martes, 31 de julio de 2018

CONOCE AL "SER VIVO" LLAMADO: AGUA


Por todos es sabido que al menos un 70% del cuerpo físico está constituido por ese elemento llamado: “agua”…

Tampoco se ignora que casi todas las funciones vitales están sujetas y regidas al flujo de ese vital líquido, por lo que debes entender que tu organismo REQUIERE DE UNA IMPORTANTE CANTIDAD DIARIA de agua para que los nutrientes lleguen a todas partes y las distintas funciones bioquímicas tengan lugar.

Si hay ESCASEZ de agua en tu cuerpo es seguro que sobrevenga la deshidratación, provocando un mal funcionamiento de alguno de tus sistemas. Y tú no quieres que te suceda eso, ¿verdad?

Por lo que, si no suministras a tu organismo suficiente agua, la poca que haya en tu interior se destinará a los órganos más importantes como el cerebro, pulmones, hígado, riñones y algunas glándulas, las cuales tienen prioridad sobre los músculos, huesos y piel…

Así que, si esa caótica situación la mantienes por un tiempo, habrá sistemas a tu interior que dejarán de desempeñar su función de forma correcta y sobrevendrán las terribles enfermedades.

Tu cuerpo necesita un mínimo de DOS LITROS DE AGUA CADA DÍA para que realice bien su trabajo; si no los estás tomando, puede ser esta la causa de algunas de tus dolencias o achaques.

Al agua no puedes cambiarla por refrescos, cerveza, vino, café, té o cualquier otra bebida.

Si tu cuerpo se deshidrata, los procesos fisiológicos que se establecen son LOS MISMOS QUE CUANDO SUFRES ESTRÉS.

La deshidratación es el principal estresante de toda materia viva, y cuando esta se hace crónica causa varias enfermedades.

El agua es una de las MEJORES MEDICINAS NATURALES para que contrarrestes un gran número de padecimientos; lo bueno es que no entraña peligro alguno recetarla, porque carece de efectos secundarios negativos.

Ten cuidado con los analgésicos, porque esos sí que saben ocultar los signos de deshidratación del cuerpo; de hecho, algunos dolores se pueden interpretar como señales de una reducción crónica de agua en la zona donde se localiza el malestar.

Es probable que si tienes frente a ti a una persona supuestamente enferma, no sea más que alguien SEDIENTO a quien puedes devolverle la salud recomendándole simplemente que ingiera la cantidad de agua adecuada. Suena obvio, ¿no te parece?

Todos los alimentos y líquidos que consumes diariamente llevan en su interior partículas de luz…

Precisamente el contenido energético de la comida y las bebidas es lo que determina su valor biológico vital, así, la información existente en tu alimentación pasa a formar parte de ti.

Según la ‘información’ que recibas ─positiva o negativa─ por lo que comas, es lo que determinará tu estado de salud física, emocional y espiritual.

Cuando utilizas agua para beber, expulsas a través de la orina las toxinas que acumula el cuerpo y que a veces te causan molestias.

También hace que las sustancias nocivas que ingieres no se queden en tu interior al ser desalojadas por los mecanismos con que cuenta tu cuerpo.

Para llevar a cabo sus dos misiones fundamentales, es decir, transportar elementos nutritivos y drenar los desechos orgánicos, el agua primero se encarga de disolver todas las sustancias y luego las arrastra, porque es ligera, diurética, se asimila fácilmente y no tiene el inconveniente de formar micro cristales dañinos para el organismo.

Además de actuar como drenante general, ayuda a regular los sistemas circulatorio, nervioso, locomotor, digestivo, respiratorio, excretor, reproductor y endocrino…

Entre otras funciones que realiza el agua cabe destacar las que siguen: disminuye la viscosidad de la sangre, energetiza, favorece la función pancreática, colabora eficazmente en el proceso digestivo disolviendo las sales de los alimentos, se asimilan mejor los nutrientes evitando estreñimiento y diarrea, limpia los poros de la piel a profundidad por lo que esta queda húmeda y suave más tiempo evitando resequedad, favorece la normalización de los índices de colesterol y de urea, regula la presión arterial, actúa sobre el tono y la elasticidad de los pulmones y el estómago, tiene efectos positivos sobre las variaciones en el sistema hormonal y ayuda a eliminar la celulitis. Maravilloso elemento natural es el agua, ¿no crees?

Aunque por medio de la destilación, filtración y otros sistemas se extraen sustancias nocivas del agua, es bueno saber que no se eliminan las ‘frecuencias’ grabadas en ella y estas ejercen su efecto en los sistemas biológicos.

Es decir, la información de las sustancias con las que ha estado en contacto permanecen en ella y se transmiten a tu cuerpo al ser ingeridas, ¿entiendes?

El agua ES UN SER VIVIENTE y posee la capacidad de almacenar en su estructura reticular, en forma de frecuencias electromagnéticas, la información de las sustancias de todo tipo con las que tiene relación física, ya sean minerales, vitaminas, aminoácidos, etc.

El agua registra la luz, el sonido, las emociones y los pensamientos; y la información que transmite a través de múltiples frecuencias no se borra con facilidad.

Repito: la voz, los pensamientos y las emociones humanas ALTERAN positiva o negativamente la estructura molecular del agua…

El agua no sólo almacena información, también sentimientos y conciencia, y reacciona ante cualquier mensaje.

Debes entender que te podrías poner grave o perderías tu salud si te EXPONES DEMASIADO AL BOMBARDEO DE PENSAMIENTOS Y PALABRAS NEGATIVAS provenientes de los demás, ya que tu organismo está constituido por agua hasta en dos terceras partes, no lo olvides jamás.

De la misma manera, te recomiendo no pensar ni hablar mal de los demás porque terminarías provocándoles una enfermedad. Gracias por tu comprensión.

MARTÍN PEÑA




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