De la misma manera, si exponemos el vital líquido a vibraciones de música violenta y estridente, o a la influencia de palabras destructivas, sus moléculas se tornan incompletas y la imagen obtenida se verá muy deforme o asimétrica.

Eso quiere decir que los humanos, al estar constituidos al menos por dos terceras partes de agua, ya te podrás imaginar lo increíble o espectacular que resultará que seamos bombardeados cada instante de nuestra vida por las vibraciones a las que nos vemos expuestos… sean estas densas o puras.

Lo genial del ser humano es que somos entidades energéticas tan sofisticadas, que tenemos el privilegio o la hermosa capacidad de decidir lo que dejamos entrar o salir de nuestra vida, ¿lo crees de esa manera?...

Porque uno decide lo que aporta al mundo si reflexiona muy bien lo que hace, lo que dice, lo que piensa, lo que siente, y hasta lo que deja de hacer, ya que toda decisión tomada impactará de manera positiva o negativa nuestra vida y de paso a quienes nos rodean.

Cada uno durante su existencia siempre va a almacenar toda clase de vibración o información que le llegue del exterior. Y de acuerdo a la forma de ser de cada quien, a través de lo que se llama “la personalidad”, es que transformará todo estímulo recibido…

Por favor recuerda muy bien el intrincado proceso que se lleva a cabo en nuestro interior respecto a las vibraciones: Primero las recibimos, enseguida las transformamos (eso quiere decir que se le quita y se le pone a cada sensación de acuerdo a como uno ES), y por último se emite o exterioriza el resultado como una creencia o un particular “punto de vista” sin que este pueda ser catalogado como falso o verdadero (al principio).

Abundando en lo que dije en el párrafo anterior, quiere decir que uno saca sus propias conclusiones de acuerdo a la información (vibración) recibida, ya que en el momento menos indicado, de manera innecesaria o a veces “obligada”, siempre emitirá uno su juicio respecto al asunto, grande o pequeño, que se le cuestiona…

Lo malo del caso es que aquella persona podría ir por la vida defendiendo su “verdad” aunque estuviera completamente equivocado desde cualquier otro ángulo por donde se le mire a su dicho, teoría o postulado.

Aquí cabe mencionar que “la Verdad” es únicamente lo que a uno le consta y no lo que se va recogiendo por el dicho de los demás, ya que se podría estar defendiendo un supuesto “hecho” sin que estuviera debidamente sustentado.

Entonces, regresando al punto medular, así como lo hace el Universo infinito, TODOS VIBRAMOS al unísono y de forma constante en este plano de manifestación física…

Vibran nuestros tejidos, células, moléculas, átomos, así como cada una de nuestras glándulas, órganos y sistemas vitales, ya que todo en nuestro interior posee inteligencia así como su propio índice o nivel vibracional, el cual se mide en una escala de mínimo y máximo. ¿Acaso tú sabes en qué nivel vibratorio te mueves o fluctúas?

Lo mismo ocurre con cada chacra, centro o campo electromagnético… sobra decir que todos esos magníficos vórtices de energía son de vital importancia, ya que a través de ellos podemos cuantificar o medir el grado de bienestar o malestar en nuestra vida.

Es de sabios conocer la ubicación de cada uno de los centros energéticos primarios y secundarios en nuestro cuerpo y es nuestra responsabilidad mantenerlos limpios, activos y funcionando al cien para poder sentir la salud y la felicidad el más tiempo posible, ¿captas la idea?

Finalmente quiero decirte que el Universo posee cierta clase de inteligencia que lo hace mantener el equilibrio constante a través de la vibración, y que el supuesto caos no es más que una de las tantas formas de manifestación del verdadero orden.

En resumen, todo lo de adentro como lo de afuera, lo cercano y lo lejano, así como lo de arriba y lo de abajo, incluyendo al macro y el microcosmos, además de todos los seres humanos entre sí, siempre estaremos relacionados.

MARTÍN PEÑA
Creador de bioquantum®
Ciencia del autoconocimiento y sanación.




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