La vida de Megan transcurrió siempre llena de felicidad desde el día de su nacimiento, el cual tuvo lugar en la campiña del sur de los Estados Unidos de América una calurosa mañana de julio de 1998. A la pequeña jamás le faltó nada porque sus padres la rodearon de lujos y comodidades y le prodigaron mucho amor tanto a ella como a sus dos hermanas mayores.
A los seis años de edad empezaron a sucederle cosas de verdad insólitas. La primera fue que mientras se paseaba muy a gusto en un columpio pendiente de un frondoso árbol en medio de su jardín, descubrió a cuatro elfos así como a varias ardillas que se divertían a sus costillas aventándole fragmentos de bellotas desde las ramas creyendo que no los iba a detectar nunca...
La sorpresa que se llevaron tanto los elfos como las ardillas que les estuvieron ayudando a consumar el juego, fue que Megan ¡sí los podía ver y entender!, aunque se suponía que esas criaturas elementales eran invisibles al ojo humano; porque a fin de cuentas la niña los increpó de manera verbal dejándolos boquiabiertos y estupefactos.
A los juguetones seres no les quedó más remedio que hacérsela amiga y la invitaron para que conociera la colonia a la que pertenecían, la cual tenía varios siglos asentada en la comarca, ya que estaban a cargo del equilibrio de la naturaleza de la región. Aquí lo interesante del caso es que Karume, el elfo mayor, predijo un increíble futuro para la chiquilla.
Otra colosal vivencia la tuvo unos días después de haber cumplido los doce; y le sucedió cuando terminó de cenar y se fue a dormir a la cama. Una vez que puso la cabeza en la almohada, se entretuvo escuchando el melodioso canto de los grillos del jardín de la casa… y sin más la muchacha experimentó el portentoso fenómeno de salir conscientemente de su cuerpo físico después de varias noches seguidas que se había soñado volando felizmente por los aires…
No sin asombro, después de la extraordinaria peripecia de atravesar la puerta de su habitación, además de haber volado arriba del techo de la granja así como por la población cercana, al descender Megan al suelo se topó con una hermosa señora que le dijo venir de un lejano planeta y que había estado buscándola afanosamente desde hacía mucho tiempo.
¿Mucho tiempo?, ¿cuánto, en realidad? ¡Dos largos siglos! ¿Es posible eso? Sí, por supuesto, ya que la pequeña Megan formaba parte de una gran expedición de mujeres científicas que fueron plagiadas por piratas espaciales después que terminaron de restaurar la flora y fauna de un planeta que había sido dañado por la caída de un gigantesco meteorito, ya que entre otras cosas a eso se dedicaban… Y el violento secuestro fue llevado a cabo en 1791 del tiempo de la Tierra.
La maravillosa historia nos narra que para dar con el paradero de Megan (según Miath, su madre de aquel otro planeta), tuvo que pasar aquélla por momentos muy espeluznantes y por casi nada abandona su lucha dando por muerta la expedición perdida. Pero gracias a la idea que tuvo de ofrecer una fuerte recompensa a quien diera informes del grupo fue como conoció al apuesto capitán Mastretta, suceso que vino a darle nuevos bríos al caso.
Con ayuda del heroico personaje, que en aras del amor, y a costa de su propia vida, provocó una violenta explosión solar para que la energía liberada rompiera el terrible escudo electromagnético que existe en la atmósfera de la Tierra impidiendo la entrada y salida de vehículos espaciales sin un permiso expreso y así la poderosa nave nodriza MB250 de Miath pudiera ingresar a la llamada “zona nula” para iniciar con la búsqueda.
El capitán Odorik Mastretta nos comparte algo que sabe muy bien: que este mundo ha sido y sigue siendo controlado por un grupo de malvados sujetos enfermos de poder y sin escrúpulos que les gusta contrabandear con personas, las cuales capturan en otros planetas, les borran la memoria, los llevan a la Tierra y allí los tratan como animales de engorda para luego venderlos a criaturas antropófagas que se alimentan con carne humana viva…
Y nos confía algo más ese singular hombre, el cual conoce muy bien varias de las tretas de los que dominan muchos mundos no confederados, entre ellos el planeta Tierra: que si bien le va a esa pobre gente (hablando de los humanos que comercian como alimento y no los consumen vivos), sus dueños los usan ya sea como esclavos sexuales o terminan sus días como juguetes o mascotas… mas no los compran para amarlos y cuidarlos, sino para saciar sus bestiales instintos con sus delicados cuerpos físicos.
Ahora, para poder hallar a Megan tuvieron que colocar potentes radares rastreadores en toda la faz de la Tierra así como en la luna. Y cuando por fin la encontraron, al reinsertar la memoria perdida de ésta, y esperar un tiempo más para que madurara en edad, ya que todo eso sucedió cuando ella apenas tenía doce, su tarea será planear la forma en que va a encontrar al resto de la expedición conformada por 1,850 científicas, las cuales se hallan dispersas en todo el mundo en la actualidad.
Lo peor del caso es que esas esencias vueltas a encarnar se unieron de forma inconsciente con personas locales y han procreado familia en la Tierra. ¿Qué piensas que sucederá con toda esa gente cuando la encuentren y le digan que pertenecen a otro sistema de mundos lejano y que fueron traídos a este planeta prisión en contra de su voluntad?
Por otro lado, en las vidas que llevó Megan en su planeta de origen hace siglos, se desarrolló como gran científica y pudo crear muchísima tecnología inteligente. Lo bueno es que ahora todos esos conocimientos y aparatos que antes inventó los tiene a su disposición para poder llevar a cabo la misión de reunir a la expedición perdida y de paso ayudar a despertar la conciencia de los terrícolas porque ninguno sabe que fueron secuestrados de sus verdaderos mundos hace mucho tiempo y aquí son explotados por entidades que sólo negocian con sus vidas.
Por último, ya que las bellas mujeres plagiadas fueron vendidas como esclavas sexuales hace poco más de doscientos años, eso quiere decir que a la fecha han muerto y vuelto a encarnar como seres humanos terrestres y en distinto género por lo menos cuatro o cinco veces consecutivas... ¿Te das cuenta del embrollo que esto representa?
Cabe mencionar que quienes habitan el planeta Megathys (únicamente mujeres, porque a los hombres los echaron fuera por incompetentes siglos atrás), al no tener virus, microbios, bacterias, ni enfermedad alguna, alcanzan periodos de vida muy largos, de hasta quinientos años. Y es preciso resaltar que cada año de aquel mundo representa diez de los nuestros.
Seguro no podrás dejar de leer la emocionante historia de Megan y el encuentro tan gratificante que tiene con su querida madre la comandante estelar Miath así como con un pequeño grupo de sus antiguas compañeras expedicionarias en la <primera parte> del extenso relato, el cual está lleno de amor, aventura, acción y suspenso…
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