TU PRIORIDAD DE CADA DÍA
Cada mañana al despertar te sugiero lleves tus manos junto a tu bendito corazón, te concentres, y sientas la esencia de tu Ser; esa grandeza que vive en tu interior, porque ha llegado el momento que te conectes a él…
Resulta ser que adentro, allí mero, en lo más profundo de ese disfraz (botarga) que portas como "ser humano", bulle la energía atómica de ese que llamo como el ser superior, aquel que ha sido, que es y que será por los siglos de los siglos… y que es válido sea nombrado también como: alma, esencia, conciencia, espíritu, etc.
Se trata nada más y nada menos que de una entidad energética invisible al ojo humano, la cual es de origen cósmico y divino a la vez, y tú ERES ESA ESENCIA encarnada de manera física…
Y es que esa bella ESENCIA forma parte de la conciencia cósmica universal o mente de Dios en el concepto que lo concibas, ¿lo sabías?
Entonces, para empezar, cada día de tu vida siente tu respiración, siente los latidos de tu corazón y agradece por estar "vivito y coleando" en el aquí y ahora.
Siempre da por hecho que tu vida es sensacional y perfecta…
Siente amor hacia tu persona y hacia todo lo que te rodea; siente (pero convéncete al cien) que eres un ser único, maravilloso y perfecto.
Recuerda que a través de la suma de tus pensamientos y tus emociones estás creando tu realidad en el presente y por ende la realidad de tu vida por el resto de tus días…
Entiende que si quieres un futuro promisorio, deberás estar atento a tu forma de actuar, de pensar y de sentir que estás teniendo a cada instante de tu vida.
Piensa que toda clase de experiencia que has vivido te ha llevado a reestructurar un espacio saludable y perfecto para ti.
Ofrece todo el amor que puedas adondequiera que vayas y ábrete también a recibir el amor de forma multiplicada, porque es un hecho que todo lo que das regresa a ti pero en cantidades mayores.
Confía plenamente en el devenir de la vida… Y ya que, como nada es estático, debes saber que todo pasa, que todo cambia y que nunca nada permanece en el mismo lugar.
Vuelve a repetir interiormente que todo está bien y que nada está mal en tu perfecto camino.
Afirma una y otra vez que eres un ser irrepetible, único, increíble y maravilloso.
Da gracias al universo porque estás aquí y ahora, y eso, precisamente, lo aceptas como parte del plan divino que tú mismo diseñaste…
Ah, y si por algo no te sientes complacido con tu vida, recuerda que tienes la opción de cambiar lo anómalo por algo bueno y placentero, ¿cómo?, ya te lo dije antes, a través de tus pensamientos y tus actos vas creando a cada instante una nueva circunstancia o realidad. ¿Lo entendiste?
Pon atención a tus pensamientos y a tus emociones, así como a toda clase de sensaciones en tu cuerpo para que elijas sólo las mejores.
Dile a todas y cada una de tus células que las amas de manera inconmensurable y decide, convéncete y hazte creer que tienes una salud radiante y perfecta para que así sea finalmente.
Perdónate a ti mismo por todas y cada una de tus fallas y también perdona a los que te rodean… seguramente cuando te “lastimaron” no lo hicieron con esa intención.
Sólo perdona, perdona y vuelve a perdonar una y mil veces…
También perdona a tus antepasados y libérate de las culpas que cargaste desde niño sobre tus cansados hombros.
Siéntete libre de toda creencia y paradigma mental que te haya lastimado y por favor sé feliz, que nada te cuesta.
Martín Peña
Creador de bioquantum® La ciencia del autoconocimiento.
Cada mañana al despertar te sugiero lleves tus manos junto a tu bendito corazón, te concentres, y sientas la esencia de tu Ser; esa grandeza que vive en tu interior, porque ha llegado el momento que te conectes a él…
Resulta ser que adentro, allí mero, en lo más profundo de ese disfraz (botarga) que portas como "ser humano", bulle la energía atómica de ese que llamo como el ser superior, aquel que ha sido, que es y que será por los siglos de los siglos… y que es válido sea nombrado también como: alma, esencia, conciencia, espíritu, etc.
Se trata nada más y nada menos que de una entidad energética invisible al ojo humano, la cual es de origen cósmico y divino a la vez, y tú ERES ESA ESENCIA encarnada de manera física…
Y es que esa bella ESENCIA forma parte de la conciencia cósmica universal o mente de Dios en el concepto que lo concibas, ¿lo sabías?
Entonces, para empezar, cada día de tu vida siente tu respiración, siente los latidos de tu corazón y agradece por estar "vivito y coleando" en el aquí y ahora.
Siempre da por hecho que tu vida es sensacional y perfecta…
Siente amor hacia tu persona y hacia todo lo que te rodea; siente (pero convéncete al cien) que eres un ser único, maravilloso y perfecto.
Recuerda que a través de la suma de tus pensamientos y tus emociones estás creando tu realidad en el presente y por ende la realidad de tu vida por el resto de tus días…
Entiende que si quieres un futuro promisorio, deberás estar atento a tu forma de actuar, de pensar y de sentir que estás teniendo a cada instante de tu vida.
Piensa que toda clase de experiencia que has vivido te ha llevado a reestructurar un espacio saludable y perfecto para ti.
Ofrece todo el amor que puedas adondequiera que vayas y ábrete también a recibir el amor de forma multiplicada, porque es un hecho que todo lo que das regresa a ti pero en cantidades mayores.
Confía plenamente en el devenir de la vida… Y ya que, como nada es estático, debes saber que todo pasa, que todo cambia y que nunca nada permanece en el mismo lugar.
Vuelve a repetir interiormente que todo está bien y que nada está mal en tu perfecto camino.
Afirma una y otra vez que eres un ser irrepetible, único, increíble y maravilloso.
Da gracias al universo porque estás aquí y ahora, y eso, precisamente, lo aceptas como parte del plan divino que tú mismo diseñaste…
Ah, y si por algo no te sientes complacido con tu vida, recuerda que tienes la opción de cambiar lo anómalo por algo bueno y placentero, ¿cómo?, ya te lo dije antes, a través de tus pensamientos y tus actos vas creando a cada instante una nueva circunstancia o realidad. ¿Lo entendiste?
Pon atención a tus pensamientos y a tus emociones, así como a toda clase de sensaciones en tu cuerpo para que elijas sólo las mejores.
Dile a todas y cada una de tus células que las amas de manera inconmensurable y decide, convéncete y hazte creer que tienes una salud radiante y perfecta para que así sea finalmente.
Perdónate a ti mismo por todas y cada una de tus fallas y también perdona a los que te rodean… seguramente cuando te “lastimaron” no lo hicieron con esa intención.
Sólo perdona, perdona y vuelve a perdonar una y mil veces…
También perdona a tus antepasados y libérate de las culpas que cargaste desde niño sobre tus cansados hombros.
Siéntete libre de toda creencia y paradigma mental que te haya lastimado y por favor sé feliz, que nada te cuesta.
Martín Peña
Creador de bioquantum® La ciencia del autoconocimiento.
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