Hablar acerca de este peliagudo asunto es algo inquietante porque a nadie le gusta que le digan que padece o lleva en su interior ese terrible MAL o fea costumbre que ataca a todos por igual.
Debo confesar que aunque lo quise, no me pude zafar y tuve que abordar el tema porque era necesario escribir unas cuantas líneas a este respecto.
Definitivamente no me quedó de otra. Alguien tenía que hacerlo y esta vez a mí me tocó agarrar el toro por los cuernos; así que les ofrezco disculpas por si llegara a herir susceptibilidades con estas mis palabras.
Verás: detrás de ese tipo de conductas maniáticas se esconde un virus tan escurridizo como letal que no sólo enferma, sino que paraliza el progreso de la sociedad… Sí, ya estoy hablando acerca de la aterradora ENVIDIA…
Para poder comenzar, me di a la tarea de buscar en el diccionario la definición de esa emoción tan desagradable y esto fue lo que encontré sobre la envidia: “DESEO INSANO DE ALGO QUE NO SE POSEE”. ¡Fuertes declaraciones!!!
Repito el enunciado: “Deseo insano de algo que no se posee”… Por lo que, QUIEN DEJA QUE LA ENVIDIA AFLORE EN SU PERSONA, esta le provocará tristeza y mucho malestar al ver los bienes materiales ajenos y no tenerlos en su poder.
La susodicha envidia surge cuando alguien se COMPARA con otros y concluye que NO PODRÁ TENER LO QUE TANTO ANHELA…
Y es ahí, a partir de ese mismísimo instante, que la personita aquella saca a relucir su conducta enfermiza, la cual no le va a conducir nunca a nada bueno.
¿Que por qué digo que no le conduciría a nada bueno? La respuesta es simple: porque el individuo sería capaz de MENTIR Y HASTA DE MATAR con tal de querer TENER lo que no puede conseguir de una manera legal.
Es decir, la persona pone el foco en sus propias carencias, las cuales se acentúan en la medida en que piensa en ellas…
Así como lo acabo de expresar es como se crea el COMPLEJO DE INFERIORIDAD… porque de pronto siente la persona que es “menos” porque los otros tienen “más” y queda atrapada dentro de ese círculo vicioso. ¿Te has podido dar cuenta de lo complicado que se vuelve este penoso asunto?
Yo sólo digo que cuando alguien activa el tristemente célebre DEFECTO de la envidia en su persona, NUNCA podrá alegrarse por los logros obtenidos de los demás.
Y todos deben saber que esas emociones bajas actúan de manera inevitable como un espejo donde se ven reflejadas las frustraciones propias.
Para trascender la envidia se debe DEJAR DE DEMONIZAR EL ÉXITO AJENO.
Lo mejor sería ADMIRAR y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a otros alcanzar sus sueños.
No hay que olvidar que lo que se codicia de los demás, TERMINA DESTRUYÉNDOLO a uno mismo…
Entiende que lo que admires en los demás, te EDIFICA o construye como una persona valiosa.
La envidia revela al individuo los dones y talentos innatos que todavía tiene que desarrollar.
En el momento en que cada quien llegue a superar su propio complejo de inferioridad, y aporte lo mejor de sí mismo a la sociedad, el mundo cambiará de forma radical. ¡Qué hermosa será esa época de esplendor!
Por otro lado, la CONFORMIDAD es el proceso por el que todo miembro de un grupo determinado cambia sus pensamientos, decisiones y comportamientos para poder encajar con la opinión de la mayoría… Dolorosa situación que no debería existir jamás, ¿o tú qué opinas?
Yo digo que quien quiera cambiar para bien tiene que tomar sus propias decisiones a partir de hoy.
Por favor tú nunca permitas que terceras personas impongan sus reglas supuestamente de “sociedad” para que te liberes y no quedes atrapado viviendo con el terrible “qué dirán” de los demás.
Insisto en que debes vivir tus sueños y hacerlos realidad.
Tú eres muy valioso y mereces respeto. ¡Haz valer tu dignidad!
MARTÍN PEÑA
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