Di no al autosabotaje

DI NO AL AUTOSABOTAJE

Deja de sabotear tu propio desarrollo integral, por favor. Ese es un mal hábito que pudo haberse arraigado en tu alma desde la infancia o en la adolescencia por la forma en que te relacionaste con los tuyos y los que había a tu alrededor. Tienes que tomar muy en cuenta lo siguiente: ya nadie está para hacer ningún tipo de berrinches a estas alturas de la vida.

Ya no llores tus desventuras, guarda la compostura, recupera la calma y sonríe para que goces pronto de las mieles del resultado obtenido con tu esfuerzo y temperancia, ¿estamos? Tú tienes dentro de ti todo lo que necesitas para superar todos los desafíos que te presente la vida. El éxito futuro es para ti que crees en la belleza de tus sueños… porque tú nunca te permitirás dejar de soñar. ¿Tenemos un trato?

Quedarse uno atascado en el pasado es estar a expensas de los pensamientos del ayer, los cuales se convierten en verdugo o victimario. Deja de pensar en lo que pudo haber sido y no fue. El «hubiera» no existe, ya déjalo atrás y vive sólo el momento.

Tu vida presente es el resultado de las decisiones que tomaste en el pasado y ya ni llorar es bueno. Mejor vuelve a empezar… que nada te cuesta.

Con el paso del tiempo, y con cada éxito logrado, te convertirás en un ejemplo a seguir para todos los que te rodean. Serás para los demás una rica fuente de inspiración. La gloria es para los pocos: para quienes desarrollan la genialidad. Es para ti que buscas trascender más allá de tu tiempo de vida. El triunfo es para quienes entiendan que el ser humano forma parte de una colectividad y por esa razón buscas aportar algo e impactar con tu obra en los demás.

Muchas cosas empezarán a suceder a tu alrededor que harán que se expanda tu percepción natural. Esa reconexión ayudará a fortalecer tu conciencia, tus habilidades, tus oportunidades, tus contactos, etc., y eso será lo que te conducirá finalmente a experimentar la prosperidad, la abundancia y la riqueza en tu maravillosa vida. ¿Acaso es eso lo que anhelas gozar?

MARTÍN PEÑA